El también inmortal Hugh Jackman se redime con su fans en un filme imperdible.

Llegó Wolverine Inmortal

26/07/2013

| Por Hernán Khatchadourian

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Samurai Jack-Man

 

A esta altura intentar separar a Hugh Jackman de su interpretación más célebre es casi tan Wolverine 01imposible como recordar a Christopher Reeves en otro papel que no sea Superman.

 

Pero Hugh es un groso y poco le importa que lo encasillen en el papel del antihéroe canadiense que lo llevó a la fama hace ya 13 años y vuelve a la carga con un filme solista del mutante luego del semi fiasco (le fue muy bien en taquilla con 373 palos de recaudación en 2009) que le costó puteadas y puteadas de los fans.

 

Pero Jackman aprendió la lección y se mandó de nuevo con un nuevo director (James Mangold) y un presupuesto un 20 por ciento menor a contar las nuevas aventuras de Logan en Tokio, la ciudad donde todos sus fans lo querían ver.

 

Big in Japan

 

Atormentado por el recuerdo de la fallecida Jean Grey, Logan abandona la escuela de Xavier y vagaWolverine 02 por el Yukon sin rumbo fijo hasta que la joven Yukio (Rila Fukushima) lo contacta para que viaje a Japón a despedirse de un viejo amigo.

 

Una vez en el país del sol naciente, Logan se reencuentra con el ahora agonizante Ichiro Yashida, dueño de un imperio farmacéutico al que el mutie salvó de la muerte durante el bombardeo nuclear a Nagasaki.

 

Yashida le ofrece al mutante la posibilidad de transferirle sus poderes y devolverle la posibilidad de vivir una vida normal.

 

Wolverine rechaza esa posibilidad pero la oncóloga de Yashida, que no es otra que la villana Viper (Svetlana Khodchenkova) le inyecta un veneno que anula su capacidad de curación y lo deja “a media máquina”.

 

Pero no será esa su única preocupación ya que Yashida le pide a Wolvie que proteja a su nieta Wolverine 04Mariko (Tao Okamoto), quien quedará como heredera de su imperio y podría sufrir algún intento de asesinato por parte de su padre Shingen (Hiroyuki Sanada), muy interesado en quedarse con todo.

 

Ichiro muere finalmente y Wolvie aceptará la responsabilidad de convertirse en un ronin, un samurai sin amo, que deberá desenrollar una madeja en la que también está incluido la presencia de Kenuichio Harada (el astro de la patada fácil Will Yun Lee) quien también persigue a Mariko por todo Japón.

 

Redención

 

Despojado de toda la onda videojuego que rodeaba la primera entrega, esta nueva película de Wolverine resulta por demás entretenida con vueltas y vueltas de tuerca alrededor de la historia planteada por Chris Claremont y Frank Miller en la primer miniserie del personaje aparecida allá por 1982; algo parecido a lo que ya realizó el estudio Madhouse hace unos años con el animé de Wolverine, aún inédito en nuestro país.

Y si bien la película iba a ser en un principio una secuela del filme de Gavin Hood estrenada en 2009 (hay una escena post créditos que así lo atestigua), Jackman y Mangold decidieron situarla, en la continuidad cinematográfica claro está,  después de la tercera película de los X-Men.

 

Wolverine 06«Fue muy importante para mí establecer la película en un lugar muy específico de la línea de tiempo. Yo quería ser capaz de contar la historia sin la carga de tener que dejar todo arreglado para que se adecuara a una película que ya existe.”, explicó Mangold en su momento.

 

Tras la deserción de varios directores como Darren Aronofsky el que dejó colgado a Hugh tras ganar un Oscar por El Cisne Negro (The Black Swan, 2010), Guillermo del Toro (que no contaba con el tiempo suficiente), Jose Padilha (realizador del remake de Robocop), Doug Liman, Antoine Fuqua y Justin Lin, la condición de Mangold (el del Tren de las 3:10 a Yuma) para aceptar el trabajo fue aceptaba sin problemas.

 

La inserción del personaje de Jean Grey (una siempre vigente Famke Jannsen en lo que a su físico respecta), que a primera vista puede parecer como una situación de oportunismo para crear una sensación de continuidad, es un acierto por parte del guión y también una gran oportunidad para verla En baby doll durante las dos horas en las que transcurre el filme.

 

La excusa para llevar a la novia (comiquera o no) es el magnífico estado físico con el que el cuarentón (44) Hugh Jackman llegó a este filme con la ayuda de Dwayne “The Rock” Johnson y su dieta de las 6000 calorías de pollo y arroz y que de seguro le será de mucha utilidad en estos días en los que ya se encuentra a las órdenes de Bryan Singer filmando la nueva película de X-Men.

 

Y con respecto a esta última noticia, el fin de semana pasado se presentó el panel de X-Men: DaysWolverine 08 of Future Past en la Comic-Con de San Diego donde se destacó que Wolverine será de la partida marcando con esto un récord para Hugh que ya tienen asistencia perfecta en todas las películas de los mutantes (contando su cameo en Primera Generación) y lleva seis películas interpretando al personaje con lo que le lleva una ventaja de una película  a Robert Downey Jr, al menos por dos años que son los que faltan para el estreno de The Avengers: Age of Ultron.

 

Y con respecto a la otra línea de comics de Marvel, cabe recordar que Wolvie es parte del grupo de los héroes más poderosos de la tierra y Hugh ya se hizo eco de esto al manifestar públicamente que le encantaría interpretar al mutante en alguna de las películas de esos personajes. ¿Se viene el cross-over?

 

De momento, eso parece más que improbable ya que la licencia del personaje está en manos de Fox, pero se sabe que todo en Hollywood se soluciona con dinero y eso, millones mediante, no sería difícil de lograr y de seguro se convertiría en un éxito inmediato. ¿Hay alguien escuchando?

 

En definitiva, y a pesar de la falta de sangre que reclaman algunos fans del personaje, la película es una más digna traspolación de Wolvie a la gran pantalla y abre la posibilidad de nuevas aventuras, como la que se adelanta en una escena post créditos en la que ya se adelanta Days of Future Past. ¡Atenti!

 

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