El dibujo de Bernet para Nueve Tragos y la portada del álbum de Loquillo.
Y EN EL FINAL, LOQUILLO
Como todo lo bueno, Torpedo tuvo que llegar a su fin. Lo raro de todo esto es la extraña manera en que esto sucedió.
Corría el año 2000 cuando Oscar Aibar, guionista de la novela gráfica Nacido Salvaje y viejo conocido de Bernet y Abulí de la época de Toutain, les pide permiso a los autores para incluir una canción homenaje a Torpedo en Nueve Tragos, el último disco de Loquillo, un popular rockero español, para quien él trabajaba -entre otras cosas- como director de sus videoclips. Le encarga además la portada del disco a Jordi, oferta que el dibujante rechaza, pero de todas maneras le manda un dibujito dedicado al cantante y este es incluído en el disco junto a la letra del tema en cuestión, escrita por Oscar Aibar. De más está decir que autorizan la canción sin pedir nada a cambio, incluso le mandan la letra de Aibar a Abulií para que dé su visto bueno a la misma, pero al tipo no le gustó demasiado y se lo hizo saber al cantante.
El disco sigue su curso, sale a la venta, los autores reciben copias del mismo y entonces… Bernet recibe una demanda judicial por parte de Enrique Sánchez Abulí que lo acusaba a él, a Oscar Aibar, Loquillo y a la compañía discográfica de que “habían conspirado contra él para despojarle de todos sus derechos de guionista de la serie Torpedo con la intención de excluirle de una imaginaria película sobre el personaje”. También los acusaba de “haber ganado mucho dinero y fama con la canción y de que su nombre no figuraba ni siquiera en el disco”. Para rematarla, el despechado guionista pedía seis millones de pesetas como reparación del daño que se le había causado. Obviamente esto puso del orto a Bernet que no tuvo más alternativa que defenderse respondiendo a la demanda, la cual devino en un jucio estúpido que al dia de hoy sigue su curso.
Según Loquillo y la discográfica, la omisión de Abuli como creador del personaje en el disco se debió a un error de imprenta. La verdad nunca la sabremos a ciencia cierta, pero de lo que sí podemos estar seguros es de que esta pelotudez, que empezó como un homenaje a Torpedo, marcó el final de uno de los mejores personajes del comic europeo.
Sin lugar a dudas, si hacemos un recuento de los personajes mas impactantes del Siglo XX, Luca “Torpedo” Torelli entrará entre los elegidos. Estara ahí como lo recuerdo en esa tapa del suplemento Fierro, con su rostro marcado y su sombrero de Stetson de fieltro; el cigarrillo encendido en la boca, su traje color hueso y en sus manos enfundadas en guantes de cabrito su Smith & Wesson humeante que nos decia que acaba de terminar con “la faena”. En resumidas cuentas, Torpedo logró su meta: ser más hijo de puta que los demás y como él mismo decía, “tenia madera para ello”.
FUERA DE LA VIÑETA
Como todo gran personaje que se precie, Torpedo fue llevado a otros medios como el teatro y la animación y hasta incluso en algún momento hubo fuertes rumores de una película con actores. Veamos qué se concretó de todo esto…
Federico Fazioli ES Torpedo.
En 1993 se estrena en el teatro Borras de Barcelona una obra de teatro sobre el personaje, dirigida por Pepe Miravete, quien también habia llevado al teatro adaptaciones de Makinavaja e Historias de la Puta Mili, clásicos del comic humorístico-malalechístico español. Con un gran presupuesto, para la obra se habian creado escenarios de la antigua Italia, incluso había una escena en la que llovía dentro del escenario. El guión lo había escrito el director en conjunto con Abulí y se trataba de una serie de secuencias tomadas de diferentes historietas que explicaban la vida de Torpedo. Por la falta de una estructura sólida y una trama que avance, el público ajeno al comic no terminaba de comprender de qué iba la cosa y por esto no llegó a ser un éxito de taquilla ni mucho menos, a pesar de que Miravete venía de meter un hitazo con lo de “…la Puta Mili”, pero aparentemente los críticos no lo tenían en demasiada estima y fueron lapidarios con la obra. De todas maneras, la misma gozó de una gran campaña de prensa que llegó incluso a que la protagonista viajara a Estados Unidos y posara en la revista Playboy, en la cual apareció el afiche y el programa de la obra.
El actor Federico Fazioli, que encarnó a Torpedo, parecía haber nacido para el papel y el resto del elenco no se quedaba atrás. La caracterización y el vestuario de los personajes eran casi perfectos y fueron supervisados por el propio Bernet. A pesar de ser el estreno más espectacular de aquel año en Barcelona, la obra fracasó estrepitosamente.
Por el lado de la animación, Luca Torelli pisó la pantalla chica en 1995, de la mano del director Juan Antonio Rojo quien adaptó el episodio “Tic Tac”, como piloto de una futura serie de 25 episodios que nunca llegó a ver la luz. Aparentemente a Ramón Colom, director de la Television Española, le habían mostrado toda la colección de Torpedo y el tipo estaba entusiasmado con la idea, pero es un tema jodido… la gente tiene ese puto preconcepto de que los dibujos animados son para chicos y para colmo éste estaba plagado de violencia (mucha más que el comic)… era lógico que fracasara.
La historia repetía la del comic, en la cual un relojero al que la mujer hace cornudo con su socio contrata a Torpedo para que los elimine. Yo tuve la oportunidad de ver el corto hace unos cuantos años en Cinemax y recuerdo que me pareció buenísimo. Las voces estaban muy bien elegidas y la animación era más que decente, sobre todo por tratarse de una producción española que se quedó sin plata cuando iban por la mitad del trabajo, lo cual los obligó a bajar el nivel de la misma de forma considerable. Lamentablemente este corto es una pieza muy jodida de conseguir.
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