Necroilógicas

En las márgenes de la continuidad (o algo así) de DC, también hay lindas muertes del Joker para repasar.

Joker (parte 3)

16/02/2024

| Por Diego Accorsi

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Arrancamos con una defunción ilógica de nuestro payaso asesino, que actúa como bisagra entre la continuidad y los universos alternativos, porque estamos hablando de algo que sucedió dentro del evento Dark Metal, en la Tierra-22 (más precisamente en el nº1 de The Batman Who Laughs, escrito por James Tynion IV con dibujos y tintas de Riley Rossmo). Resulta que el Joker descubre que los químicos en su cuerpo lo están matando y sale a despedirse con una masacre descontrolada. El Penguin, Catwoman, Gordon, docenas de civiles, todos son boleta para esta última ‘broma’ del rey de la demencia, hasta que Batman dice basta. Y lo enfrenta justo cuando el Joker está por inyectar a unos niños con el veneno ‘jokerizador’. Esto es demasiado para el murciélago y para frenar a su archi-némesis, le rompe el cuello. Lo que no se espera Bruce es que al morir, el Joker libera esa toxina virósica ‘jokerizante’ y él queda infectado, transformado en un demente de piel blanca y sonrisa tétrica, que será célebre como El Batman Que Ríe. Convierte a Damian en Joker Jr. y apunta al sector más conocido del Universo DC. La mente híbrida de Batman y el Joker tiene como objetivo viajar por las dimensiones paralelas donde reclutará a versiones deformes de Batman para conquistar el Multiverso. ¿Viste, Bati-orejas? Una vez que lográs matar al Joker posta, creás al peor villano posible. Ni muerto se termina con este personaje.

Ahora sí, empecemos a recorrer otras defunciones del Joker por entre las realidades alternativas del DCU, y nos vamos a Junio de 1986, cuando Frank Miller nos presenta la magistral Batman: The Dark Knight Returns, con un anciano Bruce Wayne y un ‘recuperado’ némesis. El enfrentamiento se va a resolver precisamente dentro del Túnel del Amor, donde vemos a un Batman herido, decidido a paralizar al Joker para siempre quebrándole el cuello. El payaso ejecuta su última broma y se parte la nuca él mismo: si bien se suicidó, la policía culpará al encapotado, para joderlo de nuevo, aún después de muerto.

Otra historia considerada un Elseworlds es la que nos traen Pepe Moreno y Doug Murray con este experimento realizado íntegramente con computadora en aquel lejano 1990. Hablamos de Batman: Digital Justice, ambientada en un futurístico Siglo XXI donde el mundo está regido por un virus llamado The Joker (creado décadas atrás por el verdadero villano, que vaya uno a saber cómo supo programar un dictador en forma de virus informático). La pelea se da en el terreno digital y cuando el droide Alfred inserta un disco de memoria en la base de datos, se reactiva la personalidad de Batman, la computadora explota y destruye al Joker Virus. Y bueh, por lo menos es una forma de que muera.

En Febrero de 1992 aparece el What If Batman fuera vampiro, conocido oficialmente como Batman and Dracula: Red Rain (por Doug Moench y Kelley Jones) y si bien en este Elseworlds no aparece el Joker, Bruce queda convertido en vampiro y da pie a una secuela por el mismo equipo creativo (Batman: Bloodstorm) en Noviembre de 1994. Acá el Joker toma el control de las huestes de Drácula y el Bati-vampiro con Selina Kyle (que se transforma en gato) van a frenarlo. Este Man-Bat logra vencer las trampas del payaso, pero cuando asesina a Selina, Bruce pierde el control y le quiebra el cuello al Joker para beber de su sangre. Como es lógico, no puede dejar que exista un Joker Vampiro y le atraviesa el corazón con una estaca. Muerto el perro se acabó la rabia, pero el Batman Vampiro seguirá sin nuestro bufón asesino.

