Hablemos de Byrne

Completamos el repaso por las series de Marvel en las que metió mano John Byrne en los ´70 y ´80.

Más ´70s y ´80s

22/09/2020

| Por Fede Velasco

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51919650DOS EN UNO

Cuando escribí la nota dedicada a The Thing, mencione al pasar que John Byrne había estado involucrado en la revista Marvel Two-in-One, dibujando algunos números en la década del ´70. Esto es lo que básicamente se conoce como “el proyecto Pegasus”, que oficialmente arranca en el nº 53 de la colección, pero que retoma elementos de un arquito de 2 partes en los nºs 42 y 43, este último dibujado por Byrne. Muy rápidamente, lo que pasa en estos numeritos es que Ben Grimm se entera que Pegasus -una agencia gubernamental dedicada a investigar todo tipo de energías- capturó a Wundarr y se mete a la fuerza a buscarlo, para terminar a las piñas con el Capitán América. Mientras tanto, infiltrado como científico del proyecto, se encuentra Victorius, quien se quiere afanar el Cosmic Cube, para después escapar a un pantano, donde es detenido de manera indirecta por Man-Thing. Por desgracia, la exposición al cuba deja a Wundarr en coma, lo que hace que el guapo Ben acepte un puesto en la seguridad del complejo para estar cerca de su sobrino postizo.

De esta manera, bajo las ordenes de Quasar (que es el jefe de seguridad), The Thing trata de de desentrañar un plot que demuestra que Pegasus tiene más agujeros que un queso gruyere, y mucha de la gente que trabaja allí son espías. Toda la saga es escrita por Ralph Macchio, a quien se le suma en desde el nº 54 Mark Gruenwald. Diría que por desgracia solo la mitad de la saga esta dibujada por el maestro, que abandona en el nº 55, para irse a dibujar los Fantastic Four con guiones de un viejo conocido, Marv Wolfman. Pero es remplazado por alguien que unos años después verá su nombre muy vinculado al de Wolfman, nada menos que George Perez, que se hace cargo de la faz grafica entre los nº s 56 y 58. Por ahí lo más relevante de esta saga es la transformación de Wundarr en el Aquarian y cómo pasa de ser una especie de pseudo-Superman a un Jesús Cósmico.

202f9af23f475357151e2dfc19deb4d9Igual la papa fina, donde Byrne realmente pone la pija en esta serie, es en el número 50, escrito y dibujado por el maestro. Esta historia, que si bien va entre medio de lo de arriba decidí mencionar aparte porque no tiene un choto que ver con lo otro, enfrenta a Ben Grimm consigo mismo, en una aventura brillantemente contada y dibujada como los dioses. Para no hacerla muy larga y que la vayan a leer (porque al fin y al cabo es un numerito suelto), lo que sucede es que Reed Richards descubre una cura para la condición de Ben Grimm, pero se da cuenta que su “mutación” ya está muy avanzada y no le sirve de nada, que hubiera funcionado si la hubiera descubierto durante sus primero años. Entonces, Ben decide viajar en el tiempo, hasta unos meses después del accidente que lo transformó y darse a si mismo el antídoto, pero las cosas no suceden como él lo espera. Como dije, este numerito vale muchísimo la pena y lo recomiendo por encima de la saga de Pegasus que, si bien es entretenida y está repleta de personajes de la B que pululaban por el Marvel setentoso, no está al nivel del unitario que enfrenta a las dos Cosas.

 

Marvel_Premiere_47EL HOMBRE HORMIGA

Creado para el nº 181 de Avengers, con guiones de David Micheline y dibujos del maestro, Scott Lang hace su debut como Ant-Man un mes después en las páginas del nº 47 de Marvel Premiere. Acá descubrimos que el empleado de Stark encargado de arreglar los sistemas de seguridad de la mansión Avenger, asumió la identidad vacante de Ant-Man (en esta época Henry Pym es Yellow Jacket) y es en realidad un ladrón reformado y padre soltero. La historia de estos numeritos es bastante simple y la típica de origen de personaje: Scott Lang sale de la cárcel y se reencuentra con su hija, al tiempo que trabaja para Tony Stark. Por desgracia su hija sufre una rara afección cardiaca y la única alternativa posible es que la trate una doctora que justo acaba de ser secuestrando y llevada a una instalación de máxima seguridad. Desesperado, Scott decide que va a necesitar un ejercito para poder entrar en el lugar y por lo tanto la única forma de financiar su operación es volviendo a la vida delictiva. De esta forma se mete a robar a una mansión, que resulta ser la casa de Hank Pym, y en lugar de salir forrado de dinero termina robándose el traje de Ant-Man. De esta manera, bajo esta nueva identidad superheroica, se infiltra en el complejo, rescata a la doctora y consigue que esta opere y salve a su hija. Como broche de oro, el propio Yellow Jacket felicita a Scott, y le da su aval para que siga ejerciendo como nuevo Ant-Man.

