Verano en la ciudad
En el año 2000, el diario barcelonés El Periódico publicó a lo largo de 44 días en pleno verano boreal una tira doble (el formato que hoy utiliza Gaturro en La Nación) llamada Paula, para la cual se volvieron a juntar el guionista Xavier Roca y el genial dibujante Alfonso López, que ya habían trabajado juntos en series como Alex Cunillera (Ático Tercera). Todo el material que realizó la dupla a lo largo de ese verano reapareció en un lujoso libro de tapa dura en 2005 que editó Planeta-DeAgostini.
Paula es una tira muy breve pero realmente brillante. Los autores hacen gala de un humor ácido, al hueso, que satiriza sin piedad a adolescentes (Paula tiene 18 años) y adultos, que anticipa los niveles zarpados de alienación que nos van a producir los celulares y los videojuegos, y que -sobre todo- juega con la precariedad laboral que aflige a los jóvenes españoles hace ya varias décadas. Trabajos espantosos donde los patrones te explotan sin piedad, te rajan sin indemnización cuando se les da la gana y tenés menos gratificaciones que juntando estiércol con la boca en un chiquero. Pero los pibes y pibas se quieren pagar el escabio, las salidas con chongos o los estudios, entonces van y laburan mil horas por chaucha y palito en pleno verano, en una Barcelona vital, dinámica, llena de opciones para divertirse (si las podés pagar, claro). También hay un gran elenco de personajes secundarios, amigas, padres, un noviecito… pero el tema central es ese: ya no somos nenes, tenemos que generar un ingreso a como dé lugar y las opciones son estas, una más horrenda y frustrante que la otra. Y todas pagan igual de mal.
Podrías ser vos
Algunas tiras te invitan más a reflexionar que a cagarte de risa, pero el tono de comedia está muy bien logrado y Roca tiene la pericia suficiente para no jugarse todas las fichas al remate en la viñeta final: a lo largo de cada uno de los breves relatos hay varios chistes en los diálogos, que funcionan muy bien. El truco de la identificación también funciona perfecto. Por ahí vos no sos una chica de 18 años, no vivís en Barcelona, nunca pasate un verano entero en tu ciudad tratando de conseguir trabajo, y si te llevabas materias, te las llevabas a Marzo, no a Septiembre. Pero López y Roca logran que estas cosas que le pasan a Paula se sientan (además de tristemente reales) muy cercanas, muy parecidas a cosas que le pueden pasar en la Argentina de hoy a tus hermanas, primas, hijas o sobrinas. Me imagino que una piba que atraviesa esta misma coyuntura vivirá esta lectura de otra manera, mucho más vívida, pero a mí que tengo pocos o ningún punto en común con la protagonista, también me resultó brillante, también me llegó y también me pareció que el grado de exageración al que apelan los autores para generar humor es mínimo.
Por ahí me pegó por el lado de la noche (hay varias tiras ambientadas en boliches donde se baila y se escabia a full), o por la mirada desangelada y cínica que le propinan los autores a los vínculos románticos entre los adolescentes. O por la sátira permanente a la cultura de la imagen y la estética. Incluso hay momentos en que la tira se adelanta casi 20 años al mundo real y muestra una Barcelona groseramente colapsada por el aluvión de turistas, algo que no experimenté cuando estuve en 1998 y 1999, pero padecí en carne propia el año pasado. Lo que sé con certeza es que disfruté muchísimo este verano junto a Paula, su noviecito, su familia y sus amigas.
Las viñetitas del Señor López
Y claro, lo que hace a Paula una lectura indispensable es el dibujo de Alfonso López, un autor al que banco a muerte y al que le compro cualquier cosa, porque lo considero uno de los más grandes historietistas que están vivos y trabajando en la actualidad. Ese pulso vital que exhibe la ciudad, ese tono de comedia, y muchos logros más que pueden apreciarse en estas 44 tiras llegan de la mano del trazo fluido, sintético y recontra-expresivo de López. Esas pinceladas sueltas, que cambian de grosor sobre la marcha y te hacen acordar todo el tiempo a Yves Chaland son apenas una de las características del inigualable dibujo de este genio. López tira unas perspectivas increíbles, unos personajes que actúan y se mueven con una gracia irrepetible y un tratamiento del color precioso. O dos, porque para la edición en libro, los autores agregaron algunos chistes de una única viñeta, en los que Alfonso ensaya una técnica mucho más pictórica, que le sale perfecto.
Otra gema oculta
Muy poca gente fuera de España ubica esta tira, e incluso dentro de España, como duró poco, no generó demasiado impacto, más allá de la jerarquía de la dupla autoral. En internet no hay reseñas, y de hecho tuve que fotografiar páginas del libro para ilustrar este texto, porque ni siquiera hay imágenes. Tampoco creo que el libro que compila las historietas sea fácil de conseguir hoy en día, pero yo lo encontré acá, en Buenos Aires, juntando polvo en el depósito de una distribuidora. Lo recomiendo muchísimo a los fans de la comedia costumbrista y la sátira social. Y sigo militando para que más gente se haga fan de Alfonso López, capo total.
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