Como vimos, Marvel tuvo su buena cuota de vaqueros enmascarados con el paso de las décadas. Lo que le venía faltando era su propia versión de El Zorro. Algo que recién iba a subsanar en Agosto de 1979, con la aparición de uno de los pocos personajes españoles en su universo: El Águila.
La culpa de todo la tuvo el dibujante Dave Cockrum, un empedernido diseñador de personajes. El creador de Storm y Nightcrawler bocetó un personaje que recordaba al Zorro en su libreta y la guionista Mary Jo Duffy quedó encantada con el diseño. Por esos años, Duffy escribía las aventuras de Power Man y Iron Fist y le pareció que un aventurero al estilo del Zorro, espadachín con gracia y justiciero a carta cabal, sería un complemento perfecto para oponerse a ambos. Así que en el nº58 de la revista de ambos personajes (dibujada por Trevor Von Eeden), conocíamos a Alejandro Montoya, un justiciero empeñado en frenar a traficantes, empresarios deshonestos y dueños de edificios de alquiler abusivos. El Águila rápidamente se convertía en el paladín de los pobres y oprimidos… y un problema para los Heroes for Hire, porque eran contratados para detenerlo y no podían zafar de ello. Al final, sin embargo , todo salía satisfactoriamente y El Águila volvía a repartir justicia libremente. Lo interesante es que, además de ser un atleta y espadachín de primera, Montoya también podía lanzar descargas eléctricas desde su espada… o a través de otros metales, porque tenía ese poder innato.
En sus siguientes apariciones, descubrimos que Montoya era en realidad un mutante que había ocultado sus poderes desde la adolescencia y había adoptado esa identidad para continuar una tradición familiar al estilo The Phantom. Habían existido otros El Águila en el pasado… uno de ellos, su antepasado Paco Montoya, había tenido una aventura en Centroamérica junto a Carter Slade, el primer Ghost/ Night/ Phantom Rider (en una aventura publicada dentro de la revista The Original Ghost Rider… léanse la nota sobre el personaje unas entregas atrás en esta serie). El traje y la personalidad de El Águila hizo que Duffy lo trajera varias ocasiones más a las páginas de Power Man & Iron Fist como personaje secundario.
Sin embargo, tras el cierre de esta serie, El Águila cayó en el limbo. Solo tendría dos aventuras individuales. En el nº3 de Marvel Fanfare, el desconocido Charlie Boatner en guiones y -de nuevo- Trevor Von Eeden en dibujos lo hacen enfrentar nada menos que a Hawkeye, cuando este trabajaba como jefe de seguridad de la Cross Technological Enterprises. Esta gente estaba desarrollando un arma para controlar protestas populares que resulta muy jodida… y no iban a tener problemas en venderla a regímenes autoritarios. Por eso El Águila se metía para destruirla y, tras enfrentarse con Hawkeye, lo lograba. Y en el nº9 de Marvel Comics Presents, Scott Lobdell (en guion), Larry Alexander (en dibujos) y Jim Sinclair (en tintas) lo hacían volver a España para ayudar a su prima y el pueblo donde vivía a enfrentar a un mutante llamado El Conquistador, en una historia bastante mediocre, digamos.
Tras eso, El Águila solo aparece en cameos. En Great Lakes Avengers: Missasembled nos enterábamos que tras el Dia M (ese donde la Scarlet Witch hacia desaparecer a los mutantes) había perdido sus poderes. Tras la Civil War, era considerado un potencial candidato a The Initiative (el programa oficial de superhéroes registrados por el gobierno establecido tras el crossover). En un texto en la revista Mighty Marvel Westerns: Outlaw Files se contaba la historia de la dinastía de El Águila; y en la serie del 2011 de Power Man & Iron Fist aparecía de civil como Alejandro Montoya, tratando de rastrear al asesino de otro superhéroe, pero como parte del Penance Corp. Ah, y el fantasma de su ancestro, Paco Montoya , tenía cameos en War of the Realms: Journey Into Mystery y en Hawkeye –Kate Bishop: Team Spirit. Y nada más. O sea, si no les quedó claro: El Águila dentro del Universo Marvel es – si somos generosos- un personaje de tercera fila.
Con esto, terminamos el recorrido por los cowboys enmascarados de Marvel. ¿Se acabó entonces?
Ja, eso quisieran.
Ahora vamos a volver atrás en el tiempo, a la década de 1950, cuando los superhéroes estaban en retirada, los comic books vendían montones de revistas en los kioscos, el western estaba de moda y había un montón de otras compañías, aparte de las Big Two, que publicaban historietas. Ahí hay una cantidad gigantesca de personajes que se ponían máscaras para traer justicia al Oeste.
Y vamos a empezar con una editorial de la que ya hablamos cuando contamos la historia del Ghost Rider, y que tuvo muchos más cowboys enmascarados en sus páginas: Magazine Enterprises.
Pero eso, lo dejamos para la próxima entrada.
5 respuestas a «Cowboys Enmascarados (parte 15)»
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pero cerrá bien el orto, Fabio Blanco VIOLÍN. Apurate para cogerte a Nahuel Lombardía que está por ser mayor de edad y se que después ya no te gustan.
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Eso quisiéramos, verdad.
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Macumazuca FORRO MIERDITA, andá y votá bien, PELOTUDO RETRASADO..
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Q.E.P.D la salud mental de Macumazuca
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Muy buena nota, me encantan los héroes bien del pueblo, el personaje tiene potencial pero ya sabemos que » la casa de las ideas» desaprovecha un montón de personajes así que no tendría mucha fe en que algún día se le haga justicia.
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