Bueno, empezar a trabajar, agarrar el guión y…
Me gustan los guionistas que se dedican a contar una buena historia, a poner buenos diálogos y a dejar al dibujante que se divierta y haga sus cosas. Generalmente así salen buenos comics.
Claro, hay dibujantes que terminan por cambiar el sentido del guión con las cosas que sacan o agregan, o con encuadres inadecuados. Supongo que eso es lo que atemoriza a algunos guionistas que terminan por saturar con indicaciones innecesarias y que quieren dirigir demasiado a los dibujantes. Evito en lo posible a esos guionistas, aunque entiendo su temor. A veces, y sobre todo en el mercado americano, no saben quién terminará por dibujar su historia.
En su carrera profesional, al dibujante muchas veces le toca hacer algo que no tiene ganas y el único estímulo que encuentra es darle su visión a la historia, claro, el límite es no cambiarle el sentido.
Hay casos en donde el guión es tan complejo, que debe estar bien acotado para funcionar.
También están esos guiones repletos de texto, son como esas películas muy habladas y con miles de nombres, en donde a los 5 minutos te perdés o, peor aún, tenés que verla dos veces para finalmente descubrir que podían decir lo mismo sin dar tantas vueltas. Claro, hay ideas complejas que necesitan explicaciones complejas, pero es fascinante cuando una idea profunda se muestra con simpleza…Vivan los comics y las películas narradas con imágenes y diálogos filosos! Para mucha letra prefiero un libro.
Algunos guionistas no manejan bien los tiempos, ponen dos acciones en un sólo cuadro. En ese caso, nos queda una solución casi humorìstica: agregar otro cuadro. Pero a veces tampoco se dan cuenta de que ya había demasiados cuadros en esa página, y que cada uno era como La Ultima Cena de Leonardo, en donde los personajes hablan y se contestan en la misma viñeta, y encima hay que sumarle más cuadritos a la pobre página… que ya no nos interesa gráficamente porque es insoportable de ver.
Otros escritores entienden bien esto: diálogos justos, espacios, narración y un buen montaje que nos hacen preocupar casi solamente por dibujar bien el comic. No sólo es mejor el resultado, sino también se puede dibujar màs rápido. Algunos guiones dan mucho mas trabajo por todo esa cantidad de detalles irrelevantes y espacio mal usado.
Cuando armo una página, subrayo con una fibra fosforecente lo esencial de la explicación de los cuadros en el guión, el resto lo veo después. Generalmente me funciona bien. No se puede tener lo irrelevante en la cabeza cuando estás armando la página. Estás tratando de encontrar la mejor diagramación, el mejor impacto, la narración adecuada, ¿qué importa el color de la cortina?
He leído algunos guiones con una gran riqueza poètica en las explicaciones sobre lo que hab’a que dibujar. El lector no iba a ver esas explicaciones, y a mí me distraían más que otra cosa. Qué desperdicio de energía…
Un brindis por los escritores que nos hacen creer que estamos haciendo algo importante cuando nos regalan una buena historia y valoran el esfuerzo que invertimos los dibujantes en contar su idea, dejándonos el espacio para imprimirle nuestra visión.
Entiendo el desagrado de algunos escritores cuando tienen que soportar que algunos dibujantes intenten meter en la historia algo que les gustó de la película que vieron ayer, aunque el comic sea policial y la película un western. Personalmente he molestado a algunos de mis escritores con pedidos de cosas que quería dibujar, para luego comprender que las historias casi siempre se cuentan solas, y hay cosas que deben ir, y otras que sólo van a molestar.
Bueno, un abrazo grande a los escritores que entienden a los dibujantes y a los colegas que respetan a los escritores…ah, y a los compañeros dibujantes … recuerden que si destrozan un guión, la vida los castigará con algún colorista que les arruine el dibujo…
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