Hoy quiero reivindicar a quien toda mi vida consideré un paquete, pero que con su última película no puedo más que defenderlo. Estoy hablando del Sr. Zack Snyder.
A ver…
No voy a desdecirme de cómo critiqué a la insoportable 300; o de cómo defenestré aquella bazofia conocida como Watchmen… no. Sigo pensando que son películas insoportablemente llenas de clichés y lugares comunes. Que abusan de recursos como la cámara lenta; que dejan la sutileza de lado y se cagan en la inteligencia del espectador; que tienen un gran laburo visual pero que no saben construir personajes. En fin, todo lo que ya he dicho en algún lado y que ha sabido hacerme hervir la sangre de indignación.
Snyder, en mi opinión, es un tipo con un manejo de lo visual excelente (eso no puedo negarlo). Pero que a la hora de profundizar, de ahondar en los personajes que utiliza se queda en pelotas a los cinco minutos.
Dicho esto, continúo.
Todos sabemos ya lo que fue el estreno de Batman vs. Superman. La crítica la destrozó. La tildó de oscura al pedo, de pretenciosa, de poco original. Dijeron que era un desperdicio de guita, que el presupuesto que manejaron no se supo aprovechar; que Cavill no tiene gracia alguna (lo que es discutible); que es larguísima y que la “batalla” que todos van a ver llega recién a la hora y media de película. Dijeron esto y mucho más, y lo único que quizá rescataron fue que Ben Affleck la rompió.
Mea culpa nuevamente: fui uno de los que puteó cuando lo castearon. Creía que era un monigote, que no podía actuar y que no tenía dos dedos de frente: me equivoqué. El chabón tiene un porte y una elegancia (no de ropas, sino de presencia) durante toda la historia que impresiona.
Y a mi entender, no es lo único que está bueno de la historia.
No, creo yo que es la mejor película de Batman que se ha hecho hasta ahora.
¿Por qué?
Primero: por los huevos que ha tenido Snyder de meter conceptos como los Parademons, en aquella secuencia del desierto en donde Batman es casi un Midnighter calcado (nadie dijo esto, che… ¿sólo yo me di cuenta?). El símbolo Omega en el piso, los pozos de fuego centelleantes (Apokolips incarnate). Superman sacado y alabado por su propio ejército… Toda esa escena, en la que explica poco y nada, es para vos, para el comiquero que fue a sentarse en su butaca a putear algo de antemano. O el viaje temporal de Flash, que le advierte de un peligro inminente a Bruce. Todos conceptos que al gran público le pasaron de largo y que hasta no entendieron. Snyder se cagó en ello, y se jugó quizá la carrera al tomar esa decisión. Por primera vez, a una película de superhéroes le chupa un huevo la masa indiscriminada que no es del palo y que no entiende de dónde salieron esos hombres-mosquito que vuelan y que lo cagan a trompadas al héroe.
Segundo: Homenajea al Dark Knight, a The Death of Superman… hasta mete frases de Watchmen. Hace la toma calcada del DK cuando Thomas Wayne se enfrenta a Chill, empuja a Bruce hacia atrás, y toma una actitud de defensa. Nadie nunca se quejó de ese panel en la historieta, pero en la película generó aullidos de indignación de cómo ahora Thomas Wayne era el responsable absoluto de su muerte y de la de su mujer.
Homenajea la batalla final de aquella historieta de forma brillante. Batman con la armadura, ojitos blancos, bajo la lluvia, esperando al ser más poderoso del planeta para CAGARLO A TROMPADAS. ¿Tarda en llegar la secuencia? Y sí, obvio que tarda. ¿O a vos que viste “The Two Towers” te mostraron la batalla de Helm’s Deep al comienzo? Y no me digan que hasta esa batalla, la película es aburrida…
La figura de Darkseid está revoloteando durante toda la historia. Luthor parece laburar directo para él, o tener algún tipo de relación, lo cual queda demostrado al final de la película.
Tercero: Batman da miedo. Quizá por primera vez. La secuencia en la que aparece pegado a un techo bajo el haz de luz de un policía, genera impresión, al menos. Y en la escena final en la que se mete en la celda de Lex, no me digan que no se les frunció un poco el totó. Las escenas de combate son excepcionales. ¿Violentas? Sí, claro. ¿Dispara a mansalva? Sí, claro. Pero también lo hace el DK y nadie se quejó. ¿Vas a salir a llorar como una nena diciendo “ese no es mi Batman”??
Dejate de joder. Somos grandes. Si hay algo que Batman ha tenido durante sus más de 75 años de historia, son innumerables iteraciones. Batman como tal es un ícono que puede ser plasmado en el medio en que aparezca de miles de formas.
Salen a desgarrarse las vestiduras diciendo cómo es posible que Batman perdone a Superman justo antes de matarlo… vamos gente, tiene un fundamento psicológico y que está incluso dentro de la diégesis de la historia. ¿O se creen que la secuencia de títulos (que por otra parte, es HERMOSA) está ahí porque a Snyder se le cantó un huevo? No. Refuerza el vínculo de Bruce con su madre. “Martha” saliendo de los labios de Thomas por primera vez. ¿Alguien había notado que la madre de Bruce y Clark se llamaban igual? Sean honestos. Piden lógica a esa escena, y no dijeron lo mismo con “Dark Knight Rises” que es un queso gruyere de agujeros en el plot más grandes que una casa.
¿Está algo comprimida? ¿Pasa quizá DEMASIADO en sus casi dos horas y media? Es posible. Pero dentro de lo que allí se ve, no dejan nunca de aparecer las ganas de hacer algo trascendente.
Acá vas a ver acción al palo, color, pasión, sangre y hasta muerte. Muerte, sí. Porque al final, SUPERMAN MUERE. Luchando contra Doomsday, sí, como lo viste y leíste y hasta quizás por lo que entraste al medio tantos años atrás. En tu puta vida te imaginaste que ibas a ver eso en pantalla, y lo viste.
La escena de la batalla contra Doomsday es de las mejores escenas de acción que se hayan plasmado en una pantalla grande. La estridencia y explosión visual te toma del cuello y no te suelta hasta que el cajón con la S plateada se va bajo tierra.
A los fans de DC nos falta humildad. Kevin Smith dijo que más allá de si te gusta o no la película, admiraba a Snyder por cómo la llevó a cabo, cosa que a él no le hubiera sido fácil. “No tengo los huevos” para hacer lo que Snyder hizo. Acá estamos hablando de un producto que es una carta de amor a los comics, lleno de guiños, situaciones e historias que sólo vos y yo conocemos.
No es el fin del mundo. No es la mejor de todas las películas que vi en mi vida. Pero siento que tienen que salir voces que la defiendan un poco más.
Yo casi lloro de emoción al final, y si bien sé que la película tiene fallas, no es merecedora de cómo le han pegado con un palo.
Snyder es un paquete sí. 300 y Watchmen son una cagada, sí. Pero acá deja la vida: pone TODA la carne al asador y te regala un banquete que en tu puta vida creíste ibas a ver.
Sos un desagradecido de mierda.


