Desde Adentro

La verdad es que nunca me propuse, ni se me pasó por la cabeza como una posibilidad, trabajar para DC o Marvel. Es algo que sucedió...

Jeff Lemire

11/03/2014

| Por Staff de Comiqueando

4 comentarios

essexcountyLa verdad es que nunca me propuse, ni se me pasó por la cabeza como una posibilidad, trabajar para DC o Marvel. Es algo que sucedió… y ni siquiera sucedió hace tanto tiempo. Entre 2007 y 2008 yo todavía tenía un trabajo “normal” y en los ratos libres hacía Essex County. Mi objetivo era que el laburo para Top Shelf o quien fuera me diera guita como para poder trabajar medio día en cualquier cosa y tener más horas para dedicarle a la historieta. Nunca imaginé que me iba a dedicar full time a esto. Y no, nunca busqué trabajo en DC. Jamás pensé que lo que yo hago, tanto por mi estilo de dibujo como por mi sensibilidad como narrador, podría calzar en DC. Así que ni me molesté en intentarlo. Yo hacía la mía. Irónicamente, haciendo la mía desarrollé una voz, como dibujante y como narrador, que creo que me sirvió, que me permite hacerle un aporte al comic de superhéroes, o por lo menos eso es lo que pensaron tipos como Dan DiDio y Geoff Johns, cuando me contactaron y me instaron a empezar a escribir material en esa onda. Y después pasó todo de golpe. Me dieron la oportunidad, yo dije “¿por qué no?” y lo intenté. Y descubrí que es algo divertido de hacer.

Mis lecturas previas en cuanto al mainstream eran pocas, yo siempre iba a lo más raro, lo más filoso. Leía material de Howard Chaykin y Frank Miller, siendo demasiado chico para leer esas cosas. A los ocho, o nueve años. Todos mis amigos leían los X-Men de Chris Claremont y yo leía American Flagg!. Pero siempre me atrajo lo más raro, no sólo en el comic, también en el cine. Yo iba a ver esas películas que tenían una marcada impronta del autor. Eso era lo que me llamaba la atención. Las películas de David Lynch, de Stanley Kubrick, eso me gustaba desde chico. Yo notaba la mano de un autor, escuchaba la voz de alguien, eso me atraía, eso es lo que siempre busqué.

sweet-tooth-interior-pageCuando pegó la primera ola de Vertigo, yo ya tenía la edad justa: 13, 14 años. Y eso me mantuvo enganchado con los comics un tiempo más. Después, como soy de un pueblo chico, donde no hay comiquerías, perdí el interés, porque lo que llegaba a los kioscos no me interesaba. A los veintipocos me mudé acá a Toronto y ahí sí, en comiquerías como The Beguiling empecé a descubrir a un montón de historietistas raros, independientes, alternativos, material europeo. Eso fue lo que me hizo recuperar el interés por el medio y las ganas de dibujar historietas.

Me acuerdo perfecto que yo venía de varios años sin leer comics. Estudiaba cine acá en Toronto y un día entro a una comiquería, a ver qué onda. Ahí veo Heavy Liquid, de Paul Pope, editado por Vertigo. Y digo “¿qué es esto?”. No se parecía a nada de lo que yo había visto editado por Vertigo o por DC. El estilo de dibujo me pareció tan audaz, con tanta energía, que se me complicó no dibujar después de mirar eso. Ahí empecé a buscar otras cosas de Pope, tipo THB. Por primera vez me dieron ganas de dibujar, de cazar un pincel por primera vez y dibujar.

Después empecé a ver qué más había. Ahí me encontré con Daniel Clowes y con los canadienses, que paraban todos juntos en Toronto: Seth, Chester Brown y Joe Matt. Me los cruzaba en The Beguiling y era genial. Todo eso me abrió mucho los ojos. Empezás a estudiar a Paul Pope y empezás a descubrir sus influencias, lo que toma de autores europeos como Hugo Pratt y todos esos autores a los que seguía él. Así es como una puerta va abriendo la otra y cuando te das cuenta, resulta que el comic es algo enorme. No eran sólo las cosas que uno leía de chico.

animalmanrafaCuando empecé a trabajar para DC me interesaba mucho más el tema de las cifras de venta… sólo por curiosidad, para ver si me iban a dar más trabajo. Ahora me siento mucho más seguro, pero me llevó un tiempo. Mi primer proyecto para DC fue en 2010, o sea que ya llevo cuatro años. Empecé con Atom y Superboy, y ahí mi gran preocupación era cuánto de mi estilo les podía meter. Y además cómo lo iba a lograr, al estar trabajando en equipo con otro dibujante. Ese fue un aprendizaje duro. Recién me sentí más afianzado cuando arrancamos con los New 52, cuando me dieron Animal Man y Frankenstein. Ahí sí, siento que encontré mi voz como escritor de comics mainstream. Encontré el equilibriio entre la personalidad que yo le quiero dar a mis historietas y el trabajo en conjunto con un dibujante al que le puedo dar libertad, al no encorsetarlo mucho con el tema de la puesta en página y esas cosas. Dejarlo que sean él mismos. Creo que en Animal Man es donde más se nota que yo estoy siendo yo mismo, de un modo distinto al que soy yo mismo en las historietas que escribo y dibujo yo. Por lo menos lo siento así.

Compartir:

Etiquetas:

Dejanos tus comentarios:

4 comentarios