¿Qué fórmula utilizaron Scott Snyder, Charles Soule, Giuseppe Camuncoli y Daniele Orlandini para transformar el primer número de Undiscovered Country en el lanzamiento más vendido de la editorial de los últimos 10 años, en la época de mayor crisis de la industria, donde el formato cómic book tradicional de 22 páginas está puesto en tela de juicio todas las semanas?
La trama principal parte desde la premisa de imaginar unos 30 años después de que los Estados Unidos se hayan aislado del mundo y el resto del planeta haya quedado regenteado por dos imperios que convocan la mayoría de las naciones, los cuales concentran sus recursos en la búsqueda por sobrevivir a la plaga que está asolando todo: una pandemia mundial que lleva por nombre el “virus del cielo” ha colocado al planeta en una espiral de muerte. Un equipo de especialistas está en camino a las tierras conocidas décadas atrás como los Estados Unidos en un helicóptero, pero se ponen nerviosos a medida que se acercan, máxime cuando notan que un misil viene hacia ellos. En una mirada al pasado, la Dra. Charlotte Graves está tratando a un paciente que sufre de este virus cuando una flota de helicópteros vuela por encima, liberando un polvo venenoso. Ahí es cuando llega el coronel Bukowski, el cual informa a Charlotte que recibieron una transmisión proveniente de EEUU, la primera en 30 años, y que requiere de su presencia para indagar sobre la misma. En el presente, el equipo logró sobrevivir al impacto del misil sobre el helicóptero con algunas heridas leves. En la polémica transmisión, un tal Dr. Samuel Elgin afirma tener una cura para el “virus del cielo” e invita a una delegación a venir a los Estados Unidos para hacerse con el preciado antídoto.
Los guionistas Scott Snyder (“American Vampire”, “Wytches” o el “Batman” de New 52) y Charles Soule (“Swamp Thing”, “Daredevil”, “Thunderbolts“ o “Star Wars: Poe Dameron”) generan una trama geopolítica distópica que se sostiene sobre problemáticas actuales. La idea detrás de esta serie es que la civilización global se está desmoronando en un futuro no muy lejano a la par de unos Estados Unidos que llevan tres décadas separados del resto del planeta de forma fáctica y definitiva. Es un concepto que claramente habla de nuestro momento político actual utilizando como foco y eje la imagen dominante de un muro fronterizo y la aparición de un virus letal, y en este escenario las pandemias, la escasez y el aislacionismo corren de manera desenfrenada. La pareja de guionistas parece compensar los defectos de cada uno por separado, ya que se evita profundizar demasiado en explicaciones tediosas de ciencia-ficción o en diálogos sobre ideología y estrategia. Y si tenemos en cuenta que el primer número de esta serie salió a la venta en Noviembre del año pasado, estoy muy seguro de que ninguno de los involucrados pudo jamás imaginar lo cerca que iban a estar de la coyuntura actual.
Sin embargo, me veo en la obligación de aclarar que este cómic está lejos de ser un panfleto anti-capitalista de Slavoj Žižek: la historia está repleta de aventuras, ya que nos presenta un sorpresivo viaje a través de un territorio estadounidense que es misterioso y completamente alienígena para los exploradores internacionales (y para los lectores); un país que ha sufrido una enorme transformación en prácticamente todos sus niveles, y tuvo que sobrevivir al aislamiento mundial, lo cual redefinió su cultura de formas extrañas y bizarras. Nuevas corrientes estéticas se han alzado y también un nuevo orden, los estados originales pasaron a la historia y el territorio actual está gobernado por tribus que incluyen gigantes y animales modificados genéticamente, los cuales marchan en gigantescas caravanas a través de enormes zonas desoladas como si se tratara de exploradores de dos siglos atrás recorriendo por primera vez el país. Y en el medio de este desmadre, los lectores comenzaremos a conocer lo que sucedió en esos 30 años detrás del muro a través de la mirada de estos exploradores externos, los cuales se aventurarán dentro del país amurallado con la esperanza de encontrar una cura para una pandemia que atormenta al planeta entero.
En el aspecto artístico nos encontramos a Giuseppe Camuncoli ( “Darth Vader: Lord Oscuro” o “Green Valley” ) y Daniele Orlandini (“Future Foundation”) en los lápices y a Matt Wilson (“Punk Mambo“) en el color . Camuncoli está en su mejor momento al detallar visiones extensas de un paisaje americano de pesadilla, uno que se vuelve aún más evocador en el entorno icónico de Monument Valley (una gran depresión situada en la frontera sur de Utah con Arizona), yuxtaponiendo el mito de América contra algo mucho más oscuro. Ciertas páginas merecen unas miradas múltiples con figuras y diseños que son fascinantes y por momentos evocan la estética de la serie de películas de Mad Max pero muchísimo más sombría y arcana. El trabajo de Daniele Orlandini se compagina a la perfección con Camuncoli y consigue que prácticamente no distingas el cambio de dibujante en toda la obra. También detecté una delgadez en la línea, una que hace que las caras y las emociones por momentos parezcan incompletas. Prácticamente no hay personajes protagonistas que llamen demasiado la atención por su estética, aquellos que realmente tienen un diseño innovador y pregnante definitivamente están del lado de los antagonistas.
La trama y el dibujo fluyen de manera muy cinematográfica, con un sentido real de movimiento en la página: la acción principal suele ser interrumpida por flashbacks o cambios bruscos de tono en muchas escenas mientras que la línea narrativa rebota entre el presente y diversos puntos del pasado, ya sea hace tres días o treinta años. Otra metodología de trabajo que se me figuró bastante jugada fue la puesta en página que acompaña casi todos los números, con la firme decisión de narrar los hechos utilizando las dos páginas como si fuera una sola, algo que siempre se ve mejor en un comic tradicional de 22 páginas que cuando la historia se recopila en tomos.
Para finalizar, otra pregunta: ¿es Undiscovered Country el lanzamiento más importante del año pasado y una gema disruptiva para la industria? Por supuesto que no, pero resulta fascinante leer una obra como esta en la coyuntura actual, porque además de entretener y sorprender en cada número te permite reflexionar acerca del camino que hemos recorrido y lo que nos espera en el horizonte, en estos días históricos que estamos transitando juntos.
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