Maldito Mainstream

Hopeless y Rodriguez nos invitan a pasarla muy bien redescubriendo a una Jessica Drew que estaba un poco abandonada, y que merecía una nueva oportunidad.

Spider-Woman

13/06/2015

| Por Matías Depettris

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spider-woman-vol-5-1-cover-f-incentive-milo-manara-variantHace dos años y monedas, en esta misma sección el camarada Britos daba cuenta del buen estado de salud por el que estaba pasando uno de los títulos arácnidos de ese entonces, The Superior Spider-Man, gracias a los huevos que tuvo Dan Slott para apostar por un cambio de status quo impensado y delirante, que indignó a los lectores más retrógrados y veteranos. La osadía y el desparpajo de Slott para con los fans no se terminaría ahí, y cerraría el 2014 asombrando a todos con la ejecución de una de las sagas más entretenidas que le tocó vivir a nuestro trepamuros favorito, Spider-Verse, en la cual se encargaría de indagar un poco más en la mitología totémica iniciada por J. Michael Straczynski, para presentarnos a la familia caníbal de uno de los villanos modernos de Spidey favoritos de quien escribe estas líneas: Morlun. Los Inheritors –nombre formal al que responden los parientes de Morlun- son un clan de cazadores totémicos obsesionados con el poder de la araña y, dispuestos a consumir el mismo, se han propuesto cazar a absolutamente todos los poseedores de dichas facultados especiales, en todos los universos existentes. Así las cosas, se desata entonces una guerra frenética entre dos bandos: la totalidad de las encarnaciones pasadas, presentes y futuras de Spider-Man, a las cuales se le sumarán las versiones de universos alternativos y los sidekicks que también posean un atisbo del poder arácnido, contra Morlun, su familia y sus aliados en los múltiples universos. En medio de todo este precioso kilombo repleto de saltos espaciotemporales, profecías, mitologías y elegidos sale el primer número del volumen 5 de Spider-Woman, con guión de Dennis Hopeless y arte de Greg Land en los primeros cuatro episodios, luego reemplazado por Javier Rodriguez, actual dibujante y colorista de la serie.

SWOMAN2014001-int2-4-2f26aEl problema inicial de la serie fue la polémica tapa de Milo Manara, esa que mostraba a nuestra querida Jessica Drew sacando culo y que terminó horrorizando a la versión yanki de las #Niunamenos. Nah, hablando en serio: el problema inicial del título es que su lanzamiento se da –adrede- en medio de la ya mencionada saga Spider-Verse, y por ende, el plot de los primeros cuatro números está íntimamente relacionado con esa saga. Así es como aquellos que no estén al tanto de los pormenores de la trama general se van a sentir un poco desorientados. Podría recomendarles leer un resumen de dichos números y arrancar directamente desde el quinto, que es donde se da el cambio de status-quo para el personaje que arrastra un merecido cambio de traje y dibujante, pero lo cierto es que esos cuatro numeritos iniciales son muy entretenidos, y tienen como bonus el arte de Greg Land, ese hijo perdido que tienen Carlos Pacheco y Adam Hughes que nació para dibujar femme-fatales superheroicas, que para colmo está entintado como los dioses por Jay Leisten.

Además, amigos, no se pueden perder la “despedida” del traje original de Jessica, mismo que viene usando desde su creación en 1977. Así que, en todo caso, para los que están cortos de tiempo, busquen una síntesis de Spider-Verse y métanse de lleno en este nuevo volumen de Spider-Woman desde el comienzo, porque tanto la trama como el arte no los van a decepcionar. Hopeless nos cuenta los pormenores de Jessica haciendo de niñera de Silk, esta creación de Dan Slott que cuando no tiene su traje responde al nombre de Cindy Moon, la cual fue también picada por la misma araña que nuestro amigo Parker pero, a diferencia de él, fue encerrada por Ezekiel y privada de toda libertad para proteger a la tierra de la entrañable familia de Morlun. Una vez liberada se transformó en el objetivo principal de los Inheritors, y casi se podría decir que desató los nudos que desencadenarían en Spider-Verse.

SWOMAN2014005-int2-5-64809La anti-química que existe entre Jessica y Silk es el eje sobre el que se desarrolla el primer número, donde el sarcasmo y la intransigencia de la primera y la desobediencia de una adolescente tardía de la segunda (se paso casi una década de su vida adulta encerrada, tiene mucho más merecido que cualquiera de nosotros tener este retraso) ponen en riesgo la existencia de ambas, y arrastran consigo a un Spider-Man de 1930 que casi la palma si no fuera por la oportuna aparición de una tríada de “arácnidos” que incluye al Spidey original del universo 616. En los números que continúan Spider-Woman se las va a ver con un Namor-Pirata, con su versión alternativa del universo donde está ubicada la casa madre de los Inheritors, y tendrá que actuar como la amante del mismísimo Morlun, al ritmo de un guión entretenido, inteligente, muy dinámico y con un diálogo afilado y repleto de referencias al historial de la franquicia, al punto tal que a uno le queda la impresión de que el cierre del guión de cada número de Hopeless estuvo supervisado por Slott, un tipo que se ha vuelto un especialista en la materia. Para cuando estamos promediando el cuarto número, y ya con la saga Spider-Verse finalizada, Jessica decide comunicarle al Capi que sus días como Avenger han terminado, y abandona la agrupación con la intención de combatir el crimen desde el llano.

tumblr_njxgy8dexm1ssasuco1_1280La entrada de Javier Rodríguez como dibujante y colorista es pertinente, y nos va a impactar desde la portada misma: el aire a comic indie de su grafismo y su narrativa nos marca claramente un cambio violento de ritmo, y una bajada a tierra de las aventuras que Jessica está por vivir. Nuestra protagonista comienza a transitar un clima de indecisiones tras el alejamiento auto-impuesto de los Avengers, pero sigue viviendo en New York, y es así como su camino se cruza con el del periodista de investigación Ben Urich, quien le tira sobre las espaldas un caso que por obvios motivos no despertó la curiosidad de casi nadie: los familiares de ciertos villanos están desapareciendo de manera continua y calculada, y alguien parece estar orquestando la movida desde las sombras. Con una mayor presencia del sarcasmo característico de Jessica, un desfile de llamativos y ridículos villanos del Nacional B, y una balanceada combinación de acción con comedia de situación, Hopeless y Rodriguez nos invitan a pasarla realmente bien redescubriendo a una Jessica Drew que Marvel tenía un poco abandonada, y que merecía una nueva oportunidad. La labor detallista de Javier Rodriguez -sobre todo en el trabajo de los fondos- y su particular puesta de página no nos va a permitir aburrirnos un instante, y a muchos nos termina haciendo olvidar que antes de él estaba Greg Land. Todavía no está prendido fuego como con el Daredevil de Mark Waid, pero en cualquier momento se incendia. Si estabas en la disyuntiva de cuál de los comics del universo arácnido podías agregar a tu lista de lectura mensual, no tengas dudas, apostale unas fichitas a esta nueva Spider-Woman.

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