Un poquito de contexto
La década del ’80, sin lugar a dudas, fue un período de grandes innovaciones en el género de superhéroes en los que Batman fue uno de los casos testigos más importante y si bien el personaje engendró historias mucho más complejas y significativas, la miniserie «The Untold Legend of the Batman»[1] aportó su granito de novedad.
Este trabajo no es otra cosa que un injerto de retro-continuidad, escrito por Len Wein, con el primer número (de tres) dibujado por John Byrne y entintado por Jim Aparo, en donde el eje central consiste en resignificar los origines de varios personajes de la cosmología gótica.
Internas de vestuario
Mientras asistía a la Chicago Con en Julio de 1979, el ídolo tomó conocimiento que esta miniserie estaba en gestación, por lo que decidió caerse por la mesa de DC para avisar que iba a estar con una disponibilidad de tres meses para trabajar en el proyecto (en ese momento estaba dibujando su página mayor en X-Men) cosa que encajaba con las fechas de entregas mensuales de los guiones ¡pero el primer guión lo recibió después de haber transcurrido dos meses! Obvio que ante la dificultad (y la posibilidad de dibujar a Batman), Byrne no se iba a achicar y como los distintos, frotó la lámpara y entregó los lápices en tiempo y forma.
Según el propio autor, él completó los lápices con la calidad habitual que mantenía en X-Men (o sea, gloria absoluta) y no unos «bocetos» como DC reportaría luego al declarar que se había contratado a Jim Aparo para el entintado y para completar los mencionados bocetos. De todas formas, DC intentó mantener a Byrne para el resto de los números, pero la entrega de guiones seguía siendo muy impuntual lo que generó que, a pesar de ser tentado con más guita que la que recibía en Marvel y de que el genio quería laburar en Batman, tuvo que rechazar la oferta porque no podía darse el lujo de arruinar sus fechas de entregas de trabajos previamente pactados. Así fue como Aparo aportó los dibujos para el resto de la miniserie. Como dato fetichista es importante mencionar que José Luis García López realizó las tapas de toda la colección.
¿Qué onda la historia?
En el número 1, llamado «In the beginning», Batman abre un paquete que contiene los restos de un disfraz de murciélago que supo usar su padre Thomas en una fiesta de beneficencia de la alta sociedad gótica. Así, Bruce recuerda que en dicha fiesta aparecieron unos delincuentes con la intención de tomar a la chetada de rehenes. Pero claro, no contaban con que el Dr. Wayne -en uno de los actos de coraje que parecían caracterizarlo- desactivara el hecho delictivo y los entregara a la policía (como si fuese un proto-Batman), a la que pertenecía el por entonces Teniente James Gordon. Thomas testifica contra el líder de la banda, Moxon, quien sería encarcelado por algún tiempo, no sin antes jurar su venganza contra el buen doctor.
A las semanas en que Moxon recupera su libertad, y a pesar de estar advertido sobre las amenazas a los Wayne, Martha y Thomas son asesinados por un tal Joe Chill delante de su hijo Bruce, en una escena que ya sabemos de memoria: cine, callejón, abrigos, punga, chumbo, bala, perlas, etc. Y es ahí cuando el joven Bruce hace el juramento ante la tumba de sus padres de combatir el crimen de Ciudad Gótica en todas sus formas y consagra su vida a entrenar su cuerpo y mente para llevar a cabo tal cruzada. Usa de inspiración/tutor al mejor detective policial de la ciudad, Harvey Harris, quien decide prepararlo luego de que el joven lo salvara de una emboscada preparada por un criminal que se la tenía jurada (a Harris). Para esconder su identidad, el muchacho utiliza un disfraz que luego sería el clásico uniforme de Robin, y es el propio Harvey quien le apoda así al decirle que con ese traje Bruce lucía «as brilliant as a robin redbreast«. Así vemos que el primer Robin fue en realidad el propio Bruce. Toda la miniserie está atravesada por este tipo de situaciones, en las que se van dando explicaciones sobre los elementos constitutivos de la mitologia batmaniana a medida que avanza la historia que nos cuenta qué fue de Moxon y Joe Chill y de cómo llega Batman a convertirse en tal, mientras Wein se ocupa en paralelo de personajes fundamentales como Alfred y el Joker.
¿Necesito leer esto para recorrer el camino del profeta Byrne?
Al considerar la prolífica de la obra del maestro y la participaciones más extensas que tuvo en otras series, su paso en The Untold Legend of the Batman es más bien pequeño, aunque no por eso menos destacable, ya que se nota el amor por el personaje y las ganas de laburar en el proyecto (la página donde nos muestran a Bruce vestido de Robin entrenando con Harris es un poster directamente) y el guión nos aporta algunos datos interesantes, que vaya uno a saber cuánto de continuidad tienen al día de hoy. Lo cierto es que el guión sirve para volver a afirmar las piedras fundacionales de la historia del Caballero de la Noche y ayuda a alinearlas prolijamente en un todo mas homogéneo, creíble y divertido de leer, al tiempo que mimamos a nuestras retinas con el arte del Más Grande.
[1] Ésta fue la segunda miniserie publicada por DC Comics y la primera en tener a Batman como protagonista.


