Dos films animados nos invitan a explorar la fascinante y tradicional celebración mexicana del Día de los Muertos.

Coco y El Libro de la Vida

28/02/2018

| Por Agustina Manso

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28277381_10157183726224196_6552787470505306050_nEl mundo de la animación es fascinante por la cantidad de aristas que posee. Desde animaciones oscuras a animaciones de tono alegre, con personajes extravagantes o realistas, a historias que quieren dejar una moraleja o que sencillamente quieren causar algún impacto desde lo puramente visual. A veces, si son dirigidas correctamente, una animación puede mezclar todas estas cosas a la vez, siempre y cuando se enfoquen en una temática o idea central; como por ejemplo, la idea de la Muerte.

La Muerte tiene múltiples connotaciones dependiendo de la sociedad en la cual se ha crecido. Algunas culturas la toman como una cuestión de trascendencia espiritual de forma natural y sin dolor, mientras que otras se centran en la idea de que la muerte es dolorosa y sólo en vida puede uno asegurar que su espíritu tendrá paz al fin. Durante muchos años en la animación “mainstream” (sobre todo en la animación occidental) se han hecho más películas que se centran en la muerte como algo negativo, nefasto y terrorífico que generará dolor constantemente tanto en el difunto como en sus familiares. Lo cual en parte no es mentira, ya que existe un dolor cuando un ser querido se va. Sin embargo en los últimos años la temática de la muerte ha empezado a rescatar ideas latentes sobre la trascendencia y la espiritualidad, centrada más en la idea de Memoria Latente.

100723654_xoptimizadaxOriginalmente nuestra cultura no pensaba en la muerte como algo negativo, sino como algo natural y simbólico, y nuestra propia mitología original giraba en torno a esto. Según el folclore, Latinoamérica late con las vibraciones de la tierra y los espíritus, en la idea de comunidad y de familia por sobre una idea egoísta sobre un individuo. La mitología y las festividades cambian con cada país; México, por ejemplo, es uno de los países que celebra la trascendencia y la relación del mundo con la memoria viva y activa, donde el Día de los Muertos no se tiñe de negro y llanto, sino que exalta el color y la pasión de la cultura norteña, del amor y la importancia de recordar a los seres queridos. Desde aquellos que ya no están, a los que siguen con ellos. Por esto, es muy curioso que en los últimos años hayan salido no una, sino dos películas que buscan rescatar la idea de la memoria de México.

La primera es El Libro de la Vida, una película en 3D de comedia romántica y de aventuras inspirada en la celebración del Día de Muertos, realizada por Reel FX Creative Studios en 2014. La película es co-escrita y dirigida por Jorge R. Gutiérrez, nacido en México. Y la segunda película es Coco, película realizada por Disney Pixar del 2017, dirigida por Lee Unkrich, que también se centra en la celebración del Día de los Muertos.

cocoEn principio quiero remarcar lo nefasta que fue la producción de Coco, si bien es lejos mi película favorita de Disney en los últimos años. Para los que no saben la polémica, El Libro de la Vida arrancó a producirse en el 2001; cuando el proyecto fue acercado a Disney, éste lo negó por no ser interesante a lo que ellos buscaban. El Libro de la Vida fue una película de gran éxito de taquilla por su música, arte e historia, así como por ser la primera en mucho tiempo en rescatar la cultura mexicana del Día de los Muertos. No mucho después de que ésta película fuera un éxito, Disney (como el monstruo que es) sacó un aviso de que buscaban patentar a su nombre la frase “Día de los Muertos” para poder usarla como título de una película que estaba en producción, dirigida por directores que no tenían relación con México y con un equipo de producción no-latino (a diferencia de El Libro de la Vida que tenía un equipo de producción en su mayoría mexicanos). Latinoamérica se unió levantando peticiones y juicios para impedir que Disney se apropiara de una parte importante de la identidad mexicana. Disney tuvo que dar marcha atrás a su idea de patentar el Día de los Muertos. El proyecto quedó en pausa hasta que un tiempo después el trailer de Coco fue lanzado a las redes sociales con un equipo cambiado y con artistas mexicanos y latinos como principales consultores, lo cual causó una mezcla de confusión y furor entre el público.

