Gema del Tiempo: POPEYE de E.C. Segar
Cuando en 2004 trabajaba en la Biblioteca de Cómics Clarín, para el Tomo 14, me tocó seleccionar lo mejor de dos personajes para el libro “Popeye/Olaf el Vikingo”. Del primero, me fue muy fácil: lo mejor de Popeye son las primeras sagas publicadas bajo su propio nombre, mezcla perfecta de aventura y humor, creación del genial E.C. Segar (Illinois- 8/12/1894).
A finales de la década de los veinte, el reparto de su tira Thimble Theatre constaba claramente de seis personajes a la búsqueda de una verdadera estrella. Y ésta apareció el 17 de enero de 1929 en la inesperada forma de un marinero tuerto. Inicialmente, Popeye no iba a ser más que un personaje circunstancial, pero no sólo no se fue, sino que terminó por adueñarse de la tira.
Con los años, Segar reunió alrededor de Popeye unos personajes fabulosos pero de todo ese reparto, el único que mantuvo ininterrumpidamente su presencia en la serie fue Olivia. Desde el momento en que conoció a Popeye en 1930 y a pesar de su indeseable aspecto y aún peores maneras, no tuvo ojos para otro. En nombre del amor, el juego limpio y la aventura, el osado Popeye se enfrentaba a la Bruja del Mar, limpiaba de bandidos el Valle Negro, se nombraba dictador de Espicanova y restauraba al rey Cocoliso al trono de Demonia (la habilidad de Segar a la hora de imaginar tierras fantásticas igualaba su talento para crear personajes inolvidables).
Segar se reía de la institución familiar, la monarquía, el ejército, la policía, las instituciones sociales… burlas que no pasaban desapercibidas a un público adulto sumido en las penurias de la Gran Depresión. Los chicos, por su parte, veían en el marinero tuerto el equivalente a un superhéroe de la época: honrado y protector de los débiles.
E.C. murió en California, el 13 de octubre de 1938. Su visión murió con él, ya que ninguna de las incursiones de Popeye en el mundo de la imagen animada ha resultado ni remotamente tan transgresora como la imaginada por Segar. Y aunque el King Features Syndicate puso la tira en otras manos, esto sólo sirvió para infantilizar al personaje merced a un abandono de la sátira del mundo real.
Gema del Alma: ARRUGAS
Creadas por Paco Roca en 2007, estas 104 páginas han ganado infinidad de premios, se han adaptado al cine y te van a dejar temblando. En Arrugas Roca compila anécdotas de viejos con Alzheimer y problemas mentales en geriátricos, narradas con la capacidad de emocionarte y hacerte disfrutar de la historia al mismo tiempo. Se nota que el autor se compenetró en el tema, se preocupó por estos seres humanos para retratarlos en sus viñetas con una humanidad impresionante, con una verosimilitud tremenda, con humor y una sensibilidad pocas veces vista en un comic. Los dibujos, el color, todo ayuda a que Arrugas se te meta bajo la piel y te estruje el alma, te pongas a pensar en esos ancianos con demencia senil encerrados en los geriátricos, y en tu propio futuro.
Gema del Espacio: “HOW THINGS WORK OUT”
Esta breve historia aparecida en la Tomorrow Stories nº2, publicada por Wildstorm/DC en Noviembre de 1999, es una joya escrita por Alan Moore con dibujos de Rick Veitch, para el personaje Greyshirt. Es un mecanismo perfecto de relojería, en el mejor estilo Eisner donde cada una de las ocho páginas está cortada en cuatro cuadros horizontales y cada cuadro es un piso de un viejo edificio, en un tiempo diferente y las historias se entrelazan y entremezclan en historias tremendas que se mueven entre décadas y pisos. No se puede tanta magia en tan poco espacio.
Gema del Poder:
AKIRA es el manga de más de dos mil páginas, escrito y dibujado por Katsuhiro Otomo entre los años 1982 y 1990 que se convirtió en la punta de lanza del género en el mundo. Ganadora del Premio Kōdansha al mejor manga en 1984 en la categoría general, esta historia nos lleva a un Tokio futurista, violento y veloz, con pandillas, drogas, experimentos, militares, mutaciones, poderes psíquicos y jóvenes con un ritmo imparable y una gráfica demoledora.
Gema de la Mente:
Sin lugar a dudas, LA SAGA DEL INCAL creada por Alejandro Jodorowsky y Moebius -también conocida como Las Aventuras de John Difool- es uno de esos comics que te vuelan la cabeza, te mantienen atrapado e intrigado, pensando y especulando qué mierda está pasando a lo largo de sus seis álbumes. Los personajes se entreveran en una sucesión de eventos que van en una escalada descontrolada, desde callejones futuristas a delirios cósmicos, con razas alienígenas y deidades, con una mascota pterodáctilo, un Metabarón, una emperoratriz, homeoputas, tecnopadres, licántropos, representaciones metafísicas, y una demencia tal, que todos los personajes están basados en las cartas del Tarot (por ejemplo, John Difool está basado en El loco).
El Incal empezó su andadura en la revista francesa Metal Hurlant en diciembre de 1980. Se publicaron 6 álbumes: El Incal negro (1981), El Incal luz (1982), Lo que está abajo (1983), Lo que está arriba (1985), La quinta esencia: La galaxia que sueña (enero 1988) y finalmente La quinta esencia: Planeta Difool (junio 1988). De estructura circular – comienza y acaba con la misma secuencia – esta saga que les tomó ocho años de realización, es una gema rara, pero con unos dibujos tremendos que bien vale la pena dedicarle mucho tiempo a su lectura para tratar de comprender la cosmogonía y los delirios más intrincados en todo su esplendor.
Gema de la Realidad: LA VIDA DEL CHE
Ernesto “Che” Guevara es uno de esos personajes históricos cuya vida ha trascendido la realidad y se ha convertido en un mito, y quizá, ayudó –que a pocos meses de su muerte,- el gran guionista argentino H.G. Oestrerheld escribiera una hagiografía del héroe de la revolución cubana.
Un proyecto claramente turbulento, en el contexto de una sociedad conflictuada, sale porque el editor Jorge Álvarez tenía pensado iniciar una colección de biografías de protagonistas de la historia latinoamericana, y con arrancó con La vida del Che, pero todo se esfumaría en la hoguera del dictador Onganía, quien además de allanar la editorial, secuestró y destruyó los originales. Un Oesterheld maduro pero decepcionado, escribe la historia de Ernesto Guevara, desde su niñez hasta su muerte, y los Breccias se dividen la obra: el padre relatará, con ilustraciones realistas y un estilo más cercano al que usaba para las figuritas o los manuales de Historia, la biografía del Che desde su nacimiento hasta la salida de Cuba. Enrique, en su primera incursión profesional en el mundo de la historieta, narra -en episodios intercalados,- los últimos días del Che al mando de la guerrilla en Bolivia, con un arte más próximo a la abstracción y a la xilografía, con mucha influencia del verdadero amor de Enrique, la pintura.
Desde entonces, traducida a un gran número de idiomas y publicada en muchos países, esta biografía del Che escrita por Oesterheld como un relato que prescindía de indicaciones hacia los dibujantes, en el que deja que Alberto y Enrique Breccia desparramen talento y agranden el mito del Che Guevara.
Tres monstruos sagrados del comic local le rinden homenaje a una figura histórica de trascendencia mundial, para un resultado final espectacular y estremecedor. Hasta la victoria sequel!


