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NOTAS

Legends

En 1986, a John Byrne le toca dibujar una miniserie en la que DC relanza personajes, grupos y conceptos claves del universo post-Crisis.
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Martes 26 de abril, 2016

«To some these puny creatures are legends, the stories of their greatness inspiring others to greatness as well! Perhaps the time has come to strike at the core of the problem — to destroy the very concept of such legends! Then, perhaps, humanity will become more…compliant».

Darkseid

Luego de haber rebooteado la continuidad mediante la Crisis on Infnite Earths, DC buscaba relanzar algunas colecciones con personajes de mitad de tabla, a la vez que exhibía el lavado de cara de los más emblemáticos. Para ello la editorial ideó Legends una mini serie/mini evento (que originalmente iba a tener 8 números pero a pedido del dibujante quedó en 6) con guiones de John Ostrander y Len Wein y los dibujos de quien nos convoca en esta sección: el galáctico John Byrne.

La historia, que comienza a serializarse a fines de 1986, es bastante básica: Darkseid arma una runfla mediante su secuaz, Glorious Godfrey, quien es enviado a la Tierra como un operador de la desinformación, ayudado por sus dotes de orador y el poder de los medios a su servicio. El inescrupuloso conductor de televisión lleva adelante una «campaña del odio» para prender fuego la opinión pública sobre los superhéroes más inspiradores, las «leyendas». Por ejemplo, parte del plan incluye la muerte del ciborg Macro-Man al ser impactado por el rayo místico que el Captain Marvel usa para cambiar de identidad al grito de Shazam! por lo que el bonachón ex-Fawcett Comics es condenado socialmente cuando se le recrimina la autoría del hecho. Un comienzo del todo negativo para Billy Batson y su poderoso alter ego en esta nueva tierra post-Crisis.

La ilegalidad de la actividad súper heroica, recurso tratado con mucha menos gracia que en otras obras, es declarada y el presidente Reagan en persona le pide a Superman que deje de actuar. Superman acepta a regañadientes a diferencia de algunos compañeros que pasan a la clandestinidad absoluta, como Batman y Guy Gardner.

Muchos héroes aparecen a lo largo de la historia y al final Godfrey es derrotado cuando Robin (Jason Todd en ese momento) reúne a un grupo de niños que no habían caído manipulados por la cornisa mediática y actúan como escudo humano entre las justicieros y Glorious, quien termina de enterrarse solito cuando se coloca el yelmo del Dr. Fate y éste lo machaca mentalmente.

El cierre de la historia, si bien no tuvo contundencia alguna, sirvió para dejar el campo de juego de la continuidad listo para nuevas propuestas editoriales como ser: una nueva Justice League, Suicide Squad[1] , Flash (con Wally West como protagonista) y la miniserie Shazam: The New Begining. En adición, el Cuarto mundo de Jack Kirby terminó de encastrar prolijamente con el resto del DCU. De hecho, la saga parece más una historia sobre el propio Darkseid que sobre las «leyendas» y se nota el amor de Byrne por el personaje y los conceptos kirbianos[2] ya que cada aparición del soberano de Apokolips es una obra de arte que provoca admiración sempiterna.

La faceta gráfica a cargo del Maestro está a un nivel destacable (aunque en lo personal me quedo con su trabajo en Man of Steel o X-Men) y puede apreciarse un despliegue de personajes dibujados que, lejos de apabullar al artista, hacen relucir su talento. Hay algunas experimentaciones formales con los paneles, como los de Darkseid al final de cada página en el número 3 o el elevado número de ellos utilizados en el número n°6. Y esas páginas sobrecargadas de figuras, como si fuesen una capilla sixtina superpoderosa, son posibles también por el talento de de Karl Kesel en la tinta y Tom Ziuko en el color, quienes supieron realzar la grandeza de los trazos del profeta del lápiz.

Legends quedó lejos de mostrarnos a los más grandes del Universo DC como auténticos campeones olímpicos (como sí lo hizo Kingdom Come), probablemente a causa de la re-modificación del guión, la aparición (o desaparición) forzada de algunos personajes y algunas desincronizaciones editoriales. Un claro ejemplo es Wonder Woman, quien no aparece hasta el final de la historia y cuya participación carece de trascendencia alguna, ya que los guionistas no podian alterar el trabajo que venía desarrollando George Perez en la revista de la amazona, pero que aún no se había publicado. Y no jodamos, cuando pensamos en leyendas vivientes de DC, Diana está en el top 3, no Black Canary (con todo el cariño que le podemos tener a Dinah Lance). Si se dejan de lado la trama apresurada y los diálogos sobrecargados hasta el hartazgo (hay explicación de todo lo que hacen y recapitulación constante de lo ya sucedido), Legends consigue, y en gran medida por los dibujos, que los héroes nos transmitan esperanza y amor, para vencer al odio enardecido de una humanidad que los odia y les teme. Por eso son leyendas, porque cuando les dieron la espalda y se volvieron contra ellos, estos campeones no bajaron los brazos y demostraron por qué están ahí, en ese panteón eterno al que siempre visitamos con tanta pasión.

[1] El concepto del Suicide Squad dentro del Universo DC surge como consecuencia de los eventos de Legends, y sería el propio Ostrander quien se encargaría de los guiones de esta innovadora colección.

[2] Precisamente los tie-in de Superman escritos por el propio Byrne están íntimamente relacionados con los New Gods y los eventos de «The Hunger Dogs«, la novela grafica de Jack Kirby de 1985.