Dimensión Unitaria

La leyenda del pacto faustiano entre Robert Johnson y el Diablo, pero con animalitos, mugre y pésima leche.

Brer Hoodoo

01/06/2023

| Por Lucas Ferrero

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Bienvenidos a la sección en la que diseccionamos el maravilloso mundo de las historias cortas, desde anuales y especiales bizarros hasta clásicos y gemas de culto. Bienvenidos al verdadero Triángulo de las Bermudas de la historieta, donde conviven Larry Hama, Enrique Breccia, Keiko Takemiya y Dylan Dog.

A fines de los ’90, el sello Vertigo lanzó una antología de terror llamada Flinch que duró apenas 16 números, pero con una cantidad de autores de altísima calidad. En la lista de los convocados figuran artistas como Bruce Jones, Frank Quitely, Frank Teran, Chris Weston, Bill Sienkiewicz, Bruce Timm, Dave Taylor, Eduardo Risso, Sean Phillips, Jim Lee, Dean Motter, Garth Ennis, Tim Truman, Joe R. Lansdale, Mike Carey, Richard Corben y varios más.

La balada del Robert Johnson antropomórfico

La antología Flinch tiene una montaña de historias cortas interesantes. A diferencia de otras revistas, en esta hay variedad de fórmulas en el relato y no todas funcionan con que la última página resuelve todo el misterio o la tensión. Algunas son conservadoras, otras un poco más graciosas y luego está Brer Hoodoo de Joe R Lansdale y Tim Truman, aparecida en el nº13, de Julio de 2000.

En apenas ocho páginas, el relato cuenta la leyenda de Robert Johnson (el músico de blues que vendió el alma al Diablo para tocar bien la guitarra), pero con animales. A diferencia de la vida de Johnson, acá Lansdale agrega a un un oso con parche que cuenta la historia con interrupciones mientras se como a otros animales y con un muy buen remate sobre el final.

Lansdale pone todo su imaginario en esta historia corta. El típico relato de buscar el éxito y el talento de un golpe y no poder después manejarlo. El protagonista es el Brer Hare algo así como el hermano liebre, quien se cruza al Diablo y le pide un deseo a cambio de donarle el alma. Por supuesto que quiere ser el mejor guitarrista de la historia con un instrumento en especial y de ahí el conflicto. Lansdale, que siempre es retorcido, bizarro y extremo, le agrega más personajes secundarios a la historia y hasta un enfrentamiento con la policía.

La década de los ’90 fue la consagración del maestro no sólo como escritor de literatura sino también como un excelente guionista de historietas. Lansdale, además de tener la suerte de ser fanático de los comics y escribir muy bien, contó siempre con la posibilidad de trabajar con muy buenos dibujantes como Truman, Mark Nelson, Sam Kieth y Piotr Kowalski. Además, Lansdale también tuvo adaptaciones de sus trabajos literarios por gente muy talentosa como Corrado Mastantuono, Pasquale Frisenda, Jerry Prosser, Jack Jackson y varios más.

El Joe Kubert de la fealdad

Pocos dibujantes en la industria americana tienen una carrera tan original y genial como la de Tim Truman. El egresado de la escuela de Kubert desde sus comienzos hasta hoy supo sobrevivir y con mucha dignidad a la picadora de carne del comic americano. Truman no sólo dibujó Grimjack, Scout y novelas gráficas de personajes históricos, sino que también trabajó para DC con íconos como Hawkman, Jonah Hex, la Liga de la Justicia y más personajes.

El dibujo de Truman para esta historieta es magia desde el comienzo hasta el final. Truman ya había hecho historietas musicales, ya que había trabajado para las antologías de la famosa banda Grateful Dead. En esas revistas el maestro, aparte de adaptar canciones a historieta, llegó a crear su propia historia en homenaje al grupo de rock en su propio tono. Sí, una especie de aventura muy similar a la acción de los guiones de John Ostrander y a la locura de Lansdale. El relato es Eagle Mall, una de las mejores gemas ocultas del comic musical.

Pero, ¿Truman dibujando animalitos antropomórficos, te parece…? Sí, en la década de los ’80 hizo una novela gráfica muy poco valorada llamada Time Beavers. La sinopsis podría explicar cómo un grupo de castores militares que viajan por el tiempo tienen distintas peleas con mosqueteros, Hitler y varios seres raros que solo el maestro podría dibujar. La experiencia de la década de los ’80 más la de los ’90 le da toda la jerarquía para poder expresarse de una manera tan suelta y detallada en Brer Hoodoo.

Las puestas en página para esta historieta son de la clásica narrativa del dibujante. Los planteos son de cuatro o cinco viñetas y varias en formato horizontal. Truman les agrega mucho detalle a todos los animales no sólo con su anatomía sino también con la ropa y los instrumentos musicales.

La dupla Lansdale y Truman

A comienzos de los ’90 Lansdale y Truman trabajaron juntos en la primera miniserie de Jonah Hex: Two Gun Mojo y luego le siguieron Riders of the Worm and Such y por último Shadows West. Estas tres miniseries son de una calidad superior, ya que Lansdale y Truman le agregan al Lejano Oeste todo un mundo de terror y locura, algo que no se había hecho con el personaje. Además, para la editorial Topps hicieron otra historia en tono similar, pero con el Llanero Solitario y Tonto. Luego de esto, Truman adaptó un cuento de Lansdale llamado Dead Folks para la editorial Avatar. Un trabajo distinto en un futuro postapocalíptico y muy bien dibujado. La última colaboración de ambos es una miniserie para Conan llamada Songs of the Dead. Una historia muy distinta a todo lo que habíamos visto de la dupla, pero con el mismo nivel de locura y villanos grotescos que ofrecen siempre las aventuras de Lansdale.

Truman nació para dibujar todo lo que escribe Lansdale. La razón es sencilla: a Truman le viene bárbaro dibujar gente malvada, monstruos grotescos, aventuras de terror en el Lejano Oeste y camiones postapocalípticos en un desierto. Además de haber hecho varias historietas, el maestro también hace tapas para sus novelas cortas o recopilaciones de cuentos. Esperemos que ambos autores no tarden mucho en volverse a juntar y nos den más sorpresas e historietas divertidas.

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