La »Comics Code Authority» (Autoridad del Código de Cómics) fue creada en 1954 y forma parte de la Asociación de Revistas de Comics de los Estados Unidos (CMAA), con el objeto de regular el contenido de los comics en dicho país.
Hay que recordar que, en esa época, parte de la opinión pública en ese país consideraba inadecuadas algunas de las publicaciones que se realizaban en este medio, sobre todo las de horror y crímenes que estuvieron muy de moda en esa década. Tuvo mucha influencia en todo esto el libro que publicó Fredric Wertham titulado “Seduction of the Innocent”, quien consideraba que algunos de los contenidos en los comics, sobre todo los del género de crimen y horror, no eran apropiados para los lectores menores de edad. A raíz de ello, en 1954 las editoriales empezaron a mandar las revistas a la CCA (Autoridad del Código de Cómics), quienes los revisaban para comprobar que se ajustaran al Comics Code, y más tarde autorizaba el uso de su sello en la tapa del comic, si estaba todo en regla.
Para ubicarse en el contexto de esta década, ya había culminando la era conocida como la “Golden Age” de los comics, que en la primera mitad de la década del ´40 había apuntado (sobre todo en las portadas) a transmitir aliento y esperanza a los estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. A comienzos de la década del ´50 y hasta el 1955 incluido, DC Comics solamente publicaba, con relación al género de los superhéroes, las colecciones centradas en Batman, Superman y Wonder Woman, mientras que la Justice Society of America y otros personales de esta editorial habían desaparecido, a raíz de la merma de lectores de este género durante el transcurso de esta década. El año 1956 marcó el inicio de lo que se llamaría la “Silver Age”, con la primera publicación de la segunda versión del personaje Flash en la colección Showcase, que constituirá material para otro artículo.
De regreso en la primera mitad de los años ´50, en el caso de Marvel Comics (por entonces llamada Atlas), se concentró en publicar revistas de western, horror y ciencia ficción. De los superhéroes que publicaba en los ´40, sobrevivió durante este tiempo (los´50) sobre todo el Captain America (recordemos que esto ocurrió con anterioridad a la explosión Marvel que se inició en el 1961 con la creación de los Fantastic Four).
Todos los comics que se publicaron a partir de 1954, y en los años y décadas venideras, tenían que pasar por el filtro del Comics Code y aquí es donde entra la trilogía presentada en los números 96, 97 y 98 de Amazing Spider-Man. El más importante a los efectos de lo que queremos contar es el nº96, que contó con el guion de Stan Lee, dibujos de Gil Kane y entintado del genio John Romita, mientras que en los nºs 97 y 98 el encargado de las tintas fue Frank Giacoia.
En este comic (publicado en 1971), el editor de Marvel -el maestro Stan Lee-, atendiendo a la edad de la mayoría de lectores de comics, quiso publicar una historieta que se metiera con el efecto dañino del consumo de drogas en los jóvenes, es decir, quería transmitir un buen mensaje aleccionador para prevenir su consumo. Pero se sabía, de cajón, que no iba a pasar por el filtro del Comics Code. Luego de varios intercambios de opiniones y de idas y venidas con los responsables del organismo, Stan Lee hace (una vez más) algo revolucionario: publica el nº 96 de la colección Amazing Spider-Man sin pasar por el filtro y revisión del ente regulador del contenido de los comics. Esto constituyó da un hecho que fue considerado revolucionario e histórico en su época.
Y le salió bien a Stan Lee por varias cuestiones: la más importante es que logró transmitirse el mensaje que se buscaba; esto es, prevenir el uso de las drogas en los jóvenes,”. Aparte de ello, aunque la revista se haya publicado sin la intermediación Comics Code (y sin el sellito) obtuvo mayores ventas. De hecho, en la actualidad este número se vende más caro aún que números anteriores de esta colecció,n justamente por ser una rareza, al no tener la impresión del código en la tapa.
En particular, en este número, en las páginas 10 y 11 vemos a un joven delirando bajo la influencia de las drogas en el borde de una terraza de un edificio con el peligro de caerse al vació sin tener conciencia de sus actos, no sólo del peligro para sí mismo, sino también para terceros (los transeúntes). En la página 11, Spider-Man llegará a salvarlo. Los números siguientes de esta trilogía (que también se publicaron sin el sello) fueron los números 97 y 98, que trataron el tema de la influencia de las drogas en Harry Osborn, el compañero de cuarto de Peter Parker. Recordemos que Harry era el hijo del empresario millonario Norma Osborn, quien a su vez era el Green Goblin. Pero el nº 96 era el más importante de esta trilogía -de ahí el título de este artículo- porque fue el primero que no se sometió a las regulaciones del Comics Code, y por el valor del contenido del mensaje que se buscó transmitir.
A modo de conclusión, y como dato importante, cabe señalar que en la colección Marvel Tales -en la que se reeditaban unos años después cada uno de los issues de Amazing Spider-Man, estos tres números (96, 97 y 98) fueron reeditados en los nºs 77, 78 y 79, en el año 1977, y curiosamente fueron publicados con la aprobación y el sello del Comics Code. Esto se explica porque en el medio cambiaron las reglas. La victoria de Stan sobre el ente censor fue tan abrumadora, que pronto el Código fue modificado y ya para fines de 1971, se permitió mostrar escenas con «narcóticos o drogadicción», con la condición de que se lo retratara como «un hábito nocivo».
Al final, todo salió bien. Como diría el propio Stan Lee, “´Nuff said”.
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