En 2012 cuando Disney, propietaria de Marvel desde 2009, compró la franquicia de Star Wars, los fanáticos del universo creado por George Lucas estábamos ansiosos en conocer qué rumbo iba a tomar esa nave bajo su nueva editorial, sobre todo al considerar el enorme legado que la franquicia había dejado en Dark Horse. Fue entonces cuando en Enero de 2015 apareció el primer número de la nueva serie, titulada «Star Wars» a secas, con un equipo super estrella: Jason Aaron en guiones y John Cassaday en dibujos. Es importante resaltar que ese año, cuatro series de Star Wars se metieron en el Top 10 de ventas, con la colección a cargo de Aaron en el primer puesto, con alrededor de 1 millón de ejemplares vendidos.

En este nuevo título, a lo largo de 37 números, Aaron nos cuenta las aventuras de Luke, Han y Chewie, Leia y la infaltable dupla de droides C-3PO y R2-D2 después de los sucesos de episodio IV «Una nueva esperanza» y antes de episodio V «El Imperio contraataca». Las historias son divertidísimas, llenas de acción, con los personajes icónicos muy bien caracterizados en su escritura y sobre los que cae la principal responsabilidad a la hora de traccionar el guion hacia adelante.

Una ventaja que tiene el barbudo de Alabama desde el arranque es que no tiene que presentar a los protagonistas ni construir sus rasgos básicos, obviamente ya ultra conocidos con sus casi 40 años de historias a cuestas para ese entonces. Así es como el guionista aprovecha esa ventaja para dedicarse a construir situaciones y personajes alternativos que se dediquen a potenciar y complejizar tanto a Luke Skywalker y su querible banda, como a sus famosos antagonistas, con el mítico Darth Vader a la cabeza.
El Star Wars de Aaron tiene 10 arcos bastante definidos, con un especial punto de contacto con la serie de Darth Vader que en paralelo escribía Kieron Gillen. Además, en los números 7, 15 y 20 el guionista arma un relato llamado “Los diarios de Ben Kenobi”, una pausa complementaria a la trama principal en donde vemos el conflicto interno de Obi-Wan, la vida de mierda que lleva en Tatooine, los infancia de Luke junto a sus tíos y las pálidas de vivir bajo el constante apriete de la banda criminal de Jabba. Como ya vimos en otras obras largas, es frecuente que Aaron meta mano en el recurso de introducir un paréntesis en la historia troncal para bajar su velocidad e intensidad y enfocarse en indagar en planos más íntimos y profundos.

En el aspecto gráfico la serie es muy sólida , y si bien hay rotación de dibujantes, los mismos se ocupan íntegramente de alguno de los arcos que les toca dibujar. Encima el repertorio es de nivel maestro Jedi: el ya mencionado John Cassaday, Stuart Immonen, Leinil Francis Yu, Salvador Larroca y Jorge Molina son los titulares, pero además mojan en algunos números sueltos Mike Deodato Jr, Marco Chechetto, Andrea Sorrentino y Simone Bianchi, entre otros. Además se nota que están manijas por laburar con Star Wars porque ninguno se tira a chanta (bueno, quizás Leinil Yu se hace el boludo con algunos fondos de tanto en tanto).

Como en la mayoría de los productos de Star Wars ubicados entre algunas de las películas, y que tengan como protagonistas a los personajes clásicos, el guion siempre está atrapado en ese insoportable corset que impone el canon fílmico. Así, cualquier innovación interesante, peligro inminente o giro inesperado tiene las patas muy cortas porque ya sabemos qué va a pasar en la cinta que le sigue cronológicamente a los hechos narrados en los comics: Un ejemplo de eso es lo que pasa con la incorporación de Sana Starros, una mina con mucha chapa y un pasado compartido con Han Solo, cuyo aporte y trayectoria queda super condicionado por lo antes mencionado. A pesar de esta pesada mochila, es evidente que a Aaron le gusta mucho el Star Wars clásico y que cuando le surgió la oportunidad tenía un montón de ideas muy gancheras para una franquicia. Una franquicia que, debido a su peso específico tan grande, no permite ver los rasgos “de autor” del guionista, pero sí el oficio, ya que Aaron fue capaz de sintonizar a la perfección el registro de ese universo y construir sobre esa identidad tan marcada, historias sólidas, emotivas y con sus propios momentos icónicos.

7 respuestas a «Star Wars»
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Que copado apellidarse Lobo, es re poderoso. Toda la gente te debe respetar. O sea, chabon, sos el señor Lobo, Don Lobo, tenes una idea de la suerte que tenes, maldito desgraciado?
Cuida tu nombre. Honralo. Estate a la altura. Da lo maximo de ti, ñorque si fallas…. mereces la crucificcion por malnacido. El señorLobo, que grande! -
No, macu no tenes que completar nada, es el problema de la interfaz, que ya viene desde hace mas de un mes, ojala lo arregluen pronto. Ah y no le des Bola a Macumazuca que hace poco el otro Nahuel2017 nos conto que es nada mas ni nada menos que Kid Marvelman.
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tenés que aclarar si sos un violín, fabio blanco. La respuesta sabemos que es «si».
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Me sigue apareciendo lo de editar el perfil ¿Es un glitch de la página o algo que hay que completar obligatoriamente?
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Corregido. Gracias por prestar atención.
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Tengo pendiente esto y muchos cómics de la Franquicia y está nota no hizo sino elevar mi cebamiento, la viñeta de todos con los lightsabers va a a tener a mi cerebro secuestrado el resto del día.
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Che dice 2102 en vez de 2012, ya se que estamos hablando de ciencia ficción pero justo Star Wars no tiene viajes en el tiempo 🙂 . Bah no leí mucho del universo extendido de dark Horse por ahí me perdí algo así ahí.
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