Mark Waid y Alex Ross nos presentan un futuro distópico del Universo DC en la poderosa miniserie de cuatro partes Kingdom Come, de 1996, y como un flashback, nos cuentan que el Joker asesinó a Lois Lane, Jimmy Olsen y a un montón de trabajadores del Daily Planet. Si bien lo atrapa la policía, el nuevo ‘superhéroe’ Magog enfrenta a un Joker esposado y lo vaporiza. Superman lleva a Magog a la Justicia y acá empieza a quedar claro el conflicto entre los nuevos ‘héroes’ que aclama la sociedad (y liberan a Magog), y los viejos ídolos tradicionales (Superman se retira), en una metáfora del mercado del momento con la entrada de los violentos ‘héroes cool’ de Image. Aún muerto, la maldad y la locura del Joker pueden arruinar todo el DCU.

Pasamos a otro Elseworlds de Agosto de 1998, cuando por culpa de un clavo que pincha una goma, los Kent no crían a Superman y se desarrolla otro mundo posible (Justice League: The Nail por Alan Davis y Mark Farmer). Acá el Joker lidera a los villanos con unos guantes con tecnología de Krypton que le permite, por ejemplo, asesinar lentamente a Batgirl y a Robin, mientras Batman mira prisionero. Con ayuda de Catwoman se libera, daña los guantes y sin más, asesina al Joker partiéndole el cuello en cámara. Por supuesto, esto deja a Bruce al borde de la locura y termina por entregarse a la yuta.

En Febrero de 2002, Frank Miller sale a chorear con The Dark Knight Strikes Again y en este futuro del futuro reaparece el Joker. Mata a varios personajes y sobre el final se revela que este Joker II es Dick Grayson, que, tras ser echado por Batman, cayó en las manos de Luthor y Brainiac que le injertaron poderes. A pesar de ellos, Batman logra tirarlo a la lava y se destruye por completo. Basta, Joker.

Lo mismo le pedimos a Alan Davis, cuando en Mayo de 2004 saca la secuela de su clavo, Justice League: Another Nail y el payaso asesino escapa del Infierno y vuelve para atormentar a un desequilibrado Bruce. Este Joker del Más Allá tiene poderes y está por asesinar a Batwoman (Selina), pero Batman está dispuesto a sacrificarse para llevárselo de vuelta al Infierno. Por suerte, los espíritus de sus víctimas, Robin y Batgirl, logran llevarse al Joker de vuelta al otro mundo. Aliviado, Bruce vuelve a la Liga y el payaso quedó bien muerto.

En Enero de 2008, la revista Countdown to Final Crisis nº15 (por varios guionistas y dibujantes) revela la existencia de la Tierra-51, en la que el Joker asesinó a Jason Todd y por ende, Batman se volvió medio chapa, más violento y agresivo. Con un chumbo en la mano, sale a perseguir al Joker y cuando lo enfrenta le mete un corchazo en medio de la frente. Después, el Monarch y Superboy Prime se encargarán de que esta Tierra no existiera jamás, pero bueno, es una muerte alternativa del yosapa a manos de Batman que vale la pena recordar.

Y terminamos nuestra recorrida por Elseworlds y futuros alternativos donde espicha el Joker con Batman: Damned (Noviembre de 2018, para el sello Black Label, a cargo de Brian Azzarello y Lee Bermejo).

​En esta saga de tres partes apuntada a un público más maduro y fuera de continuidad, puede ser leída como una secuela de la novela gráfica de 2008, Joker. Si bien aquella termina cuando el payaso se cae de un puente (vamos, a esta altura eso no lo podemos considerar si quiera como una posible muerte), en esta historia Batman tiene remordimientos por causarle la muerte a su némesis y busca a John Constantine para que lo guíe por el mundo sobrenatural para encontrar al espíritu de su archienemigo. Ante la falta de respuestas concretas realiza una autopsia al cadáver y se le aparece el Spectre: el Joker está muerto por elección de Batman; él lo dejó morir y al aceptar su pecado, el Espíritu de la Venganza se lo lleva al Más Allá. Bueno, entonces podemos considerar que la muerte en la novela gráfica Joker de diciembre de 2008 es una posta. Gracias, Brian.

¿Y hay más muertes del Joker más allá del DCU y de estos comics en continuidades alternativas? Por supuesto. Más Joker-cidio en nuestra próxima entrega.

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