En Agosto de 1994 se publicó semanalmente la miniserie Zero Hour, recordada al día de hoy como uno de los peores eventos de la historia de DC, escrita y dibujada por un Dan Jurgens poco inspirado, que entregó un trabajo realizado a las apuradas, y con la sola finalidad de cumplir con la necesidad de DC de cubrir algunos baches que habían quedado en su continuidad desde el final de la mítica Crisis on Infinite Earths, nueve años antes. La saga tuvo como consecuencias una nueva simplificación del Universo DC, al quitar del medio (nuevamente) de una vez por todas a los personajes redundantes de la Golden Age, al envejecerlos y matarlos (en los casos de Dr. Mid-Nite, Atom, Hourman, y Kent Nelson), jubilarlos (en los casos de Flash, Wildcat, Sandman y Starman), o agotarles los poderes (Green Lantern). También reordenó la línea temporal del Universo, dejó fuera de la continuidad algunas cosas, y sirvió como plataforma de lanzamiento de varias series nuevas, que desde el comienzo se sintieron totalmente de relleno, tales como “Primal Force”, “Manhunter”, “Fate”, y “Extreme Justice”, todas muy olvidables.
Pero no todo lo relacionado a Zero Hour fue necesariamente malo. Hubo entre medio de todo esto, una serie que se inició desde el nº0, durante el “Zero Month”, en el que se lanzaron los nºs 0 de todas las series de DC de ese entonces, y que siguió hasta el nº80, siempre con una calidad altísima, lo que la llevó a ser una de las mejores (y en mi opinión y la de muchos, LA MEJOR) serie de DC de los ´90. Y si, es precisamente, la que da el título a este artículo.
“Starman” fue escrita por James Robinson, el mismo joven guionista británico que el año anterior había conquistado a todos (lectores, y profesionales) con su miniserie “The Golden Age”, un Elseworlds ambientado tras el final de la Golden Age, en el que los viejos héroes de los ´40, de un día para el otro se vieron enfrentados a una realidad en su propio país en la que eran vistos con suspicacia, y se vieron forzados a colgar la capa para no ser considerados traidores o comunistas. “The Golden Age” fue un trabajo excelente realizado entonces por Robinson en los guiones, y Paul Smith en los dibujos (unos dibujos increíbles, que transportaban a la época, a la vez que evocaban el aspecto visual de Watchmen), y le valió a Robinson el respeto y admiración de todos, a la vez que la reputación de ser un profundo conocedor de los personajes de la Golden Age.
Pero volvamos a Starman. Fue precisamente esa reputación, y el hecho de que ser muy fan del Starman original, lo que le abrió la puerta a Robinson para lanzar ésta nueva serie, y Zero Hour fue la plataforma de lanzamiento perfecta para ese fin. “Starman” está protagonizada por Jack Knight, el hijo menor de Ted Knight, el Starman original, el de siempre, el de Justice Society of America. Jack, no es un superhéroe, de hecho no solo no le interesa convertirse en uno, sino que incluso siente vergüenza y cierto desprecio por la historia de su padre como héroe, así como toda la mitología que rodea a los superhéroes en general. Por otra parte, quien sí decidió seguir los pasos del buen Ted, fue David, el hermano mayor de Jack. Al comienzo del primer número de la serie, David es asesinado, y eso es el puntapié que impulsa a Jack a tomar el Cosmic Rod, y embarcarse en la aventura de su vida, que lo llevará a tomar la decisión de asumir el rol y el nombre de Starman a partir de ese momento, y hasta el final de la serie.
Por su parte, Jack es un personaje principal poco ortodoxo, alejado completamente del modelo de superhéroe clásico, pero también totalmente alejado de los nuevos modelos heroicos de los ´90. Es más bien un “everyman”, un tipo que no parece destacar por ninguna característica particular, que no se diferencia de cualquier otro, y que vive con los pies bien puestos sobre la tierra. A la vez, es alguien con quien el lector puede identificarse, ya que desborda de pasión por los coleccionables, y en este punto, conecta mucho con la fiebre del coleccionismo que tanto mueve a quienes nos volcamos de lleno (me incluyo, obvio) en todo lo referente a la cultura popular. Las referencias culturales de todo tipo que tira Jack en cada página, obligan a estar cada dos por tres consultando Google. Son todas posta, doy fe de eso.
