Maldito Mainstream

Rick Remender tiene ganas de divertirse mucho y para eso echa mano de una trama muy entretenida, cargada de acción y drama, que no te da un minuto de respiro.

All-New Captain America

20/04/2015

| Por Matías Depettris

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All-New Captain America¿Cómo sé que todavía conservo un espíritu joven? Porque me sigue gustando lo nuevo, porque soy muy permeable a los cambios, porque me entusiasma internarme en un terreno desconocido. Marvel de esto sabe un montón y toma riesgos constantemente haciendo rabonas al borde del área.  El mejor ejemplo de eso es este momento que estamos viviendo, donde esta semana tendremos el estreno en los cines del segundo film protagonizado por los clásicos Vengadores a los que ya vimos forjar una alianza y defender New York en la primera entrega de la mano de Joss Whedon hace 3 años, mientras que en los comics actuales de la misma compañía tenemos un Tony Stark más ególatra que nunca con ínfulas de Dios, una portadora del martillo Mjolnir de sexo femenino y un Capitán América negro. Black is the new White.

Comencemos por aceptar algo, de entrada: Rick Remender no es Ed Brubaker ni pretende serlo. Y eso, la verdad, es lo que más me entusiasma de la serie. Por supuesto que no tengo absolutamente nada en contra de Brubaker, todo lo contrario, me parece uno de los guionistas más interesantes de la última década y media, y gracias a él y a su labor con el Capi pude ser testigo de la mejor película que podría haber imaginado con Steve Rogers como protagonista, el año pasado. Cuando Remender se puso el escudo tras su espalda, prometió darnos un Capi aventurero, en un tono mucho más fantástico y muy alejado del hiper-realismo socio-político del amigo Ed. Un nuevo enfoque, que al menos a mí me entusiasma. Y en esta nueva etapa con Sam Wilson vistiendo el mítico traje de nuestro patriótico héroe, incluso percibo que se acerca mucho más a las clásicas aventuras de Jack Kirby, en aquella época en la cual el Rey regresa al título como autor completo y decide tomar distancia de los guiones de Steve Englehart, que estaban anclados en las problemáticas sociales del momentos y se veían atravesados por conflictos políticos. ¿Casualidad?

allnewcaptainamerica2-3Remender, de todos modos, ya venía jugando con esta idea hace al menos dos años, incluyendo a villanos como Arnim Zola (un personaje creado por Kirby en esa etapa) y situando las aventuras en lugares tan remotos como la Dimensión Z. Cuando arranca esta nueva etapa en la All New Captain America Nº 1, Steve Rogers está viejo y decrépito, producto de haber sido víctima de la sustracción del suero del super-soldado, y ahora se dedica a coordinar estrategias desde una base segura a través de intercomunicadores. Una jubilación bastante digna y merecida para un tipo que viene rompiendo huesos por su patria desde la década del ’40 del siglo pasado, si me preguntan a mí. Como sidekick Sam va a tener a Ian, el hijo de Zola al que Steve crió durante casi dos décadas en la dimensión Z, y que ahora también es un héroe y responde al nombre de Nomad. La primer misión los lleva a ambos a toparse con Hydra –como no-, para tratar de rescatar a un niño que parece ser la piedra angular de un plan para activar una bio-arma que va a desatar una infección alrededor del mundo que provocará la esterilización en todos los seres humanos. Sí, leíste bien: esterilización de la humanidad, sobre todo de aquella que definitivamente no merece seguir existiendo porque está a años luz del alcanzar el estándar de la raza aria. Sam e Ian deberán combatir distintas células de Hydra desparramadas por el globo, enfrentando a una simpática galería de conocidos villanos tales como el Baron Zemo, Armadillo, Crossbones, King Cobra, Madame Hydra, Baron Blood, e incluso a la psicópata Sin, la hija de Red Skull, que pondrá en jaque todo lo que Sam conocía sobre su pasado. En el camino, Sam contará con la ayuda de Misty Knight, y descubrirá que Hydra tiene espías infiltrados en todas las agrupaciones de héroes en actividad, razón por la cual el tiempo le juega en contra no solo a él sino al resto de sus camaradas. Casi llegando al clímax de la saga una tragedia golpeará la existencia de Wilson, pero en contraposición a la misma quizás haya sido partícipe del último aliento de uno de los villanos recién listados.

54412294b0360Para llevar adelante esta nueva etapa, Remender cuenta con la inefable ayuda en los lápices de Stuart Immonen, este glorioso canadiense que se ganó nuestro corazón hace once años con su magistral “Superman: Secret Identity”, y que hace valer sus más de veinte años de carrera diagramando vertiginosas y frescas páginas repletas de acción que no por respetar una estructura clásica y simétrica pierden fuerza e impacto. Nadie puede poner en duda la capacidad de Stuart para la narrativa de alto impacto visual, y la feliz convivencia que logra entre un planteo tradicional en el armado de la página y las rupturas del mismo en los momentos de máxima adrenalina, pero además el canadiense cuenta con innumerables recursos para resolver lo que se le ponga adelante. Trabajando los fondos, por ejemplo, es una bestia: la descose tanto en ambientes con arquitecturas high-tech como en el interior de un bar de mala muerte o en los callejones del Harlem de New York, así como también en un entorno selvático y hasta en una simulación de la Segunda Guerra Mundial, con cameo de los Howling Commandos incluido. Cualquier cosa que Remender le tire, Immonen te la para de pecho y te la clava en el ángulo. De todos los dibujantes que laburaron con Remender en su etapa anterior con el Capi, Immonen es la mejor elección para el camino que está por desandar de ahora en adelante. Wilson con su nuevo traje portando el escudo y surcando los aires resulta imponente e intimidante, y nos permite olvidar que debajo de esas barras y estrellas habita un humano como vos y como yo, que prácticamente carece de poder alguno salvo por el enlace telepático que tiene con su halcón, Redwing.

ANCAPA2014003CVRARemender tiene ganas de divertirse mucho, y para eso echa mano de una trama poco original y lineal pero muy entretenida y cargada de acción y drama, la cual va mechando con fragmentos del pasado de Sam y las enseñanzas que su padre le dejó, sentando las bases de este “legado” del cual ahora forma parte. Como sucediera hace un tiempo con el cambio de mentes entre Peter Parker y Otto Octavius, todos somos conscientes que en algún momento, de alguna forma, Steve Rogers va a recuperar su status-quo como el Capi, pero mientras tanto, no me cabe la más mínima duda que la vamos a pasar de puta madre con Sam cumpliendo ese rol en un comic que no te da un minuto de respiro.

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