Últimamente, la cuestión de género parece ser un trending topic en el megaverso de la internet; en una tangente en el caos infinito de información cruzando todo foro, tópico, tema… Y visto y considerando que soy la autora en una columna que presenta la perspectiva femenina en el sitio, vamos a hablar de las mujeres en los comics.
Siempre que sale la cuestión referida a la sobresexualización, violencia desmedida, abuso y depravación de los personajes femeninos, en particular del tratamiento de éstos personajes respecto a sus muertes, salen las mismas respuestas: “Los personajes masculinos también se mueren, también sufren, también son sexualizados. A Batman le matan a Robin, Superman muere, la Cosa es horrible y eso no va a cambiar…”
Quiero que veamos la cuestión fundamental: los personajes masculinos, especialmente los de primera línea, siempre tienen una situación de adversidad que tienen que sobrepasar. Con los personajes femeninos también, vemos un evento traumático que las lleva a volverse heroínas, pero esta construcción se degenera al punto de que, en contraparte a sus colegas masculinos, no pueden volver al punto de origen de ese heroísmo.
La mayoría de los héroes hombres, empiezan su viaje con una condición única o un impedimento, es una cuestión orgánica. Sobreponerse a eso, es parte de convertirse en héroe. Cuando nuestros héroes parece que van a perecer o alterar este status quo, usualmente vuelven más grandes y brillantes de lo que fueron nunca antes. Es un arquetipo clásico: cuanto más grande la caida, mayor el resurgimiento. Y en los casos en los que no pueden volver, mueren en una proeza heroica y mitológica, dignos de leyendas y festines en su honor. No puedo decir que haya visto una cosa similar con la mayoría de las heroínas.
Hay excepciones a la regla, claro está. Blok, de Legion of Superheroes por ejemplo. Pero por cada Blok, tenemos a Batman siendo más grandioso que antes, después de que Bane le rompa la crisma (lástima que no le pasó el número de su quiropráctico a Bárbara Gordon).
Tomemos eso. Birds of Prey nos muestra como terminó Bárbara. Nos muestra un muy buen comic, con mujeres fuertes, pero me gustaría saber por qué era necesario que tenga que terminar paralítica para que el personaje gane validez o popularidad.
En Marvel, She-Hulk (como contraparte) está relativamente libre del drama de la mayoría de los personajes femeninos; pero She-Hulk encuentra validación en el mercado por ser Goliat con tetas. Por rechazar toda la naturaleza “débil” de su propio sexo. Para pensarlo…
Creo que utilizar violencia desmedida sobre un personaje femenino como plot point en una historia de un personaje masculino es un lugar común, sexista e innecesario. Entiendo que a lo largo de la historia, el común denominador en el público objetivo de la historieta fuera una barba incipiente (con suerte), y que la cantidad de artistas y autoras femeninas siempre es muy menor. Pero, ya estamos grandes, ¿no?
Podemos seguir metiendo a Alexandra en la heladera, o podemos seguir tiroteando y violando Bárbaras just for fun.
O quizás podemos comprometernos y desafiarnos como creadores (y obviamente, ustedes como lectores a exigir ese cambio) a crear mujeres verosímiles, fuertes e independientes, como las que pueden tener al lado.
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