Mighty ´80s

En 1985, la editorial First rescata los primeros episodios de Nexus, que había publicado la extinta Capital, y los presenta en un nuevo formato.

The Original Nexus

09/08/2024

| Por Diego Accorsi

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Bienvenidos a la sección que se pasea por la prolífica y asombrosa década de los ‘80s para desempolvar las joyas de una inmensa corona o descubrir los bofes más recalcitrantes que se produjeron en el mercado de los superhéroes yanquis. En estas expediciones cuasi-arqueológicas indagaremos revistas, libros o el formato que fuere, publicados entre enero de 1980 y diciembre de 1989, para ver quiénes brindaron su arte y cómo se desarrollaban las aventuras en ese período.

  • Título: The Original Nexus
  • Editorial: First Comics
  • Formato: Álbum tipo europeo (graphic novel)
  • Período: Noviembre 1985
  • Autores: Steve Rude y Mike Baron

Informe: Para 1981 Mike Baron logra enlistar al joven y talentoso dibujante Steve Rude detrás de su proyecto y juntos preparan las primeras páginas de una nueva serie protagonizada por un inusual superhéroe, 500 años en el futuro. Nexus tiene mucha aceptación por donde la muestran, pero los muchachos deciden apostar por la editorial independiente Capital Comics. La serie arrancó como una miniserie de tres episodios en blanco y negro y siguió durante 80 números, ya a color, incluso cuando a los seis números Capital cerró y la serie pasó a First. Ante la necesidad de republicar las primeras historias, en 1985 la nueva editorial metió esa miniserie primigenia tras una nueva tapa color del ‘Dude’ Rude y añadió un prólogo de Chris Claremont, para la que sería la cuarta graphic novel de la editorial. “The Original Nexus” fueron 108 páginas en blanco y negro (a 6,95 u$s) que, si bien muestran a un dibujante muy en sus inicios, ya era grosso para esa época, y todavía se bancaba el paso de esos cuatro años. Fundamental para quienes quisieran conocer las primeras aventuras de Nexus sin tener que rastrear la miniserie de Capital, la “novela gráfica” nos presenta nueve capítulos bien diferenciados (tres de cada número original).

La historia arranca en el año 2481 en la luna Ylum, donde un tipo sueña mientras flota dentro de un líquido químico nutritivo. Sueña con los crímenes de lesa humanidad que cometió un dictador paraguayo y se despierta, se pone el traje y va a buscarlo. Pasaron muchos años, pero Nexus encuentra al dictador en un planeta lejano y con un poderoso rayo lo desintegra. Nada puede pararlo, nada parece afectarlo. “No pretendo juzgar. Mis visitas no tienen nada que ver con la venganza. ¡Lo que hago lo hago porque debo hacerlo! Actúo… en defensa propia”. En el Capítulo 2 llega una periodista, Sundra Peale, a Ylum y se quedará para convertirse en el interés romántico del protagonista. Ella trata de averiguar sobre esta especie de Green Lantern pasado de rosca y así conocemos a la gente que vive en la base espacial, refugiados, como Dave de Thune, de quien nos cuentan su historia y su relación con el “héroe”. Llega otra nave sin invitación, esta vez, promete ayudar a Nexus para liberarse de sus ‘sueños’. En el Capítulo 3, Sutta Leberq le propone curarlo de sus sueños si a cambio asesina a un dictador que él le indica. Nexus acepta. En el siguiente capítulo Nexus y Sutta van contra el gobernante, pero cuando está a centímetros de matarlo, Nexus comprende su error y no lo hace. Leberq lo quiere hacer él y Nexus se lo impide, pero se escapa y tiene un plan para robarle el poder al protagonista. El Capítulo 5 nos muestra qué pasa en la base mientras Nexus no está: los adláteres de Lebeq tratan de hallar la fuente de poder del justiciero cósmico y se enfrentan a los refugiados amigos de Nexus a los tiros. Vuelve el poderoso héroe y se acaba todo. Él sabía que Sutta no podía curarlo de sus sueños, funeral por los muertos, fin.

Pasamos al Seis, donde Horatio Hellpop (nombre real de Nexus) le cuenta a Sundra su ‘secret origin’, el padre gobernante comunista que huye de un planeta en plena revolución y lo destruye asesinando a millones de habitantes. Salva a su esposa embarazada y llegan hasta las fabulosas entrañas de Ylum. Capítulo Siete sigue con la historia de Theodor Hellpop y su familia, aislados en el satélite maravilloso, donde Marlis da a luz a Horatio prematuramente, y lo meten en un tanque con forma de reloj de arena, lleno de líquidos nutritivos. Crece feliz, hasta que cuando tiene cinco años, su madre se interna por los laberínticos pasillos de la inmensa construcción, se pierde y muere de hambre. Para cuando cumple 9 empieza a sufrir ataques por una deficiencia que afecta su sistema nervioso y la única solución es meterlo de nuevo en el tanque químico. Crece fuerte y se interesa por la cultura, hasta descubrir que su padre es un genocida. Si bien es fuerte y ágil, cada tanto tiene que volver a los nutrientes, y allí los sueños se revelan como imágenes, y la solución parece ser terminar con la causa: su padre. Sin más, Horatio proyecta su energía como un rayo y lo elimina. Luego sigue soñando con asesinos seriales y al despertar tiene una misión, el traje y un nombre: Nexus.

En el Capítulo 8 Horatio debuta sexualmente con Sundra y la lleva la superficie de la luna donde de la nada crea un palacio para ella (-¿Hola? ¿Con el Doctor Manhattan? ¿Le pueden preguntar a Moore si se choreó esta escena?). Pero un rayo destruye todo y aparece Sutta para desafiarlo a un duelo final. Último capítulo, en el enfrentamiento Nexus descubre la fuente de poder de Lebeq y le gana a costa de destruir tres estrellas cercanas y se queda con cientas de miles de cabezas en soportes vitales de las que Sutta extraía energía. En la Tierra no ven con buenos ojos la pérdida de esas estrellas y empieza un plot contra Nexus para futuras aventuras. Breve relato de tres páginas donde Dave narra una anécdota menor y terminó el libro.

Como presentación del personaje está bien, el origen está bueno, abre muchas puntas para explorar, pero quizás deja muchas dudas sobre la factibilidad de buenas historias con un personaje tan poderoso (claro que lo mismo pensé cuando leí los primeros números de Sandman y Neil Gaiman me cerró el culo como con un tanque de La Gotita). Rude mejora a lo largo de los pocos números muy influenciado por el Space Ghost de Alex Toth, los diálogos están bien, buenos personajes secundarios, estos pibes la van a pegar (dice el tipo con el diario de ayer).

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