Al pensar en obras maestras de Superman, es probable que lo primero que venga a la mente sean las historias de Alan Moore. Para otros, Man of Steel de John Byrne e incluso hay quienes van a mencionar la saga Brainiac de Geoff Johns y Gary Frank. Las posibilidades creativas de la línea All-Star le permitieron a Grant Morrison y Frank Quitely encontrar un lugar destacado dentro del podio de las mejores historias del kryptoniano y del comic en general.
Publicación
All-Star Superman fue publicada por DC Comics entre Noviembre de 2005 y Octubre de 2008 en doce números y posteriormente recopilada en diversos formatos.
La primera edición en español estuvo a cargo de Planeta-De Agostini en el 2009. Posteriormente ECC tomó la batuta y la publicó por primera vez en el 2013. Hasta ahora hay cuatro reediciones de tapa blanda, una deluxe, una black label… Es decir, hay para todos los gustos.
En Argentina se publicó la obra completa de la mano de ECC Sudamérica en el 2016. Por otra parte, también se puede conseguir All-Star Superman en los números 7 y 8 de “La colección Superman y Batman de novelas gráficas” de Editorial Salvat.
Las doce pruebas
Según muchos estudiosos, el surgimiento de la mitología moderna se dio con la salida de Action Comics nº1, más bien con el nacimiento del primer superhéroe, Superman. Entrecruzarlo, al menos conceptualmente, con la mitología clásica le sirvió a Grant Morrison para explorar y ahondar todo aquello que le interesaba retocar del universo del kryptoniano. Además, las posibilidades creativas de no estar ligado a la continuidad en la línea All-Star le dio rienda suelta para hacer algo inesperado: Ir más allá de la nostalgia y ahondar en la esencia de Superman, tanto desde las complejidades psicológicas y contradicciones, hasta todo ese universo que lo caracteriza.
Si sintetizamos la esencia de personajes claves de DC Comics en una sola palabra, podemos abocarnos a lo que mencionaron Paul Dini y Alex Ross cuando hicieron la serie de novelas gráficas que fueron compiladas en “Justice League: The World’s Greatest Superheroes”. Batman es crimen; Wonder Woman es mito; Shazam es magia y Superman, ciencia. Más bien es ciencia ficción que roza la space ópera. El universo de Superman se alimentó de los pulp desde su origen. El elemento científico estaba presente, pero también los clichés del género: científicos locos, robots, mundos exóticos y la posibilidad de que el héroe se luzca en hazañas heroicas.
El universo de Superman rápidamente consiguió definir su identidad propia, que, si bien fue mutando, un poco por las modas y también por las posibilidades técnicas que lo audiovisual permitía en la época, siempre mantuvo su esencia. Incluso cuando cambió drásticamente a finales de los ´50, en esa época tan pintoresca que para algunos rozaba lo ridículo: La era de Mort Weisinger. Sin embargo, es innegable que esas aventuras marcaron un punto de inflexión en el desarrollo de la mitología de Superman y dejaron una impronta tan grande, que incluso hoy, varios de esos conceptos siguen vivos.
Grant Morrison es un amante de la Silver Age y lo dejó bastante en claro al actualizar varios conceptos y villanos de la Justice League en su run de JLA. Es alguien que entiende, interioriza y siente a esos personajes. Le gusta lo exagerado e inverosímil de esas épocas al punto que contagia el entusiasmo. Sin embargo, a la hora de plasmarlos hace algo impensable: les quita su inocencia.
La alquimia narrativa del escocés toma el encanto exagerado de la Silver Age, y lo deglute hasta que llega a un lugar donde se mezclan la nostalgia del que disfrutó esas obras en su momento y el desenfreno creativo del guionista provocador. Junto a sus cómplices, Frank Quitely –el hombre que ama los trajes con aletas en la cabeza- y Jamie Grant –un colorista elegante- actualizan toda la mitología clásica de Superman hasta convertirla en un espectáculo de vodevil. La fortaleza de la soledad, la ciudad de kandor siguen siendo lugares conocidos, pero la mirada de Morrison y Quitely vuelven a tener el elemento de sorpresa y fascinación que supo maravillar en su momento. Como dijo el guionista “La idea era honrar a cada una de las interpretaciones de Superman y usar la lógica interna de la historia como nuestra plataforma de lanzamiento para re-imaginar al Hombre de Acero para el Siglo 21. La noción de «reinicio cósmico» fue suplantada por una política de «incluir y trascender» respetando la continuidad pasada. Queríamos restaurar a Superman a su lugar prominente como el más grande de los superhéroes.”
