Desde Adentro

Mientras escribía Fun Home tenía una fantasía: que de alguna manera el libro iba a servir para sellar las grietas de mi familia.

Alison Bechdel

04/03/2016

| Por Staff de Comiqueando

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tumblr_m6tgerhDC91qzds8jo1_500Me emociona, me hace cosquillas en el corazón que haya gente que, en plena era digital, siga haciendo sus historietas en papel, las imprima, las abroche, las salga a vender… No hay forma de reemplazar un fanzine lindo, bien hecho. Es algo que las computadoras no pueden hacer. Cuando veo estas ediciones caseras recupero la fe en la Humanidad.

Cuando yo empecé, cosía a mano impresiones de mis historietas. Las fotocopiaba en la oficina, en horario de trabajo, muerta de miedo de que alguna página quedara trabada en la máquina y alguien me descubriera. Estamos hablando de principios de los ´80, antes de que hubiese la movida que hay hoy en torno a los comics, antes de que surgiera la cultura de los fanzines. Pero yo iba a festivales de música feminista y vendía unos libritos con mis chistes de Dykes to Watch Out For cosidos a mano. Después logré que una agencia colocara mi tira en diarios para gays y lesbianas.

0729-bks-BTB-popupAl principio, cuando empecé con Dykes, hacía en paralelo ilustración, como freelance. Pero eran cosas chiquitas. Me servía para generar un ingreso sin moverme de mi casa. Y no hice tanto… no, en realidad sí, hice muchísimo trabajo de ilustración. No para medios grandes, tipo The New Yorker, nunca. Pero hice un montón de volantes para bares y cafeterías.

Y la decisión de dejar la tira después de tantos años no fue nada fácil. Todavía me resulta extraño hablar de ella en pasado. Pero bueno, se dio una combinación de varios factores. El principal fue que no era sustentable a nivel financiero. Muchos de los periódicos que me la compraban estaban cerrando. Y yo tuve una suerte enorme con Fun Home, mi libro autobiográfico, que me permitió subirme a toda esta locura de la novela gráfica. Eso generó un contrato para hacer otro libro y la verdad que lo que me pagan por hacer un libro es más o menos lo que ganaría en una década de hacer la tira. Por eso me pareció sensato dejar de hacer la tira y empezar a hacer libros, que es algo que a esta altura de mi vida me resulta ostensiblemente más atractivo. Me encanta, realmente, la posibilidad de contar historias más largas, más densas, más complejas. Creo que ya dejé atrás todo lo que podía hacer en 10 ó 12 viñetas.

BN-IM283_JOANjp_8S_20150518181711La respuesta que generó Fun Home fue una sorpresa que me dejó asombradísima. Yo suponía que lo iban a leer los que leían Dykes to Watch Out For, pero no me imaginé que iba a trascender tanto más allá. Cuando salió fue muy loco, por la cantidad de atención que generó, y bueno, una suponía que era producto de la novedad. Pero hoy hay gente que lo usa para dar clases en universidades. Me invitan mucho a universidades, así que me tengo que hacer cargo de que no fue sólo un furor pasajero. Hay algo en el libro que genera esa respuesta por parte de la gente, y saber eso, saber que puedo tocar una fibra en los lectores, es lo que me da coraje para seguir adelante.

Mientras escribía Fun Home tenía una fantasía: que de alguna manera el libro iba a servir para sellar las grietas de mi familia. Pero eso no sucedió del modo que yo pensé que iba a suceder. De todos modos y en algún nivel, todavía siento que necesito hacer este trabajo, el de exponer estas historias privadas. No sé si eso ayudará a mi familia, pero creo que puede ayudar a la gente en general. Suena un poco arrogante, pero ¿por qué lo haría si no sintiera, en un punto, que funciona así?

c5856bdec8809176c764483895bbbf1fMe resulta complicado explicar mi proceso de trabajo para mis libros. Visto desde afuera, pareciera que primero escribo un guión y después dibujo, pero mi forma de escribir es muy visual. No es que me ponga exactamente a dibujar en una hoja, pero planifico la disposición de elementos gráficos. Dibujo las viñetas y me imagino qué voy a meter en cada una, aunque de hecho no esté dibujando. Y una vez que tengo todo escrito (lo cual me toma una eternidad, porque muchas veces no sé qué estoy haciendo ni hacia dónde va la historia hasta que termino), empiezo con la tarea de ilustrar propiamente dicha.

c5349e73-20b9-42b2-8587-c244e3148a5bTardo mucho para dibujar porque, como no soy buena dibujante, me tomo el trabajo de sacar muchas fotos. Me fotografío a mí misma en un montón de posiciones y uso eso como ayuda para dibujar, como una especie de atajo. No sé cómo hacen los que dibujan todo de memoria. Yo necesito apelar a estos recursos. Si tengo que dibujar a alguien sentado en una silla, tengo que buscar una silla, sentarme y sacarme una foto sentada en la silla. Ya adoopté esta técnica a un nivel demencial. Para el libro que estoy haciendo ahora, saqué unas 500 fotos por capítulo. Me pongo a bocetar, saco una foto y sigo bocetando a partir de la foto. Lo tengo totalmente incorporado a mi proceso de dibujo.

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