450_1000Ambas a grosso modo tratan sobre un personaje (Manolo/Miguel) que vive en un pueblo de México cerca del Día de los Muertos. Ambos poseen una pasión por la música que no pueden expresar ya que su familia está en contra de ello por motivos relacionados a su familia (Manolo-Torero/Miguel-Zapatero). Ambos sufren un accidente (Manolo por Xibalba de forma directa-Miguel por Héctor de forma indirecta) y terminan formando parte de un limbo (La Tierra de los Recordados-La Tierra de los Muertos) donde tienen que encontrar a su familia difunta (Los Sanchez/Los Rivera) y resolver un problema pendiente en vida para poder regresar sanos y salvos. El camino se marca por flores doradas, cruzando un puente, en un mundo retratado con pura simbología mexicana donde aparecen personajes importantes como Guadalupe Posada, Siqueiros, Rivera, Frida Kahlo, etc.

ESP133566784cab5b0_0Se puede ver claramente que existe una similitud demasiado obvia entre ambas historias, por lo cual se entiende por qué Coco causó polémica en todos los que fueron al cine (así como sentimientos encontrados en los que, sabiendo de esto, disfrutaron de Coco). Sin embargo yo quisiera pensar un poco más allá de esto; no para quitarle importancia a la polémica ni porque tenga vergüenza de decir que lloré con Coco durante toda la última media hora de la película (yo formo parte de ese grupo que se desangró en vida en la sala de cine durante las escenas que tienen la canción Recuérdame), si no porque creo que existe algo muy positivo que resultó de todo esto.

xzkelyEV.jpg.pagespeed.ic.x1C9Wu9zkgTeniendo en cuenta lo que dije antes sobre las ideas encontradas sobre la Muerte en la animación occidental es casi increíble que actualmente no contemos con una, sino con dos películas que retratan fielmente la cultura mexicana y sus festividades, su color y pasión. Dos films que los niños van a poder ver y disfrutar, donde se encuentran personajes con los cuales uno puede verse representado, con suficientes guiños y menciones a Latinoamérica en general como para que uno pueda sentirse cercano como hermano. En ambas películas la música es excelente, el Arte es excelente, los personajes son complejos y queribles, la mitología está resaltada de forma increíble, las voces son perfectas, y hay suficientes diferencias entre una historia y otra como para poder verlas de forma personal.

Para mí el Libro de la Vida tiene menos foco en la historia y se centra más en mostrar la cultura mexicana y educar al espectador sobre su mitología, mientras que Coco se enfoca en una historia más pequeña que utiliza la cultura para relatarla de forma puramente emocional. Ambas son excelentes y están hechas a corazón puro, pero una es mucho más diversa visualmente al punto de ser casi experimental por ser la primera en su tipo, mientras que la otra está más centrada en seguir con el canon que Disney siempre tuvo con respecto a la emotividad.

t-coco-movie-making-of-openerYo soy fanática de ambas, pero tengo que admitir que Disney al centrarse en una historia más pequeña pudo sacarme una lágrima. Aun así, como ya había visto el Libro de la Vida no pudo asombrarme con su estética como su antecesora lo hizo en su momento. Por ello yo creo que hay una solución para poder ver ambas películas y disfrutarlas al máximo.

Si pudiera decirle a mi yo más joven que viera ambas, primero le diría que viera Coco por tener menos referencias a la cultura mexicana y una historia más centrada y emotiva que puede “digerirse” de forma más fácil. Sinceramente, Coco no tiene tantos guiños y el mundo que representa es menos detallado que el de su precursora. Y luego de haber explicado que Coco no es la primera película que salió sobre el Día de los Muertos (a modo de antesala), le diría que viera El Libro de la Vida por tener una historia menos centrada, pero que al haber sido hecha por mexicanos, es la película que realmente puede abrirnos una ventana al interior de México con un sinfín de referencias.

450_1000El Libro de la Vida marcó tendencia en el mundo de la animación por su riqueza visual y musical, y Coco pudo hacer que muchos adultos se volvieran niños recordando a sus abuelitas o viendo en Miguel a aquel niño con el que uno creció. Y es por esto que recomiendo ambas, con la felicidad de saber que existen estas dos obras preciosas para todas las edades.

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