¡Que Vuelvan los '90!

Rick Veitch deconstruye el mito superheroico y pone en evidencia la hipocresía de los poderosos y la miseria que generan en detrimento de los trabajadores.

The Maximortal

12/03/2021

| Por Alejandro Caracciolo

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01Publicada por la editorial independiente Tundra en 1992, “The Maximortal” está considerada la segunda parte de una trilogía creada por Rick Veitch, compuesta además por “Brat Pack” y “The One”, que también son comics brillantes, aunque sin duda la más célebre de las tres partes es la que abordo en esta nota.

The Maximortal se compone de siete números publicados de forma irregular desde agosto de 1992, hasta diciembre de 1993, tras el éxito de la mencionada “Brat Pack”. Lo que hace Veitch en esta nueva obra es continuar con el revisionismo deconstruccionista del mito superheroico emparejado con una fuerte crítica al mundo editorial, dentro del contexto histórico en que se desarrolla la miniserie.

Veitch no se guarda nada y aprovecha el contexto de sus historias para criticar a todos, el gobierno, los empresarios, la industria del entretenimiento en general y la del comic en particular, con alusiones muy obvias a algunas figuras muy reconocibles, a la vez que pone en evidencia la hipocresía de los poderosos y la gran miseria que generan en detrimento de los trabajadores, en un ámbito donde se lucra con la idea de justicieros que defienden a los más débiles.

14_03A través de su recuento del origen de Superman, Veitch va a explicar de la forma más clara posible el enorme daño causado a los creadores de Superman y a toda la industria del comic, por parte de empresarios que se encuentran en una posición privilegiada que les da a acceso a apoyo de distintas agencias (gubernamentales, de entretenimientos, etc), para facilitarles la impunidad cada vez que abusan su poder contra el trabajador, en este caso, Jerry Siegel y Joe Shuster, o como son llamados los personajes que los representan, “Jerry Spiegal” y “Joe Schumacher”, aunque no deja de ser perfectamente obvia la referencia.

La forma en que Veitch desarrolla el relato está llena de toques de genialidad, para entrelazar su interpretación de la realidad histórica con el origen ficticio de Superman, la concepción de Nietzche del super hombre, la forma en que todos estos elementos forman parte de una única realidad, y cómo la historia se ve impactada por la “fantasía” del super hombre.

Son inevitables también las comparaciones con Watchmen, dada la conocida asociación entre Veitch y Moore, con quien trabajó en varias oportunidades, y por el tono deconstruccionista de ambas obras. Sin embargo, las similitudes no se quedan ahí; entre otras tantas cosas, resulta muy evidente que ambos se valen de sus respectivas obras como medio para exponer una crítica a algunos de las personas y episodios más oscuros de la historia del comic norteamericano. En este sentido cabe destacar la persecución a creativos de todos los ámbitos por parte del gobierno estadounidense, y que se volcó fuertemente contra los comics, así como la participación en este proceso del infame Dr. Frederick Wertham, y su libro “Seduction of the Innocent”, representado en “The Maximortal” de forma mucho más clara que en Watchmen, con su nombre apenas modificado, para evitar cualquier tipo de confusión. Mientras que en la obra de Moore la crítica a Wertham se realiza a través de uno de los personajes miembros de “The Minutemen”, el original Nite Owl (cuyo libro “Under the Hood” es una referencia de aquel), resulta claro que en ambos casos se intenta exponer la falsedad del argumento que busca censurar y restringir la libertad creativa en defensa de la moral, en base a suposiciones sin fundamento.

6001En el caso de “The Maximortal”, Veitch llega un poco más lejos, al postular que toda cruzada moral impulsada por los gobiernos tiene en última instancia, un interés afín a las ambiciones personales de los gobernantes, muy alejadas de los deberes relativos a los cargos que ocupan, y por ende, contrarios a los ciudadanos que viven bajo su mandato.

Este modelo de ejercicio de poder se repite en todos los ámbitos, y las víctimas son siempre las personas comunes. En el caso de la industria del comic, desde el principio los editores han buscado acaparar la mayor parte de las ganancias, y se han valido de engaños e influencias políticas para asegurarse la explotación indefinida de propiedades intelectuales cuyos derechos fueron obtenidos mediante artimañas y actos fraudulentos. Esto es clarísimo en el caso de lo ocurrido a los creadores de Superman, en el que se hace principal hincapié en esta mini-serie, y cuya lucha por parte de los propios creadores (y luego por parte de los herederos y familiares) ha continuado a lo largo de décadas. También se explora el caso de la televisión, con una clara alusión a la trágica historia del malogrado George Reeves, quien interpretara a Superman en la serie televisiva “The Adventures of Superman” durante la década del ´50, y quien también fuera víctima de los manejos corporativos de Hollywood.

maximortalintExiste una secuela publicada por King Hell en 1996, titulada “Boy Maximortal”, menos conocida, pero con el mismo tono de crítica a la historia del comic, y fuertemente enfocada en la relación entre Stan Lee y Jack Kirby. En mi opinión, igual de acertada que su antecesora, pero mucho más polémica dada la gran aprobación de la que al día de hoy aún goza Stan Lee, mientras Kirby permanece casi en el anonimato para el público en general, cuyo contacto con el comic han sido el cine y la televisión en lugar de los propios comics.

Hay varias ediciones recopilatorias publicadas, hace ya un tiempo. Hay un hardcover publicado por Tundra en 1992, de edición limitada a sólo 200 ejemplares, firmados por Veitch. Difícil de conseguir y seguramente caro. También hay un par de ediciones en TPB, ambas de King Hell, la primera de 1996 y la segunda de 2005.

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