En algún momento, de ese viaje que es ser lector de historietas, algunos, se preguntan: ¿Cómo se escribe una historieta? ¿Cómo es el formato de un guión de historietas? Si bien en 1999 ya existía internet, y algunos autores ya habían mostrado que había detrás de la cortina (Alan Moore en algunos sitios web, Neil Gaiman en el TP de Sandman: Season of Mist, Devin Grayson y Jay Faerber en un sitio web que compartían con un muy joven Brian K. Vaughan, etc.), algunos bielsistas o mooristas seguíamos buscando más referencias, más estructura. Queríamos saber cómo se escribía un bendito guión, cuáles eran los tiempos de trabajo, cómo es el día a día de un profesional de la industria. Así fue que en el mencionado año, y por el módico precio de 36 pesitos (mi ejemplar todavía tiene la etiqueta), por casualidad me tropecé con esta joya, en una de las comiquerías más conocidas de Baires.
Writers on Comics Scriptwriting es una recopilación de entrevistas realizadas por Mark Salisbury a un auténtico seleccionado de los guionistas que son verdaderamente importantes (o eran importantes, como McFarlane, Dixon, Grayson y Jurgens). En las 256 páginas de este libro que – lamentablemente – sólo se publicó en inglés, desfilan los trucos, bocetos y experiencias de escritores como: Frank Miller (Dark Knight Returns,), Grant Morrison (Invisibles), Neil Gaiman (Sandman), Kurt Busiek (Astro City), Peter David (X-Factor), Todd McFarlane (Spawn), Garth Ennis (Preacher), Chuck Dixon (Nightwing), Warren Ellis (Transmetropolitan), Devin Grayson (Catwoman), Dan Jurgens (Superman), Joe Kelly (Deadpool), Jeph Loeb (Batman: The Long Halloween) y Mark Waid (Kingdom Come).
Garth Ennis tacha a lo bestia.
Si están buscando un libro que esté plagado de muestras de guiones (manuscritos, bosquejados, tipeados, resumidos), este es EL libro a tener. Lamentablemente se consigue en EEUU, o por encargo a alguna comiquería amiga que traiga material de la tierra del Tío Sam. Aunque lo cobren arriba de 25 dólares, vale la pena ajustarse el cinturón, si te interesa el mundo de los guionistas de las grandes ligas del mainstream estadounidense. Sólo la explicación de cómo trabajan día a día, y las anécdotas de la industria en relación a por qué funcionaron ciertos títulos y otros no, justifica estar un mes a pura polenta.
Es interesante notar ciertos patrones, como que la mayoría de los grandes escritores tuvieron formación académica (y creo que no es coincidencia, que los mejores autores pasaron por la universidad), y un padrinazgo de alguien de la industria. Por ejemplo: Busiek estudió y fue asistido por Dick Giordano, y Gaiman estudió y fue socorrido por Alan Moore. Más allá de la asistencia y el estudio, los distintos son distintos, y con mucho trabajo de por medio, se ganaron su lugar por merito propio. Otro patrón interesante es que la mayoría trabaja a guión completo, con la mayor cantidad posible de detalle, con el único límite de no molestar al dibujante y/o al editor.
Neil Gaiman te la dibuja, por el mismo precio.
Los métodos son también muy variados: Busiek distribuye sus guiones en escenas que escribe en anotadores de color amarillo. Ennis hace lo mismo. Kelly mapea un año de trabajo, genera un elenco numeroso alrededor del personaje principal, escribe propuestas cortas para guiones de 22 páginas y se los manda al editor, antes de sentarse a escribir. Miller cuenta que no importa cómo trabaje, sino que lo importante es saber cómo va a terminar la historia y cuál es su esencia (la esencia del primer Sin City fue pensarlo como “un Conan con piloto de lluvia”). Morrison numera 22 páginas y bosqueja escenas y diálogos. Grayson cambia el ritmo de sus historias de acuerdo al personaje y a la banda de sonido que escuche mientras escribe.
Todos ellos tienden a colaborar de forma cercana con sus dibujantes (preguntarles qué les gustaría dibujar) y a investigar de lo que están escribiendo. Dixon, por ejemplo, se leyó más de dos libros acerca de la vida en el circo, cuando escribía Nightwing.
Los autores más importantes de las últimas décadas cuentan acerca de sus métodos de trabajo, qué piensan de la industria de la historieta, revelan información personal, mencionan interesantísimas anécdotas vinculadas al medio y a sus títulos, y hacen mención a sus estudios. Este texto es un verdadero taller de cómo funciona la mente de un guionista yanki. Un verdadero “Behind the Scenes”. Un libro bastante necesario.
2 comentarios