Llegamos al final del informe que recorre más de 40 años en la carrera del gran maestro valenciano.

Daniel Torres (parte 5)

21/08/2023

| Por Gregorio Guerrero

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Escapar del formato

No todo la obra de Daniel Torres son álbumes o historias cortas, sino que en varias oportunidades ha incursionado en el terreno de lo que vulgarmente conocemos como novelas gráficas o incluso aún, formatos más extravagantes.

El primero de ellos y a mí gusto personal, el mejor, es Burbujas. Publicada en el año 2009 en blanco y negro, esta historia nos sitúa en los pies de un trabajador común y corriente cuya vida se ve atravesada por un inconveniente laboral que desencadena una serie de situaciones. Con un dibujo extremadamente sencillo y despojado, Torres se despacha de una historia muy personal y profunda, donde reflexiona acerca de las relaciones interpersonales y las expectativas que uno proyecta sobre los que lo rodean. Con un poco más de 200 páginas, esta historia es fresca y fluida, y es una demostración más de que no hay género que se le resista al valenciano.

En el 2015 sale la magnánima La Casa, crónica de una conquista. Mezcla texto, historieta e ilustración, acá Torres se propone explorar a través de 576 páginas la historia del hombre y la relación con su hogar. Es un trabajo cuya realización le tomó seis años y es difícil de encasillar. Si sos fanatico de la arquitectura, este es tu lugar ya que el autor explota una de sus grandes pasiones y lo hace de una manera audaz e interesante. Pero si no te apasionan las disposiciones de los hogares a través del tiempo, cómo fueron construidos, o el rol que cumplían en la sociedad, esta lectura puede resultar un tanto tediosa. Es sin dudas un experimento histórico que merece la pena ser tenido en cuenta, más allá de no ser íntegramente un comic.

Por último, en el 2018 se publicó Picasso en la guerra civil. Esta vez Torres nos trae un meta-relato ucrónico. Como bien es sabido (o no), cuando comienza la Guerra Civil Española Picasso ya era demasiado viejo para participar en defensa de su patria, y su rol quedó relegado a ser un embajador artístico. El pintor se siente en falta con su pueblo, y decide encargarle a un artista de bande dessineé (Francisco Torres, proveniente de Valencia) que realice un comic integral donde Picasso lucha en la Guerra Civil. La historia será muy enriquecedora por la relación entre ambos artistas y los conflictos que se presentan a la hora de representar la historia, pero también por el comic dentro del comic, con un retrato más que interesante de la idea de Pablo.

El dibujo de Torres es brutal, a blanco y negro y tonalidades de verdes, mezcla su estilo con cubismo y otros yeites clásicos de Picasso para dar rienda suelta a un despliegue de dibujos dignos de ser enmarcardos uno tras otro. No es la mejor obra del autor, pero el nivel de dibujo que maneja y las referencias históricas que utiliza nuevamente nos demuestran el compromiso absoluto que tiene con su trabajo.

Roco Vargas: más vigente que nunca

Finalmente llegamos al 2017 y al lanzamiento de Júpiter, el último álbum oficial de Roco Vargas hasta hoy. A diferencia de las entregas anteriores, esta vez Torres nos trae una historia totalmente unitaria que no da pie a ninguna nueva tetralogía, o al menos así nos lo hace entender. Sin embargo va a haber referencias a aventuras pasadas no narradas, e incluso nos revelan el nombre de la próxima historia, aún no publicada.

Esta vez el autor abandona un poco la temática de los robots y las inteligencias artificiales y se centra en la ecología y la guerra, como artífices del avance de la humanidad. Es sin dudas un unitario muy profundo y con un cierre bellísimo. El nivel de narrativa que maneja es algo nunca visto en sus obras anteriores, y sus dibujos son la amalgama perfecta entre Philippe Druillet y Moebius. Por tercera vez consecutiva Torres nos refriega en la cara que todavía tiene mucho por contar sobre Roco Vargas, y que no existen limitaciones para este personaje. Si en lo que respecta a la línea temporal del personaje, este es el cierre definitivo, entonces nos paramos todos de pie y lo despedimos con una ovación.

Y así hemos recorrido más de 40 años de la obra de Torres, todo para llegar a su última obra publicada al día de la fecha, sin contar recopilaciones o artbooks: El futuro que no fue. Situada en el universo Roco Vargasiano, esta vez nuestro protagonista no es otro que Archi Cúper. Sí, el detective al que supimos amar en El misterio de Susurro, vuelve a las andanzas con una increíble historia pulp. Olvidémonos de todos los avances argumentales y artísticos que Torres desplegó en historias anteriores, porque acá vamos a volver al trazo más crudo, con fondos sobrecargados, colores que iluminan cuartos oscuros, y unos diálogos retorcidos con un nivel de poética abismal. Vamos a tener un poco de todo lo que nos gusta: conspiraciones políticas, detectives, tramas ocultas y muchísima acción, todo narrado maravillosamente por un autor que no pierde su vigencia y se renueva constantemente, incluso mediante el uso de temas o personajes que uno creería habían perdido su esplendor. Como en ocasiones pasadas, la historia se ve mezclada con constante meta-relato, publicidades, enciclopedias y otras inserciones variopintas que aportan constantemente veracidad al mundo que el ídolo viene creando hace casi 40 años.

Hoy más que nunca, Daniel Torres sigue siendo el abanderado de la línea clara española y uno de los autores más prolíficos y más geniales que ha dado ese país.

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