.PODER SUPREMO
Con Odín muerto, Asgard necesita un rey y, esta vez sí, Thor se postula para el cargo. Pronto asciende al trono y acepta el ilimitado poder de Odín que no sólo lo hace más fuerte y capaz de manipular volúmenes aún más grossos de energía: también lo hace más sabio y le otorga habilidades místicas, como la facultad de leer las runas.
Este Thor omnipotente decide que es hora de erradicar la corrupción de la Tierra y toma cartas en el asunto. Asgard se materializa sobre la ciudad de Nueva York y muchísimos humanos comienzan a venerar a los asgardianos como a verdaderos dioses. Pronto Thor se convierte en el centro de una nueva religión global, lo cual obviamente incomoda a los gobernantes “terrenales” e incluso a los Vengadores, viejos camaradas de Thor con quien el ahora Señor de Asgard rompe relaciones en el n°63. El tira y afloja con los gobernantes termina en el n°67, cuando el Consorcio de las Naciones bombardea a Asgard, y ahí Thor se saca y desata una hecatombe en la que mata al propio Jake Olson. La cosa ya fue demasiado lejos.
A partir del n°68, vemos historias ambientadas en el futuro, en las que toda la Tierra está bajo el dominio de Thor, quien se casó con Enchantress y tuvo un hijo, Magni. De a poco (a través de los ojos de Thialfi, un personaje fundamental en esta etapa), vemos cómo se va armando una resistencia cada vez mayor a la dictadura del Señor de Asgard, que dura unos 200 años. Para el n°74, los rebeldes (encabezados por la hija de Scarlet Witch y con Thialfi y Magni entre sus filas) se deciden a asesinar a Thor, pero Enchantress lo impide y Thialfi muere. Magni encuentra a Mjolnir (perdido desde que Thor deja de ser digno de levantarlo) y se presenta ante su padre quien, consumido por la culpa, se embarca en una intricada lucha con Tarene, el Destroyer y Desak, para finalmente viajar al pasado y deshacer este oscuro futuro.
Thor regresa a nuestros días, más joven pero infinitamente sabio y poderoso, y se vuelve a fusionar con Jake Olson, convencido de que la humanidad y la honestidad de este, harán imposible el curso de acción que llevó a tanto horror y tanta muerte. Es el n°79 (Julio 2004) y Dan Jurgens le pone el broche de oro a una etapa brillante, que en los últimos números sufre la rotación constante de dibujantes, pero que elevó a Thor a un nivel altísimo.
Le toca cerrar la serie a Michael Avon Oeming (el dibujante de Powers) quien escribe la saga final: Con la linea temporal reestablecida y Asgard de nuevo en su lugar, Loki revive a Surtur y se desencadena un nuevo Ragnarok. Pero este Thor más sabio deduce que hay trampa: algo o alguien engaña a los asgardianos para que el ciclo se repita una y otra vez y tengan Ragnaroks a cada rato. Los responsables son Los Que Se Sientan Arriba en las Sombras, seres aún superiores a los dioses, y Thor los confronta para romper este círculo vicioso: el Dios del Trueno ofrenda su vida para que se terminen los Ragnaroks y se auto-induce un estado de no-existencia, algo así como “el sueño de los dioses”. Es la victoria final, lo que Odín siempre había soñado para su hijo. Así termina el n°85, final glorioso para una serie que no tiene desperdicio.
.VOLVER A EMPEZAR
Tras varios años en los que no vemos a Thor más que en flashbacks (apenas aparece un clon suyo, como golpe de efecto en la devastadora Civil War), en Julio de 2007 aparece un nuevo Thor n°1, ahora con guiones de J.M. Straczynski y dibujos del francés Oliver Coipel.
¿Cómo vuelve de la no-existencia? A ver: Thor flota en el vacío del limbo, cuando se le aparece la voz de Don Blake, quien volvió a la vida cuando Odín y los otros asgardianos desaparecieron. Blake convence a Thor de volver a proteger a la humanidad, de dejar de ser apenas una leyenda. Bizarros demonios intentan impedir que Thor se levante, pero el Dios del Trueno vuelve a caminar y, con un traje nuevo y la identidad humana de Don Blake, reaparece en un pueblito de Oklahoma. Thor pela todo su poder para reconstruir la destruída Asgard, que yace sobre el desierto. De nuevo radiante y flotando sobre la Tierra, Asgard es vista y hasta visitada por los humanos. Pero Thor, único habitante del Reino Dorado, jura que encontrará a su pueblo.
Como se deduce fácilmente, Straczynski llega a la serie con un plan ambicioso, a largo plazo. Sin embargo, y a pesar del gran trabajo de Coipel y de su lujoso suplente Marko Djurdjevic, buena parte de los lectores no se deja seducir por su ritmo lento, brutalmente descomprimido, y se resiste a cambios muy radicales, como el del sexo de Loki, que ahora es mujer. Cuando van 12 números de esta serie, la revista retoma la numeración original de Journey Into Mystery, o sea que después del nº12, viene el nº600 (sí, esa bizarreada que le pasó a Straczynski en Wonder Woman ya le había pasado antes en Thor). Finalmente, y tras un puñado de números flojitos, el guionista se despide en el nº603 (Sept.2009) de un modo abrupto, terminando a los santos pedos (casi dejando inconclusa) una saga que mezcla a los asgardianos con una tramoya maligna de Loki… y el Dr. Doom. Lo sucederá el británico Kieron Gillen, un guionista que estaba dando sus primeros pasos en Marvel, y el mes que viene nos enteraremos cómo le fue.
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