“Starman” es una serie realizada con mucho amor, y se nota en cada página de cada número. Tanto Robinson como los dibujantes que lo acompañaron, ya fuera Tony Harris, como también Peter Snejbjerg, le dieron una personalidad a la serie, que no se podía comparar con ninguna otra, y convirtieron a Starman en uno de los títulos más esenciales de la época. Precisamente Tony Harris, el primer dibujante, que se encargó de básicamente la primera mitad de la serie, realiza un trabajo de diseño exquisito tanto en los personaje como en el aspecto de la ciudad, Opal City, y el desarrollo de la acción. Realmente no se puede comparar visualmente con nada más de la época. Lo más aproximado sería Hellboy, tal vez. Pero tampoco. Esto es otra cosa. Se sabe que Harris diseñó a Jack basándose en sí mismo, y que a la vez, el propio look de Harris está inspirado en el del músico Chris Isaak, a quien Jack nombra sobre el final del primer arco, como una más de tantas referencia culturales que tira Jack, como ya mencioné antes. Todo, desde el cabello, la cara, la vestimenta, hacen a un perfil del personaje que está minuciosamente estudiado, y logrado. El mismo nivel detalle le dedica también a los personajes secundarios, y a Opal City, la ciudad de Starman, que merecen ser mencionados.
Robinson y Harris crearon para “Starman” el mejor elenco de secundarios de la época, sin duda el más diverso e interesante, y todos parecen haber sido diseñados para que Jack pueda volcarse a todo tipo de aventuras. A diferencia de lo que ocurre con Superman, cuyo elenco de secundarios tiene la función de mantener a Superman en contacto con el elemento humano de su vida, los aliados y amigos de Jack cumplen la función opuesta. Al ser Jack un tipo tan mundano, tanto la familia de policías O’Dare, como el inmortal Shade, la enigmática tarotista Charity, y sus amigos Mikaal Tomas y Solomon Grundy, parecen abrirle las puertas para protagonizar aventuras de todo tipo, sean policiales, místicas o cósmicas, lo que termina haciendo a Jack un héroe muy versátil. La gran excepción es Sadie, su gran interés romántico, quien logra como nadie volver a ubicarlo en la realidad de todos los días. Por supuesto, no hay que olvidar el enorme apoyo que le brinda Ted Knight a Jack, y los distintos aspectos en los que se desarrolla la relación entre ambos, sea como padre e hijo, como en sus roles de distintas generaciones del mismo legado heroico, con todos los matices y conflictos que pueden surgir entre dos personajes en esos roles,
Un comentario aparte merece Shade, el inmortal residente de Opal City que suele aliarse a Jack y los O’Dare en varias ocasiones. Este personaje resulta muy llamativo tanto por su aspecto visual como por sus poderes (los mismos que los de Nightshade, Ian Karkull ,Shadow Thief, y Obsidian, básicamente), pero además, también tiene un pasado dentro de la historia del universo DC. Resulta que el enigmático aliado de Jack es un villano clásico de la Golden Age, que formaba parte de la galería de enemigos habituales de Jay Garrick, el Flash original. Por supuesto, Shade tiene sus motivos para actuar como lo hace, pero más interesante que sus motivos, son las formas en las que ayuda a Jack. Una de ellas consiste en darle a Jack sus diarios sobre su vida en Opal, en los que relata la historia de la ciudad, y de los héroes (y villanos) que la habitaron a lo largo de los años, dándole pistas e información, como en el caso del criminal inmortal Merritt, y es a través de los diarios que podemos descubrir más sobre la ciudad y el legado heroico de Starman en números unitarios especialmente titulados “Times Past”.
La serie siguió hasta después de finalizada la década del ´90 y se despidió con el nº80, publicado con fecha de tapa de Agosto de 2001 Hubo varios especiales, anuales, y spin-offs, entre ellos un especial de The Mist (la villana principal), como parte del evento “Girlfrenzy”, y dos mini-series de The Shade, una de cuatro episodios y una de 12, esta última publicada después del relanzamiento de DC conocido como New 52, pero ambientado en la continuidad pre-Flashpoint. También hubo un crossover co-publicado junto a Dark Horse a principios de 1999, en el que Jack compartió cartel con Batman y Hellboy, en un par de especiales titulados respectivamente “Batman/Hellboy/ Starman: Gotham Grey Evil”, y “Batman/Hellboy/ Starman: Jungle Green Horror”, ambos escritos por James Robinson, e ilustrados por Mike Mignola. También hay un 80-Page Giant, un Secret Files & Origins e incluso un nº 81, que salió muchos años después de finalizada la serie, para conectar con “Blackest Night”, un evento centrado en Green Lantern.
Hay varias ediciones recopilatorias, que van desde los antiguos TPBs, a los hardcovers deluxe, y los TPBs deluxe. Más o menos recopilan toda o casi toda la serie, aunque a los TPBs originales les faltan algunos números.
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