Marvel-Premiere-47_p03La idea de estos numeritos era que pegaran y Scott recibiera su propia serie, pero si bien captó la atención del público, la repercusión no fue la suficiente para lograrlo. De todas formas el personaje se integró al universo Marvel y comenzó a tener apariciones en distintos títulos. Después de estos numeritos, el maestro vuelve a Marvel Two-in-One, a hacer los números que comente más arriba y como dije, después de eso, vendría su paso por los FF, con lo cual ya entramos en la década del ´80.

WOLVERINE

A modo de bonus track me tomo el atrevimiento de saltar 10 años de lo último que mencionamos en la nota, y mudarnos a fines de los ´80s, para cerrar por completo el paso de Byrne por la Casa de las Ideas, con el repaso de los números 17 al 23 de la primera serie regular de Wolverine.

Con guiones del maestro Archie Goodwin y con finalizados nada menos que de Klaus Janson, lo que hace Byrne en estos numeritos a nivel grafico es un despelote. Por desgracia, el color y la impresión de la época no dejan que se luzca todo lo que debería, pero por suerte en las ediciones posteriores esto se corrige. Incluso tuvimos la posibilidad de disfrutar de estas páginas a todo blanco y negro en el primer Essential del petiso canadiense, que cierra con este arquito.

cd94fb444284961893df64ae06ac1235Pero pongamos un poco de contexto: en esta época, los X-Men estaban dados por muertos tras los sucesos de “Fall of The Mutants” y trabajaban de incognito desde una base en Australia. Vaya uno a saber por qué a alguna mente brillante dentro de Marvel se le ocurrió que este era un buen momento para lanzar la serie en solitario del querido Logan, que había crecido muchísimo en popularidad desde la época en que Claremont y Byrne agarraron a los mutantes. De esta manera nace “Patch”, posiblemente una de las peores identidades secretas de la historia del comic (sí, esto es para vos que pensás que es muy pelotudo que unos anteojos alcancen para diferenciar a Superman de Clark Kent) que consiste en que Wolverine en su identidad civil, como bien lo indica su apodo, se pone un parche en un ojo. ¡Y eso es todo!! Sigue yendo por ahí pelando garras y demás cosas, pero como los X-Men están muertos, nadie ni siquiera se plantea la posibilidad de que en realidad sea Wolverine. Un desastre.

Y en estos comics, nuestro héroe se instala en Madripoor, donde se gana la vida como guardaespaldas de Tyger Tiger, dueña del “Princess Bar”. Esta historia en particular tiene este lugar como punto de partida, pero rápidamente nos traslada a la república sudamericana de Costa Verde, donde un dictador bancado por la CIA (y zar de la droga), descubre una tanda de cocaína adulterada que otorga superpoderes a quienes la consumen, pero por desgracia también los mata.

tumblr_735d4d853c000f6b853ed0f92d5a6f53_83ab6850_540De esta manera, Félix Guillermo Caridad (así se llama el sujeto), decide que su país necesita tener su propio superhéroe, y experimentar con esta droga puede ser el camino para conseguirlo. Asistido por Geist, un viejo jerarca nazi que actualmente sobrevive gracia a un cuerpo en su mayoría robótico, secuestra a Roughouse en Madripoor, para someterlo a las investigaciones. Obviamente, Logan descubre que se lo están llevando contra su voluntad, y decide investigar el asunto, que lo llevará a cruzar medio mundo y hasta participar en un intento de revolución para destituir al dictador, liderado por “La Bandera” una mutante de origen cubano con el poder de inspirar a otros.

No la voy a hacer demasiado larga, pero la verdad es que estos siete numeritos, no están nada mal. Si bien arranca un poco lento, conforme la historia avanza y se va poniendo mas intrincada, también se pone mas divertida y el origen de la droga adulterada tiene una veta cósmica bastante sorprendente. Así que en términos generales, el guion cumple. Y como dije antes, el dibujo está genial. Como yapa, el último número está totalmente hecho por Byrne, para los que les gusta en estado puro, por más bien que le siente la dupla con Janson.

Y con esto, ahora sí, damos por finalizado el repaso por los títulos de Marvel. Quedan en el tintero algunos unitarios y cositas sueltas, a las que mencionaremos cuando nos dediquemos de lleno a eso, pero en materia de obras de varios números ya está todo dicho, así que el mes que viene tomaremos otro rumbo en la extensa carrera del maestro… porque si hay algo que podemos seguir haciendo por mucho tiempo es hablar de Byrne.

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