Mundo Morrison

Empezamos el repaso por la etapa de Grant Morrison al frente de varias revistas de Batman.

Batman (parte 1)

25/08/2020

| Por Fede Velasco

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091e51459897a3125996234796f383c6Al finalizar Infinite Crisis, DC decidió que todos sus títulos se saltearan un año, en el que los tres íconos de la editorial (Batman, Superman y Wonder Woman, por si hay algún dormido) no se a ejercer como héroes. Todo lo que pasa durante ese año se contó en la maxiserie 52, la cual también nos muestra qué hace Batman durante este tiempo y que va ser muy importante para lo que viene (prestarle mucha atención a los n°s 30 y 47 de 52). Básicamente, los héroes se toman un año sabático, pero la editorial no. Así es como junto con el n°5 de Infinite Crisis (Marzo 2006), todos los títulos salen con el logo de “One Year Later”, y si querés saber qué pasó en el medio, no te queda otra que leer 52.

La cosa es que esta movida fue aprovechada (como tantas otras) para renovar los títulos de Batman. Desapareció Gotham Knigths, se lanzó Batman: Confidential, y Batman y Detective Comics se entrelazaron para un arco escrito por James Robinson, que era sólo un preludio para lo que se venía: Paul Dini en Detective y Grant Morrison en Batman. Agárranse que el encapotado vuelve a ser notica.

SABRA TU NOVIA QUE LEEMOS MORRISON?

Anunciado con bombos y platillos Grant Morrison llega a Batman junto a Andy Kubert a partir de su n° 655, justito después de que terminara el arco de James Robinson.

AUG060168Y el escocés arranca con todo. Así, de movida, tenemos a Gordon intoxicado por el gas del Joker y al payaso del crimen que recibe un tiro en la cabeza de parte de un Batman falso, para terminar rescatado por el verdadero. Y lo que parece una boludez, marca lo pensado que está todo desde el arranque, ya que nada en este título es gratuito. Igual, lo más importante que tiene este primer arco es la aparición de Damian, el hijo que  Batman tuvo con Talia y todos (ejecutivos de DC incluidos) decíamos que estaba fuera de continuidad. De esta manera, el Batioreja tiene que hacerse cargo de su hijo, lo que no es tarea nada fácil si tenemos en cuenta que hasta el momento había sido entrenado por la Liga de Asesinos y sus valores morales no coinciden con los de su progenitor. Esto sin contar las diferencias que se suscitan con Tim, que se siente invadido y no le cae muy en gracia su nuevo “hermanito”.

Y así, sin que se resuelva nada y tras sólo cuatro números,  Morrison se ausenta y deja el título en manos de John Ostrander y Tom Mandrake, una dupla de reconocida trayectoria que se despacha con cuatro numeritos que le dan un respiro al equipo titular. Para el n° 663, Grant está de vuelta, pero con un relato en prosa ilustrado por John Van Fleet. Por suerte es sólo un experimento y al número siguiente tenemos de vuelta a Kubert y el viejo y querido formato de historieta (¿a quién se le ocurre que un número en prosa es una buena idea?). Y es a partir de acá que empezamos a ver la dimensión de lo que Morrison se trae entre manos, ya que mientras investiga el asesinato de unas putas, se encuentra con un segundo Batman falso, pero esta vez con un terrible parecido a Bane. Y se menciona por primera vez el “Black Case Book”. Después de estos numeritos llega la Batman n° 666 y para “celebrar” nos cuentan una historia ambientada en el futuro donde Damian es un Batman frío y despiadado. Con este número, Andy Kubert se despide de la serie.

RCO012_1468835966ABUELITO, DIME TU

Antes de meternos de lleno con lo más jugoso de la Era Morrison, tengo que dedicar al  menos unas líneas a la perla negra de la serie. Cualquier fan de Batman sabe que está condenado a que cada tanto le enchufen un mega crossover entre todos los títulos de la Batfamily, y esta época, por desgracia, no está exenta de esto. Así es como en Batman n° 670 arranca “La Resurrección de Ra’s al Ghul” (bueno, técnicamente arranca en el Annual 26), una saga que se va a prolongar a lo largo de 10 números, con prólogo y epilogo, y además de los dos títulos del murciélago va a pasar por Robin y Nightwing.

Debo admitir que no soy fan de este tipo de crossovers, pero la nomina de autores involucrados me daba un dejo de esperanza, ya que no sólo estaban Morrison y Dini, sino que además se sumaban Peter Milligan y Fabián Nicieza (que si bien no es un genio, tampoco es un muerto de frio). Pero esta saga falla por donde se la mire, y obviamente es culpa del editor, ya que todo este tipo de eventos y demás suelen surgir de ellos. No veo a ningún guionista en su sano juicio que diga “Voy a resucitar a Ra’s Al Ghul, pero en vez de hacerlo en el título que yo escribo, hagámoslo en un crossover, así meten mano todos los demás guionistas que tienen que ver con Batman”. No señor, esas cosas no pasan. Lo más probable es que por la aparición de Damian, a Mike Marts (el coordinador de los títulos batmanianos) se le haya ocurrido que era buena idea traer de vuelta al abuelito Ra’s y que sean una batifamilia feliz. Pero todo es tan tirado de los pelos, interrumpe tanto la lectura de lo que viene pasando en los títulos, que lo más recomendable es salteársela y seguir con otra cosa.

¿Qué pasa? Ra’s quiere volver a la vida pero necesita un cuerpo que lleve sus genes, ya que cualquier otro se descompone en poco tiempo al recibir su alma, por eso decide que el de Damian es el más idóneo. Lógicamente Batman & Co. no se lo permiten y el villano termina por tomar posesión del cuerpo del White Ghost, un albino que protegía el Lazarus Pit y que resulta ser un hijo de Ra’s al que nunca le dio pelota por haber nacido con una condición inferior. Conclusión: tenemos un Ra’s al Ghul albino, en el que se van a cagar un par de años después aprovechando el reboot del New 52. Pero eso es otra historia.

(Muy pronto, la segunda parte)

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