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NOTAS

Endgame

Esta columna está llena de spoilers, y recomendamos a quien no haya visto la película dejar de leer en este momento.
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Martes 07 de mayo

Tenía pensada una columna totalmente distinta para esta vez, incluso había escrito ya la mitad… pero desde que terminé de ver Avengers: Endgame, se me hace difícil hablar de otra cosa. Así que ahí va. No puedo menos que advertir que mis palabras estarán llenas de spoilers, y quien no haya visto la película debería dejar de leer en este momento.

Hecha esta advertencia, continúo.

Allá por mediados de los´90, conseguí por primera vez el Dark Knight de Frank Miller. En él, había un prólogo de Alan Moore (y digo “había” porque, cegado por el ansia de más y más, lo terminé vendiendo a un precio que hoy daría risa, pero esa es otra historia). Decía que Alan Moore lo prologaba, y en dicho prólogo, lo que más valoraba de la historia de Miller no era su innovación, su fuerza, su condición épica: lo que más llamaba su atención era el carácter “final” que aquella historia representaba para el personaje. Lo comparaba con leyendas populares como Robin Hood, cuya condición de tener un fin en los devenires de sus aventuras lo volvía más real, más cercano a esta vida que todos tenemos en común.

Y con esta película, pasa algo similar. Varios de sus personajes (y de los importantes) tienen un fin, ya sea por muerte o por retirarse definitivamente.

Y el fin más importante, más épico, más inolvidable, es el de Iron Man.

Nunca fui un gran admirador del personaje, ni mucho menos. Es más, creo que empecé a leer algo de él luego de su primer película en 2008. Robert Downey Jr. le calza perfecto al tipo de personalidad que necesita, y logra una retroalimentación entre ficción y su propia realidad como pocas veces se ha visto.

Y así, de a poquito y como quien no quiere la cosa, Marvel se despachó con ese primer film que lo comenzó todo, con la hoy infaltable escena post créditos en donde Nick Fury tiraba por primera vez el concepto de grupo, y de que Iron Man habitaba un universo mucho más grande que él mismo.

Pensemos: hace 10 años… ¿quién junaba a Iron Man? Los comiqueros, sí. Pero…¿del gran público? No muchos. Pero Marvel, como dije, se jugó a crear los cimientos de lo que sería su construcción fílmica paradita sobre Tony Stark, y de ahí, siguió evolucionando. La misma ignorancia general se abatía sobre Thor, o el mismo Capitán América. Pero a base de talento y mucho huevo, sus primeras películas son maravillosas.

Con los años, no sólo trajeron a casi el panteón más importante de la editorial a la vida, sino que se dieron el lujo de hacer (y romperla en crítica y recaudación) conceptos más limados como Guardians of the Galaxy o Ant-Man. Y todo les sale bien.

Si bien coincido con que por momentos el humor en las películas es algo molesto, no deja de ser un detalle. En líneas generales, Marvel no ha hecho películas malas. Al contrario: la mayoría está al borde de ser obras maestras.

Pero ninguna, ninguna es más grosa que Endgame.

¿Por qué? Vamos por partes.

Primero y principal: porque es una gran historia. El guión es fastuoso, épico, sorprendente, ágil, lleno de acción y de momentos emotivos de la San Puta. Los hermanos Russo aman este universo, estos personajes, y se nota. A nivel narrativo, a nivel visual, a nivel argumental, la historia es un diez sobresaliente.

Segundo: porque cuentan una historia donde todo puede pasar. Si bien de entrada comenzás a olfatear que alguno puede morir, verlo, estar ahí en la butaca en ese momento, es único (y muy raro). No está esa restricción de “ah, a este no le puede pasar nada porque es Robert Downey…” No, acá, todo es posible.

Tercero: porque meten a TODO el fucking MCU, a TODOS. Principales y segundarios. Y eso incluye apariciones de actores de renombre, que sólo están unos segundos (en algunos casos) y que sólo se los ve al pasar. No puedo ni empezar a imaginar la logística que habrá necesitado esta historia para ser contada y plasmada en la pantalla: reunir a toda esa gente, converncerlos de que quizá solamente se los vea de reojo y que aún así no quieran quedarse afuera. Pero lo hicieron.

Y cuarto (y último) porque es, sí, un punto final para la saga. Es decir, si todo terminase acá (aunque sepamos que no es así) todo sería magnífico, irrepetible, perfecto. Todo tendría su específico final para cerrar algo que se viene contando desde hace 10 años. Las muertes más importantes: obviamente la de Tony. Como dije antes, desde que Dr. Strange vaticina que sólo UN fucking futuro es favorable a los héroes y entrega la gema para salvar la vida de Stark… nos olimos una probable muerte heroica por ahí. Y mamita… qué muerte heroica. Creo que todos querríamos dar la vida como la da él, ¿no?

Y aquellos que tenemos hijos valoramos todavía más el sacrificio que el tipo hace.

Rogers es distinto: Rogers no muere, pero se retira, viejo y feliz. Mierda, me parte el alma que ya no esté más pero… ¿no se merecía ese nuevo comienzo y vivir sus días junto a la mina de sus sueños?

Desgarrador, sí, pero sutil, hermoso.

A mi también se me partió el corazón en un momento pero no de tristeza, y rompí en llanto. Desde que el Capi le salva la vida a Thor con el martillo, la grandeza de lo épico que estaba viviendo era tal que no podía dejar de lagrimear. Es ese llanto no de congoja, sino de agradecimiento.

Llorás y pensás “gracias… gracias muchachos por darnos esto”. Porque el “assemble” que casi susurra Rogers es para los comiqueros, no para el gran público que igualmente seguro se emocionó, pero no tanto como nosotros que sabemos lo que en realidad significa.

Es el fin de una era (o una fase), el cierre de algo que empezó hace mucho y que hoy, dominando la cultura pop moderna, es una franquicia que nadie vio venir (ni siquiera DC, que sigue haciendo agua por todos lados) y que no tiene techo en dónde o cuándo podrá acabar realmente, si es que lo hace.

Para terminar (y dirigiéndome a los hados cósmicos que lograron que el universo conjugara un mundo en el que estas películas pudieran existir), otra vez: GRACIAS. Gracias por esto que parecía tan imposible hace tiempo y que hoy es una realidad. Nos han tocado el corazón como nadie lo ha hecho en el cine. No olvidaremos el sacrificio de Tony, ni el baile final de Steve.

Gracias.