Nos vamos a principios de los años ´80, a descubrir los trabajos del Mago de Northampton para el popular semanario británico.

Alan Moore en 2000 A.D. (parte 1)

08/09/2025

| Por Norman Fernández

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Resulta casi una perogrullada decir que Alan Moore se ha convertido en un referente ineludible del comic. De hecho, que estamos ante la figura más relevante en el medio de las últimas cinco décadas. Sobre él, se pueden encontrar estudios y escritos casi en cualquier idioma. Sin embargo, el trabajo desarrollado al comienzo de su carrera para el semanario 2000 A.D. es uno de los menos tratados.

2000 A.D. es la cabecera de una revista semanal que se publica en Gran Bretaña desde 1977 (concretamente, desde el 26 de febrero). Próximo a cumplir 50 años, el semanario se ha convertido en auténtico estandarte del comic británico, con el Judge Dredd como personaje insignia de la publicación y un éxito internacional (como ejemplifican sus, desgraciadas, adaptaciones al cine). Sin embargo, 2000 A.D. es mucho más que “la casa” del siniestro juez creado por John Wagner y Carlos Ezquerra; por sus páginas han pasado la casi totalidad de los autores británicos más destacados de las cuatro últimas décadas: por hablar solo de guionistas, nos referimos a nombres como los de John Wagner, Pat Mills, Alan Grant, Peter Milligan, Jamie Delano, Grant Morrison, Mark Millar, Garth Ennis y, por supuesto, Alan Moore.

Alan Moore publicó su primera historia en el 2000 A.D. en el nº 170 en Julio de 1980. Se trataba de una historia de la serie “Ro-Jaws’ Robo Tales” ilustrada por John Richardson. A esa misma serie pertenece su segunda historia en el semanario, aparecida en el nº 176 e ilustrada en esta ocasión por Dave Gibbons. En ambos casos se trataba de historias autoconclusivas, cuyo narrador era uno de los personajes creados por Pat Mills y Kevin O’Neill en su serie “Ro-Busters”. Aproximadamente en esa misma época, Moore realiza también una historia aparecida en el Sci-Fi Special de 1980, perteneciente a la serie “Future Shocks”.

Estas tres primeras historias de Moore para la revista nos sirven para fijar algunas de las características esenciales de la misma: primero la extensión, 2000 A.D. publica sus historias en episodios de 4 a 6 páginas (ya sean unitarias o una serialización de una aventura mayor), y segundo el gusto del público de la revista por esas historias autoconclusivas, realizadas normalmente con bastante humor negro y mucha mala leche. Precisamente de este tipo de historias Moore realizaría más de cincuenta entre 1980 y 1983, pertenecientes a las cabeceras “Future Shocks” y “Time Twisters”, aparte de alguna historia, aparecida en anuales y especiales de la revista, de las series “A.B.C. Warriors”, “Ro-Busters” y “Rogue Troopers”.

No es en estas historias cortas (del tipo “aquí te pillo, aquí te mato”) donde más brilla el incipiente talento de Alan Moore, precisamente. Bien es cierto que hace gala de un espléndido humor negro, pero el poco espacio disponible lastra el resultado final. No es de extrañar por tanto que Moore intentase salirse de ese esquema, en un principio con la creación de algunos personajes que ya había utilizado en distintas de estas historias, como una especie de sabio loco llamado el Dr. Dibworthy, y sobre todo en la que es su primera creación para la revista: “Abelard Snazz”.

Ocho episodios llegaron a publicarse de esta primera creación de Moore; “Abelard Snazz” era un pintoresco individuo con dos frentes y cuatro pares de ojos, lo que hacía suponer que, al poseer dos cerebros, también sería un superdotado, lo que motivaba a su vez que todo el mundo viniese a pedirle consejo. El problema radicaba en que Abelard era un auténtico subnormal. La serie, ilustrada por dibujantes como Steve Dillon, Mike White o Paul Neary, no deja de ser un trabajo de rodaje para su guionista.

SKIZZ

Mejor resultado consiguió la siguiente creación de Alan Moore, “Skizz”, realizada en colaboración con Jim Baikie. La historia se compone de 23 episodios publicados de Marzo a Agosto de 1983, entre los nºs 308 y 330 del semanario. La historia está directamente inspirada, por petición editorial, en el film “E.T.” de Steven Spielberg, en un intento por aprovechar el éxito del mismo. Bien es cierto que, en realidad, poco hay de similitud más allá de la morfología del alienígena protagonista y del arranque argumental de la historia. Moore y Baikie circunscriben la historia a un tono más “realista”, y por extensión más sólido, que la fábula de Spielberg.

“Skizz” es el primer trabajo realmente con entidad de Moore en el 2000 A.D.. A ello ayudaron varios factores, como son el trabajo de rodaje que había realizado en sus historias anteriores y, sobre todo, el poder contar con un mismo dibujante para toda la obra; dibujante que además tenía una importante implicación en el proyecto (como demuestra el hecho de que el propio Baikie escribiese y dibujase en solitario dos secuelas de la serie en 1992 y 1994, respectivamente).

Personalmente, me gusta más el trabajo de Baikie en el apartado gráfico que el del propio Moore en el guion. Hay que reconocer eso sí, que éste acierta plenamente en el tratamiento de la historia (¿qué creen ustedes que intentaríamos hacer a un E.T. como el de la película si aterrizase en nuestro planeta?), si bien la resolución final resulta un poco forzada (hay “final feliz”, eso sí). Baikie realiza un muy buen trabajo, sobre todo en la dinámica de la acción, y en la ambientación de una historia cuyo desarrollo y escenarios se ajusta perfectamente a sus cualidades como dibujante.

(el lunes, la segunda parte)

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