Los diálogos de Grant Morrison van desde una sátira sutil a la ciencia ficción dura a un humor ácido, provocador. Acompañan al juego vodevilesco que tanto gusta al autor. Sin embargo, no cae en ningún momento en eso, hay un tira y afloje con el dramatismo humano, lo emotivo y la épica propia de las historias de superhéroes acentuada por el guiño a las pruebas de Hércules.
Cada una de las doce pruebas es tratada de manera sutil o tácita. Son un eje argumental con el que los autores le dan un orden al aluvión de conceptos y personajes. Se las arreglan para que la lectura sea atrapante y maraville con cada página sin caer nunca en lo rebuscado o lo denso. Es una carta de amor a esos comics de antaño y un abrazo a los lectores.
Superman se muere
En una jugada maestra, Lex Luthor logra lo que más desea: librarse definitivamente de Superman y disfrutar su agonía. En una de esas ironías exquisitas que solamente el buen Grant sabe conseguir, es nuestra estrella, el sol amarillo que le da poderes, el que también condena al kryptoniano más famoso. Todo orquestado por su némesis.
Pensar en otra muerte de Kal-El suena a caer otra vez en lo mismo. Volver a ese hito de ventas de los´90, que terminó por redefinir las estrategias creativas de DC Comics. Un evento que fue algo épico desde lo comercial, marcó una era, pero fue estirado a más no poder e indiscutiblemente divertido. Hoy volver a esas épocas, dejando de lado todo análisis de calidad de esas obras, es darle rienda suelta a la nostalgia, o reírse a carcajadas sin ningún tipo de filtros como lo hicieron Mark Evanier y su inseparable compañero de bigotes y trazo rápido en “Sergio Aragonés Destroys DC”.
El músculo narrativo de Grant Morrison ve a la muerte cercana como la oportunidad perfecta para ahondar en la esencia de Superman. Por un lado, está la quintaesencia del mito moderno, ese ser sumamente poderoso y moralmente intachable que existe para ayudar a otros. Sin embargo, eso es solamente un cascarón de un personaje unidimensional, que jamás hubiese tenido la relevancia ni trascendencia del primer superhéroe.
Su verdadera grandeza está, irónicamente, en su lado más humano. En la capacidad de empatía y de inspirar lo mejor de cada uno, especialmente de todo el repertorio que lo rodea. Al explorar cada faceta del personaje, desde el torpe y miedoso Clark Kent –que es obviamente una máscara-, hasta el héroe que no duda en volar a toda velocidad para simplemente dar un abrazo y palabras de ánimo a alguien que quiere saltar al vacío, Grant Morrison deja en claro algo que ya sabíamos, pero emociona al demostrarlo: Superman es una fuerza del bien.
Premios y pantallas
All-Star Superman es una obra multipremiada. Ganadora del Premio Eisner a la Mejor Serie Nueva en 2006 y a la Mejor Serie Regular en 2007 y 2009; el Premio Harvey en 2007 a Mejor Dibujante por el trabajo de Frank Quitely, en el 2008 el buen Grant se llevó el premio a Mejor Guionista y Jaime Grant a Mejor Colorista. La obra también fue galardonada del otro lado del Atlántico con varios Premios Eagle.
La cantidad de conceptos y personajes que aparecen en los doce números de All Star Superman es enorme. Ahora, pensar en adaptarlos en una película animada… y de un poco más de una hora. ¡Gran desafío! Es aquí donde entra el recordado Dwayne McDuffie, quien demostró su enorme talento en la serie animada de Justice League Unlimited y en los comics de Milestone. Su trabajo fue sintetizar, cortar contenido innecesario y dar un par de pequeños giros argumentales que generen coherencia a la película. Lo acompañó el experimentado director en animación y equipos de arte, Sam Liu (conocido entre otras cosas, por su adaptación animada de Planet Hulk)
El resultado es correcto. El desastre total que podría haber sido se convirtió en una versión simplificada y muy llevadera de la novela gráfica. Lo emotivo quedó intacto al igual que las referencias a la Silver Age.
Un gran comic
Lo que realmente hace especial a All-Star Superman es que nos deja en claro cuál es la verdadera esencia de Superman desde todas sus aristas: La humana, la científica, la superheroica y la del mito moderno por excelencia.


