Luca Torelli nació en Sicilia, Italia. Sus padres eran Luciana Petrosino y Vittorio Torelli, un violento borracho que mató a golpes a Mario, el hermano mayor de Luca. Unos años después se lo cargó un capo mafioso, lo cual hizo que su mujer muriera de pena y que el pequeño Luca quedara guacho y al cuidado de su tío Vicenzo.
Cansado de su vida de mierda en Italia, Luca se muda a Nueva York alrededor de 1910 en busca de la tierra prometida, pero como no todo lo que reluce es oro (según sus propias palabras), de Italia traía el hambre y en América se encontró con las ganas de comer. Se alojó en lo de un paisano suyo, terrible hijo de puta que lo explotaba haciéndolo laburar de lustrabotas y quedándose con la mayoría de lo que recaudaba, a cambio de un catre apestoso que le tiraba en un rincón. En la calle conoció a McDonald, uno de esos policías duros y terriblemente hijos de puta que le explicó al joven Luca la parte que le tocaba: la mierda. Comería mierda hasta hartarse. Lógicamente, el policia terminó por convertirse en la primera víctima de Luca que, con sólo 18 años, lo cocinó de seis balazos: dos por la mujer y dos por cada hijo.
Poco después, Luca se invitó a participar de un asalto orquestado por un genio apodado “Cerebro” y Drake “el Quebrantahuesos”, pero en la repartija del botín lo quieren acostar y darle sólo el 5%, lo cual obliga a Luca a ejecutar a sus “socios” y quedarse con el 100 % de la recaudación. De esta manera, la reputación del muchacho empezó a crecer y su participación en delitos se hizo más frecuente. Ya no se limitaba a robos, sino que era también un señor asesino a sueldo y por eso se ganó el apodo de Torpedo, que hacía temblar a más de uno que sabía que al escucharlo su hora había llegado.
En otra ocasión, en un intento de vengar la muerte de uno de sus hermanos y de esta forma saldar deudas con Torpedo, la banda de los Dawson contrató a Rascal, un matón bastante estúpido, para hacer el trabajo. En el enfrentamiento, Luca terminó por intimidar al “mandao”, a quien convenció para que lo ayudara a cargarse a los Dawson colaborando en su sencillo plan. Rascal terminó por salvar de casualidad la vida del hampón, lo cual selló su amistad que (con infinitas puteadas y trompadas de por medio) duraría por siempre. De esta manera, Torpedo y Rascal se dedicaron a acrecentar la reputación del primero participando en cuanto acto ilícito se les presentara.
POR EL MUNDO
En las más de dos décadas que tiene de vida el personaje, ha sido publicado en muchísimos países a lo largo de todo el mundo. Ya sea en forma de relato corto o como historieta, Torpedo apareció en revistas como Creepy, Thriller, Comix Internacional, Totem el Comix, Co & Co, Viñetas, Torpedo, Top Cómics, Playboy… hasta en el diario El País, el cual compró seis capítulos, pero fueron censurados y el último (“Lolita”, la historia de una vieja que prostituye a su hija y esta le pide por favor a Torpedo que la mate porque no soporta esa vida) nunca vio la luz. Acá salió en las revistas Fierro, Puertitas y Supersexy, e incluso se llegó a editar un tomo recopilatorio que era copia fiel del segundo que editara Toutain, salvo porque le faltaban los relatos en prosa de Abulí que tiene la edición gallega.
Y ya que la nombré, no puedo dejar de mencionar la colección de álbumes recopilatorios de Toutain, que fueron ocho en total (numerados del 0 al 7) y salieron entre 1984 y 1989. Cuando en 1992 esta editorial cierra, adquiere los derechos Glénat, que en 1993 toma la posta de la publicación, y edita un total de 15 tomos con todo el material en existencia. Esta edición fue discontinuada hace unos años, y ahora Glénat ofrece una vez más la saga completa, pero ahora reúne todo el material en cinco volúmenes, todos en blanco y negro que es como fue concebida la serie originalmente. También en los ‘90, Glénat editó en España una serie de 30 comic-books con este mismo material.
Torpedo fue el nombre de una efímera revista, editada en Italia por la editorial Acme, lo cual le valió un premio otorgado por una asociación muy importante llamada ANAF. Lamentablemente al poco tiempo la editorial fundió y la publicación quedó trunca, víctima de un sistema de distribución caótico.
Por el lado de Francia la cosa no les fue mucho mejor, ya que cuando Glénat negoció un contrato con Warner por los derechos para una película del personaje, los autores se negaron a firmarlo, por considerarlo leonino, lo cual les generó una pelea con el editor francés que sacó a la serie del mercado. Así fue como Torpedo desapareció durante dos años de los kioscos y librerias francesas. Finalmente la situación se compuso cuando Glénat abrió su sucursal en España y Joan Navarro, el editor al frente de la misma, llamó a los autores para arreglar las cosas y así se puso en marcha la colección los libros que mencioné con anterioridad.
Además Torpedo tuvo ediciones en países donde obtuvo mayor trascendencia como México, Portugal, Yugoslavia, Grecia y otros tantos países exóticos. También salió en EEUU, primero en la antología Echoes of the Futurepast (dirigida por Neal Adams), y luego a través de Catalan Communications, una editorial controlada por Toutain, que publicó varios libros que eran copia fiel de los editados en España. Unos años después tuvo su propia serie de comic-books, también en el gran país del norte, pero aunque la crítica siempre fue muy favorable, jamás logró una gran repercusión entre los lectores.
Hay más Torpedo en la próxima entrega.


