Bienvenidos a la sección que se pasea por la prolífica y asombrosa década de los ‘80s para desempolvar las joyas de una inmensa corona o descubrir los bofes más recalcitrantes que se produjeron en el mercado de los superhéroes yankis. En estas expediciones cuasi-arqueológicas indagamos revistas, libros o el formato que fuere, publicados entre Enero de 1980 y Diciembre de 1989, para ver quiénes brindaron su arte y cómo se desarrollaban las aventuras en ese período.
- Título: Squadron Supreme.
- Editorial: Marvel Comics.
- Formato: maxiserie 12 episodios y una yapa.
- Período: Septiembre 1985- Octubre 1986.
- Autores: Mark Gruenwald, Bob Hall, Paul Ryan y Sam de la Rosa.
- Informe: Solamente un amante de los superhéroes como Gruenwald pudo lograr que le dieran luz verde a un proyecto como éste. Un grupo de héroes choreados de la Justice League y vapuleados en tres tristes apariciones anteriores, de pronto se convierten en los protagonistas de una saga que habría podido revolucionar el género si alguien le hubiera dado bola. Antes que Alan Moore en Miracleman o en Watchmen, este guionista va a preguntarse qué pasa cuando los superhéroes se dejan de joder y toman el poder mundial, cómo son detrás de las máscaras como seres humanos falibles y la gran pregunta, si el fin justifica los medios. Por supuesto los dibujos berretas de Ryan y compañía no son el marco adecuado, pero para haber salido a mediados de los ‘80s, Squadron Supreme mereció mejor suerte de la que le tocó en su momento. Doce números más un crossover dentro del Universo Marvel posta, una reformulación adulta a los superhéroes, personajes descartables, está todo listo para el banquete.
La historia situada en la Tierra-712 (creación de Roy Thomas y John Buscema) arranca directamente donde dejasen a los personajes los eventos del nº114 de Defenders, es decir, con la Tierra al borde del colapso total porque el Over-Mind subyugó al Escuadrón Supremo para dominar el planeta. Project Utopia es el nº1 con guion de Gruenwald, lápices de Bob Hall y tintas de John Beatty a $1,25 que nos muestra a esta falsa Liga de la Justicia tratando de arreglar un mundo sumido –en parte por ellos mismos- en un caos apocalíptico (con satélite destruido y todo). Hay mucho flashback, mucha charla sobre qué hacer y un plan que no conforma a todos: hacerse cargo del gobierno del mundo, tomar el poder temporalmente hasta sacar a la Tierra de peligro. Nighthawk (el falso Batman) renuncia al Squadron y en su identidad civil renuncia como presidente de los Estados Unidos. Los héroes se desenmascaran en público y avanzan con el plan. Capítulo Dos, A Small Sacrifice (ya a $ 0.75 y menos páginas) muestra a los héroes listos para poner en marcha el proyecto de reconstrucción, pero Nuke (el falso Firestorm) descubre que su poder radioactivo enfermó de forma terminal a sus padres y cuando Tom Thumb (un enano genio que cubre el rol de Atom pero sin poderes) falla en encontrar la cura, el joven se pone loco. Confrontation es la tercera parte, donde Dr. Spectrum (el falso Green Lantern) trata de frenar a Nuke y termina por matarlo sin querer. En Change of Heart –capítulo 4, con Bob Hall y Sam de la Rosa-, Tom presenta una máquina capaz de alterar las mentes, supuestamente para ‘curar’ a los delincuentes, pero Golden Archer (el falso Green Arrow) trula cuando la falsa Black Canary rechaza su pedido de matrimonio y lo usa en su compañera para que lo ame por siempre.
El nº 5 podría llamarse ‘Las Cosas Cambian’ y aparece el Institute of Evil, un grupo de supervillanos con menos chances que Islas Feroe de ganar la Eurocopa. Capturan al arquero calentón, atacan la base y logran reducir a los miembros del Squadron para someterlos a la máquina cambia-mentes. En realidad, la gran ventaja de estos pilluelos es que aprisionaron a los familiares y amigos de los héroes, pero con los ‘Supremos’ controlados, todo parece perdido. Whizzer (el falso Flash) es el último en caer, pero todo resulta un plan de Tom Thumb que programó la máquina para que los miembros del Escuadrón no pudiesen ser ‘manipulados’ (después de lo de Lady Lark). Todos actuaron como conversos para ser llevados por los malos ante sus familiares y rescatarlos. Bajo una gran tapa de Bob Layton, Círculos Concéntricos, nos muestra el destino de los villanos: lavado de cerebro y enlistados al Squadron Supreme como refuerzos para su campaña de pacificación-control del mundo. Seis miembros nuevos, cuartel secreto nuevo (que es toda una ciudad) pero mucho conflicto: el arquero es echado del equipo y su amante de grito sónico lo sigue, Amphibian -el falso Aquaman- rompe las máquinas lava-mentes y borra los planos de Tom, antes de irse a la mierda para siempre. Falta aclarar que los dibujos a cargo de Paul Ryan con tintas de Sam de la Rosa y Keith Williams son de lo peor de esta maxiserie.
Y acá viene lo bizarro. Saltamos a la revista Captain America nº314, a cargo de Gruenwald, Paul Neary y Dennis Janke con un resultado apestoso en la faz gráfica, para mostrarnos cómo Nighthawk. con ayuda de un brujo, pasa a la Tierra-616 y se encuentra con Steve Rogers. Le pide ayuda y éste expone el caso ante los Avengers para ver si deben o no ayudarlo. Los campeones de la justicia se niegan a meterse en temas de otras dimensiones y el Capi team-upea con el falso Batman en lo que parece un caso menor, pero es la aparición de seres con poderes de la Tierra-712 en Nueva York. Tras una pelea medio salame (con homenajes a los comics de Batman de la Silver Age), Nighthawk volverá a su dimensión con tres nuevos aliados que, si bien son villanos, prometen ayudarlo en su plan para derrocar al Squadron Supreme.
(Muy pronto, la segunda parte)