Originalmente lanzada bajo el sello Icon de Marvel, en Octubre de 2014 Jason Aaron suma la miniserie “Men of Wrath» a su enorme grilla de publicaciones en curso en ese momento, esta vez acompañado de un dibujante recurrente en su producción, Ron Garney.
La historia nos lleva a un pueblito perdido de Alabama donde, a principios del Siglo XX, Isom Rath mata a un pobre infeliz a raíz de una discusión por una oveja. Este hecho tremendo, causado por una razón patética, parece así convertirse en una especie de legado negro para los hombres de la familia Rath, quienes en cada generación se verán envueltos en alguna atrocidad sumamente violenta. De ahí el juego de palabras de la familia Rath con el título de historia, en español traducido como “hombres de ira” En esta historia, lo más parecido a un protagonista es Ira Rath, un sicario claramente inspirado en Clint Eastwood, al que no le tiembla el pulso cuando comete las aberraciones más indescriptibles a la hora de llevar a cabo su laburo. Ira vive en la granja, propiedad tradicional de la familia Rath, actualmente cuatro paredes y un techo desvencijado con decoración, mobiliario y cuidados del terreno reducidos a su mínima expresión. Como si fuera poco el deterioro casi total de su casa, la salud de Ira también está muy comprometida ya que tiene una enfermedad terminal muy avanzada y, como es de esperarse, rechaza llevar a cabo cualquier tratamiento que prorrogue un poco más lo inevitable.
Todo se complica más en la vida de Ira cuando recibe un encargo para liquidar a Ruben, un pobre infeliz, campeón de tomar malas decisiones, y que se fue al mazo cuando ejecutaba un crimen por contrato. Por eso Ruben (en fuga con su novia a punto de parir) es ahora un cabo suelto que vía Ira, un runfla manda a ajustar. Nada fuera de lo normal en la cotidianidad del sicario, a excepción que su nuevo objetivo es también su hijo. De esta forma, el ciclo de violencia generacional de la familia Rath se pone en marcha una vez más.
El guion de cinco numeros a los que el autor denomina su historia más oscura, tranquilamente podría ser un arco de Southern Bastards. Se ocupa de llevarnos de paseo por el horror y la violencia más oscura (con un infanticidio incluido para ponernos en sintonía) mientras acompañamos a Ira en la cacería de su hijo y gracias a algunos flashback descubrimos la horrible tradición mortal de los Rath en cada generación. Por su parte podemos ver la determinación de Ruben, que a sabiendas de lo que es capaz su padre, y ante el inminente nacimiento de su bebé, decide no ser el boludo de siempre y, por lo menos intentar hacer algo digno. El tópico habitual que tanto le gusta a Aaron, el de la problemática de la relación padre/hijo, es llevado al extremo con un sadismo bestial, pero es ese mismo recurso lo que termina agregando valor y humanidad al devenir de Ira y Ruben.
Los lápices de Ron Garney parecen ser mucho más rápidos que en otras colaboraciones con Aaron. Con un trazo super virulento, el artista resuelve expresiones, anatomías, animales, paisajes y fondos con poca sofisticación pero con absoluta soltura, lo que genera una tracción super eficiente a la narrativa. Ayudan a crear las atmósferas opresivas que proponen guion y dibujo los colores de Mat Milla, aunque llama la atención en algunas viñetas que no están muy integrados a los dibujos de Garney.
“Men of Wrath” es una serie contundente, visceral y compacta, casi teatral, que cuenta con un repertorio limitado de personajes y locaciones, pero esa limitación juega a favor de un guión rapidísimo ya que consigue desarrollar los personajes y el arco dramático de forma muy prolija. A esto hay que sumarle a una resolución final que -por increíble que parezca- consigue arrancarnos una sonrisa agridulce con gusto a esperanza y reivindicación en la humanidad, con una idea que tiene mucha vigencia y protagonismo en las discusiones políticas-sociales de la actualidad.