¨Cuando levantas la Mirada¨, del artista integral Decur, salió a la venta en nuestro país el pasado Agosto de la mano de Hotel de las Ideas. Se trata de un trabajo publicado en originalmente el año 2020, en Estados Unidos por Enchanted Lion Books. que ha tenido varios reconocimientos, entre ellos una nominación a los Premios Eisner. La edición realizada en nuestro país cuenta con 184 páginas a todo color.
Todo comienza con la mudanza de Lorenzo y de su madre, desde la ciudad a una nueva casa, en un lugar apartado de un pueblo en el que parece no haber pasado el tiempo. Lorenzo y su mamá viajan en una furgoneta de lo más vintage. La madre le dice a Lorenzo que mire el paisaje y que mire el camino, pero él no puede ´levantar la mirada´, está reconcentrado en su celular; quiere conectarse con sus amistades porque no quiere desconectarse de sus afectos y de la realidad que dejó atrás. Cuando llegan al nuevo hogar, Lorenzo descubre que no tiene señal del celular…¡no tiene internet! ¡Ay no! ¡Qué horror! ¿Qué pasó con el wifi? Sino hay conexión, ¿en qué podrá Lorenzo ocupar su tiempo?
Aburrido y sin saber mucho qué hacer con su tiempo, Lorenzo empezará a explorar la nueva casa. Nada parece ser lo suficientemente interesante, pero todo cambiará en ese instante en que ¨levante la mirada¨… Literalmente, ese momento clave, será cuando Lorenzo descubra un antiguo escritorio en una habitación vacía que se llevará toda su atención. Lo que parece un simple mueble de antaño repleto de polvo, en seguida se vuelve un objeto enigmático cuyos recovecos y cajones cerrados buscará abrir a toda costa. El descubrimiento de ese mueble misterioso resulta en el punto de inflexión en el relato. Lorenzo ya no ¨volverá a bajar más su mirada¨ para concentrarse en la pantalla de su celular…
¿Qué hace ese mueble solo, perdido en esa casa a la que acaban de mudarse? Una vez que Lorenzo consiga abrir los cajones, se va a encontrar con un cuaderno repleto de cuentos algo raros que comenzará a leer. Entonces surge una nueva incógnita: ¿quién escribió esas historias? ¿por qué esa persona dejó esos cuentos allí? Un poco inspirado por las historias y otro poco por la necesidad de explorar el nuevo pueblo al que se fueron a vivir con su mamá, Lorenzo comenzará a visitar rincones y lugares y, por alguna razón incomprensible, lo que le pasa a Lorenzo resuena en las historias del cuaderno y le abren a un mundo desconocido para él, que siempre estuvo allí, pero que no se permitía a si mismo explorar.
El mundo de los cuentos y la realidad de Lorenzo y su mamá se entremezclan para conectarse entre sí de una manera orgánica que se volverá, viñeta a viñeta, cada vez más atrapante hasta llegar un clímax repleto de ternura, reflexiones y legados en los que se cuestionan las redes sociales, es cierto, pero también nuestro límite como humanidad para implicarnos en la realidad. Al respecto, al mismo tiempo que ¨Cuando levantas la Mirada¨ resulta en una crítica al uso desmedido de las redes sociales, se vuelve una alegoría a esos momentos únicos en los que nos cambian para siempre durante la niñez y en una oportunidad para reconectarnos como lectorxs a los cuentos y a la fantasía.
La novela gráfica maneja una propuesta visual muy particular. Por un lado, la realidad de Lorenzo y su mamá se encuentra repleta de paisajes y lugares acuarelados, con elementos vintage que nos sacan del presente para remontarnos a un pasado imposible de fechar. Por otro, está el mundo de los cuentos, cuyas páginas tienen la característica de ser completamente amarillas y tener dibujos que claramente han sido intervenidos a partir de papeles pegados al mejor estilo collage. Algunas páginas solo cuentan con una frase (que siempre parecen estar ahí para interpelar), y otras se encuentran repletas de detalles para proponer dibujos con paisajes y lugares complejos, con personajes super expresivos y capaces de comunicarlo todo con ¨su mirada¨. A todo eso, se le suman las páginas inundadas de los dibujos de Lorenzo, los cuales tienen un estilo totalmente aniñado, típico de los dibujos durante la infancia. En general, los tres estilos visuales se complementan muy bien entre sí para remitir a diferentes épocas y estilos: por un lado, un pueblo y una casa que parecen haberse quedado en los años ´60; por otro, los cuentos, con ilustraciones simples pero muy al estilo de lo que pudieron ser los cuentos del Pajarito Remendado o de los Cuentos del Chiribitil en las décadas del ´80 y ´90. Los dibujos bien típicos de las niñeces resultan en un plus que consiguen expresar el mundo interior de Lorenzo y todos los cambios que atraviesa desde que deja sus amistades alojadas en un celular, a la mudanza y al descubrimiento de un mundo más analógico y real, pero que al mismo tiempo está lleno de fantasía gracias a los cuentos.
La propuesta estética, sin dudas muy ecléctica, se complementa correctamente con una narrativa con un ritmo desparejo (claramente adrede) en los que la historia que Decur quiere contar, por momentos parece avanzar más rápido que en otros. Algo importante a aclarar: ese ¨ritmo desparejo¨ no resulta para nada una traba para avanzar con la lectura, sino todo lo contrario, resulta pertinente para conectar los cuentos que lee Lorenzo con su propia vida cotidiana y con las experiencias que atraviesa a medida que avanza el relato.
Narraciones que se entremezclan, misterios, miradas que se levantan y descubren una nueva realidad; todo eso y mucho más en la novela de Decur que puede dar lugar a muchas lecturas e interpretaciones. Sin dudas, una propuesta diferente que propone que nos lancemos a las páginas para dejarnos llevar sin prejuicios y hacernos replantear inclusive qué pasa si nos permitimos y nos atrevemos a ¨levantar la mirada¨… ¿acaso qué será aquello que nos encontremos allí?