Bienvenidos a la sección que se pasea por la prolífica y asombrosa década de los ‘80 para desempolvar las joyas de una inmensa corona o descubrir los bofes más recalcitrantes que se produjeron en el mercado de los superhéroes yankis. En estas expediciones cuasi-arqueológicas indagamos revistas, libros o el formato que fuere, publicados entre Enero de 1980 y Diciembre de 1989, para ver quiénes brindaron su arte y cómo se desarrollaban las aventuras en ese período.
Análisis-1
- Título: Fallen Angels.
- Editorial: Marvel Comics.
- Formato: mini-serie mensual en 8 episodios.
- Período: Abril a Noviembre de 1987.
- Autores: Jo Duffy, Kerry Gammill, Marie Severin, Joe Staton, Tom Palmer, Tony DeZuniga, Val Mayerick.
Informe: En pleno auge de los mutantes de Claremont, la coordinadora Ann Nocenti da luz verde a este bizarro proyecto a cargo de la neoyorquina Mary Jo Duffy (nacida el 9 de Febrero de 1954), que contará con muy buenos dibujos de Gammill y mediocres de Staton. Esto es un spin-off de New Mutants (spin-off de X-Men), que no le fue mal, pero no tuvo la repercusión que se esperaba. Arranca cuando Sunspot deja la Escuela muy enojado y al vagar por la gran ciudad se cruza con la joven prófuga Chance. Roberto Da Costa la ayuda y se mete en problemas, pero también conoce a los Fallen Angels, un grupo de mutantes con base en el Beat Street Club. Ellos son Chance, la joven Ariel (alienígena con la capacidad de teleportarse distancias interplanetarias), Gomi (Alphonsus Lefszycic, un joven telekinético que carga con dos coloridos crustáceos inteligentes, Bill y Don) y el Vanisher, ese viejo villano de los alumnos de Xavier que usa su poder de teleportación para pequeños robos y hace de líder del grupo.
Tras los pasos de Sunspot, se suman al equipo el tecno-orgánico Warlock y dos protegidos de Moira McTaggert: Multiple Man (un duplicado del Jamie Madrox original) y Siryn (Theresa Cassidy). Para el nº 3, los pibes se infiltran en el cuartel de X-Factor para liberar a otro de sus miembros: Boom Boom (Tabitha Smith, creada por Jim Shooter y Al Milgrom para el nº5 de Secret Wars II, que luego será parte de X-Factor). En ‘A Devil Among the Angels!’ un portal lleva a los adolescentes al Valley of the Flame, donde suman a dos personajes más al grupo: el primitivo Moon Boy y el gigantesco Devil Dinosaur. El quinto episodio es bastante de trasnsición y lo único relevante es que el tiranosaurio –sin querer- pisa a una langosta y la mata. El número siguiente trata las consecuencias de la muerte de un compañero y los poderes mutantes se empiezan a descontrolar. Para el ejemplar de Octubre, los Ángeles Caídos son teleportados a Coconut Grove, el mundo de Ariel, donde buscan mutantes para estudiar y parece que ella y Chance armaron todo un plan para capturar y entregar a los otros pibes del grupo. En el gran final se descubre que ellas dos también son mutantes y son capturadas. Pero todos se liberan gracias a Bill, la langosta cibernética, por lo que pueden volver a la Tierra, a la base en el Beat Street Club. El joven brazuca se da cuenta de que no quiere una vida como ladronzuelo y vuelve con sus amigos a la Mansión de Xavier. En resumen, la historia no está mal, pero tiene gusto a poco.
Análisis-2
- Título: Dalgoda.
- Editorial: Fantagraphics.
- Formato: serie bimestral (ponele).
- Período: Agosto de 1984 a Abril de 1986.
- Autores: Jan Strnad y Dennis Fujitake.
Informe: El afamado guionista y el ignoto dibujante lanzaron una serie de ciencia ficción que cuenta las aventuras de Dalgoda, un alienígena humanoide con cabeza de perro que se estrella en la Tierra y se hace amigo de Posey Ravencraft, un marino de la Armada canadiense, un poco inútil, que está a cargo de mantenerlo a salvo. Dalgoda, es un Cánido enviado por su gente para reclutar a la Tierra en ayuda contra los Nimps, a cambio de tecnología avanzada para vuelo híper-espacial. La misión se complica, hay robots que lo quieren asesinar, burócratas que lo meten en enredos, y se suma Gunner, una mecánica mal llevada que es ‘novia intermitente’ de Posey. Para los últimos números, este ‘perro’ se chorea una nave mejorada con su tecnología y vuelve a su mundo, para encontrarlo hecho mierda sin un habitante. Si bien cierra algunos plots, y muere uno de los co-protagonistas, muchas cosas quedan abiertas, como por ejemplo el destino de los Cánidos.
La principal razón del cierre de la serie en su octava entrega fue la creación del imprint Upshot Graphics para la publicación de aventuras a color, separado de las cosas más indies blanco y negro de Fantagraphics. Por suerte, al poco tiempo salió una continuación.
La serie (cuyo subtítulo iba a ser ‘Dogs in Space’) tiene un tono humorístico, pero no es claramente cómica. Gráficamente, el hawaiano Fujitake nos recuerda mucho al Luis García Durán de los ´90, y que los globos de diálogo cuadrados estén escritos a máquina, emparenta visualmente a Dalgoda con una serie de Columba de esa época (el colorista Ken Smith también es culpable de esto, sin ser malo). Quizás lo más sobresaliente de la revista sea la historia back-up de elfos que presenta Strnad con un inspiradísimo Kevin Nowlan, entre los números 2 y 6, ‘Grimwood’s Daughter’.
Por fin, en Febrero de este 2025, About Comics lanza The Dalgoda Omnibus, un libraco que recopila la serie original, la miniserie donde continuó (Flesh & Bones, cuatro números de 1986) y las dos historias cortas extras, ilustradas por Kevin Nowlan, que originalmente habían sido publicadas en The Doomsday Special 1 y en el cuarto número de la antología británica A1, para así tener más de 300 páginas con toda la historia completa de este infravalorizado Dalgoda.