Desde Adentro

Eso de encontrarle a los personajes una arista que no estaba en mis planes les insufla nueva vida, los hace más interesantes.

Tsugumi Ohba

24/03/2017

| Por Staff de Comiqueando

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840c6f7f9703fbf18fe1f51fd31ffef1Cuando era chico, leía muchísimo manga y siempre admiré mucho a los autores. Pero lo que en realidad me hizo querer ser autor de manga fue cuando llegué a la edad adulta; ahí me di cuenta de que para sobrevivir iba a tener que trabajar, y los trabajos normales no me gustaban. Nunca tuve un mentor, ni un único referente, pero la inspiración más fuerte me llega de creadores como Shotaro Ishinomori, Fujio Fujiko y Fujio Akatsuka.

Mi trabajo para un episodio de una serie empieza con una reunión con los coordinadores, donde definimos más o menos hacia dónde se va a orientar el capítulo. En base a eso acomodo las ideas específicas y establezco la trama. Después empiezo a pensar cómo desarrollar esa trama en forma de historieta. Por lo general esto lo hago tirado en la cama, o en algún lugar tranquilo, descansado. Tardo unos tres días en acomodar las ideas para planificar un episodio.

Cuando me siento a trabajar, lo primero que escribo son los diálogos o monólogos y los divido en viñetas a grosso modo. Hago un bosquejo de la puesta en página con garabatos muy sencillos, como para acordarme qué va en cada espacio. Casi siempre me zarpo y escribo más páginas de las que tengo en la revista. Entonces me pongo a reescribir dos o tres veces el bosquejo: le saco partes innecesarias, o reescribo diálogos hasta que todo encaja como corresponde y siento que el capítulo tiene un buen ritmo.

0540Otra cosa que hago siempre es releer los tres o cuatro capítulos anteriores cada vez que me siento a escribir uno nuevo. Aunque me los acuerde totalmente, les pego una releída. Yo pienso que no sólo es importante la consistencia argumental, sino también que haya una sensación de obra integral, y sentir como lector que la tensión va creciendo episodio a episodio.

Cuando escribís obras como Death Note, donde es tan importante el suspenso, es difícil plantear tramas tan complejas en capítulos cortos. Yo encontré una fórmula que funciona, que es la de empezar pensando el final del capítulo. Primero decido qué tanto va a avanzar la trama general en este capítulo, y en ese primer boceto de guión voy derecho hacia ese punto. Entonces me puedo dedicar en serio al desarrollo, que es lo que hace que los lectores se mantengan entusiasmados con la historia. El único problema que tiene esta forma de escribir es que no me da mucha paz mental. Sobre todo en el inicio de una serie, cuando te desborda la cabeza de ideas y te sentís compelido a meterlas en la historia todas juntas, de una. Pensás “si no hago avanzar la historia hasta ESTE punto, nadie se va a enganchar como para seguir leyéndola”. Es mi preocupación constante.

9781421511559_manga-death-note-10-sample3Una vez que tengo listo este bosquejo del episodio, lo vemos con los coordinadores, y una vez que lo aprueban, se lo mando al sensei Obata, que hace otro borrador, pero bien dibujado. No nos juntamos con el sensei Obata, él crea los storyboards y nos los manda al coordinador y a mí. En base a esto, se realiza toda la parte gráfica y se aplican los textos finales.

Todo lo que es ángulos, enfoques y expresiones faciales dejo que lo decida el sensei Obata. Le dejo sugerir cambios menores, y él siempre me sorprende, nunca hay desacuerdos ni discusiones. Incluso cuando un personaje no se ve exactamente como yo me lo imaginaba, ni bien lo veo dibujado siento que esa es exactamente la forma en la que se tiene que ver. Así de convincentes son los dibujos del sensei Obata.

Esas pequeñas sorpresas que él me da me resultan muy estimulantes. Eso de encontrarle a los personajes una arista que no estaba en mis planes les insufla nueva vida, los hace más interesantes. Creo que eso es lo que realmente me ayuda a darles más carnadura, más profundidad.

Me da la sensación de que el sensei Obata es una persona muy sensible, que se toma muy en serio su trabajo. Imposible expresar lo afortunado que soy al contar con él para dibujar mis historias. No sé tanto de dibujo como para decir qué aspectos ha ido mejorando, pero no tengo dudas de que su capacidad para expresarse a través del dibujo continúa creciendo más y más.

La relación con mis coordinadores siempre fue muy buena, también. Ellos me enseñan a ser conciso, a no zarparme con la cantidad de texto que pongo en cada viñeta, que es un vicio que adopté en Death Note, y que sigo combatiendo aún hoy. Ellos me tienen mucha paciencia a la hora de depurar un poco los guiones para bajar la cantidad de texto, de modo que no empantane el ritmo del relato.

Bakuman-Un-manga-que-te-inspira-7Cuando les llevé la propuesta de Bakuman, yo no tenía idea de cuál iba a ser su reacción y por suerte fue mucho mejor de lo que yo esperaba. Tampoco sabía cómo podría llegar a reaccionar Sasaki, el jefe de coordinadores de la Shonen Jump, cuando se vio convertido en un personaje de Bakuman, con su nombre y su cara. Pensé que no le iba a gustar, pero me dijeron que sí. Supongo que le pareció que el hecho de que apareciera el verdadero jefe de coordinadores era algo positivo para el manga, entonces se la bancó.

Bakuman fue una serie rarísima en un montón de sentidos. Lo más difícil fue estirarla más y más, ya se me complicaba generar nuevas ideas. Pero gracias a eso pude incluir historias que inicialmente no había considerado. Lo mejor es que, afortunadamente, muchos lectores la disfrutaron.

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