A 90 años de su creación, DC Comics ha pasado por muchas cosas y se ha enfrentado a muchas tomas de decisiones. Si bien por haber subsistido hasta hoy, uno podría pensar que la mayoría de sus disyuntivas fueron resueltas correctamente, es claro que cuando metieron la pata lo hicieron con todo. En esta serie de notas encumbramos en un podio a las que entendemos son las diez peores cagadas que se mandaron, las diez veces que sus decisiones resultaron una poronga. Algunas les parecerán menores, otras son terribles; algunas apenas trascendentes para un guion, otras hubiesen cambiado el curso de la Historia. Las cagadas aquí postuladas no están ordenadas por su magnitud, sino por la fecha en que fueron mandadas. Hoy recorreremos una muy leve comparada con las otras que estuvimos viendo, pero que muestra otra arista de la boludez editorial: cuando DC arruinó su evento anual.
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Como ya vimos en la entrega anterior, en 1989 y 1990 DC se dejó de hinchar un poco las bolas con los mega-crossovers intra-editorial, y para 1991 salen a probar un nuevo formato del curro: que la saga corra por los anuales. Entre Mayo y Octubre de ese año salen dos ‘book-ends’ que se titulan "Armageddon 2001" y entre uno y otro hay que leer doce anuales. La idea original de Denny O'Neil, Archie Goodwin (en guiones y coordinación) y el dibujante Dan Jurgens contemplaba viajes en el tiempo, un misterio, y ya estaba mal parida de entrada. En el opresivo futuro del año 2030, el científico Matthew Ryder, logra canalizar energía de la corriente temporal y se convierte en el super-ser Waverider. Entre sus poderes, Matthew puede hacerse invisible e intangible a voluntad, además de teletransportarse, cambiar de apariencia, viajar en el tiempo y poder ver el futuro de una persona con solo tocarlo. Es por este último poder que decide viajar a un punto en el tiempo en el que Monarch no existiese -el Universo DC de 1991- e ir por ahí visitando a los héroes de la Tierra para tocarlos y conocer su futuro, y así ver quién de ellos será el que se iba a convertir en Monarch en el 2001, año del surgimiento de este tirano enfrascado en una mega-armadura. Las pocas pistas que tiene Waverider son que Monarch supo ser un superhéroe, que tiene conocimientos militares, porque logró dominar a todo el mundo con los ejércitos, y por entre las rendijas del casco se le vio el color de los ojos.

Y ahí va, Annual tras Annual, tocando héroes (incluso a algunos más de una vez, lo cual es ridículo, pero bueno, hay que facturar y los Elseworlds de futuros distópicos estaban bien vistos a partir del Dark Knight Returns): Superman Annual 3, Batman Annual 15, Justice League America Annual 5, Action Comics Annual 3,The Flash Annual 4, Hawkworld Annual 2, New Titans Annual 7, Detective Comics Annual 4, Adventures of Superman Annual 3, L.E.G.I.O.N. Annual 2, Hawk & Dove Annual 2 y Justice League Europe Annual 2. En el último cuadro de este anual, Waverider está por tocar a Captain Atom que era el único personaje que le faltaba, ya que los miembros del equipo son dispersados por el espacio-tiempo. Atención: esto concluye en Armageddon 2001 parte 2. Todo hacía suponer que Monarch sería Captain Atom, lo cual era muy interesante y encajaba perfecto con las pistas dadas. De hecho, a partir de su nº 50 la serie se venía arrastrando al borde de la cancelación y ya no sabían muy bien qué hacer con el personaje. Si esto continuaba que se revelaba la identidad del Monarch y era Nathaniel Adam, hubiese estado muy bueno.
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El segundo book-end de la saga muestra que cuando Waverider mira el futuro del Capi, Nathaniel Adam está retirado por problemas con su poder, pero al ver la muerte de su hijo y sus nietos asesinados por pandilleros, se descontrola y los elimina. Y está tan caliente que destruye toda Nueva York. Alto la acción. Hasta acá, está todo a punto caramelo para que se convierta en Monarch. ¿Qué pasó entre que se disparó el misterio y que tuvieron que dibujar las páginas siguientes de este especial? DC volvió a demostrar su falta de tacto, de sentido común y de viveza. Hete aquí que un vivillo montó una línea tipo 0-800 (900, en USA, que tenés que pagar por minuto) que se promocionaba diciendo que te contaba los secretos más preciados de la industria del comic. Obviamente, deschavaba que Monarch era Captain Atom (esto lo confirmó Dan Jurgens en una entrevista publicada en 2006, en el nº179 de Wizard).
Otras versiones complementarias hablan de que se filtró en un newsgroup de Usanet y de ahí pasó a las comiquerías, en donde el boca a boca hizo el resto. E incluso acusaban a la revista Comics Buyer Guide de haber revelado el giro antes de que saliera el final de la historia. Con la madurez y la inteligencia de un nene de cinco años, los directivos de DC le ordenaron a Goodwin y O'Neil que escribieran un nuevo final, donde Monarch NO fuera Captain Atom. El problema era que con las pistas dadas y los futuros eliminados en los anuales donde Waverider los visitó, los guionistas no tenían una solución coherente. “Y bueh, medio milico y calentón, cuyo título vende más o menos, sacrifiquemos a Hawk”. Pero en el Annual 2 de Hawk & Dove, el viajero temporal ve cómo Hank Hall es asesinado por el mismísimo Monarch en 2001, y además, combinando sus poderes con los de Dove, pueden ver múltiples posibles futuros de la pareja, al punto de que Matthew dice: “No importa el futuro, siempre lo combatieron pero nunca se convirtieron en él”. “Che, no pará, no tiene sentido que sea Hawk”, quizás dijo Archie, pero alguien tenía que ser el villano y ahí O’Neil tiró: “Bueno, pero Hank Hall no es exactamente igual a Hawk”. Y agarrados de ese tecnicismo quisieron justificar este esperpento (que anula la pista fundamental: ‘Es un superhéroe’).

Sí, damas y caballeros, Monarch resulta ser el cuatro de copas de Hank Hall (que no tiene los ojos del color que mostraran del Monarca, pero bueno) y cerraron el título de Hawk & Dove que escribían Barbara y Karl Kesel. Paralelamente, para Septiembre del ’91, John Ostrander y el dibujante Michael Adams entregan el final de la revista de Captain Atom (nº57, "Quantum Quest (Parte IV de IV) - Elsewhere"). Quizás por culpa, quizás por ineptitud, quizás porque ya tenían páginas dibujadas, el futuro de Captain Atom queda ligado al de Monarch. Eso se ve en la secuela Armageddon: The Alien Agenda 1-4 (por Jonathan Peterson con Jurgens y Leialoha, Michael Netzer y Rubinstein, Alan Weiss, o Dick Giordano con Steve Mitchel, ya en Noviembre del ’91 y hasta Febrero del ‘92), donde los dos se pelean mientras saltan por el espacio-tiempo con unos alienígenas metidos en el medio.
Queda como corolario una docena de anuales intrascendentes, un personaje pedorro con la capacidad de alterar la línea temporal y cagar la continuidad, Dove muerta, Monarch libre para convertirse en Extant en Zero Hour y la patética Armageddon: Inferno, otra miniserie que trata de avechuchear con este concepto, cuyo único sentido es traer de vuelta a la JSA, escrita por John Ostrander, con dibujos de varios artistas destacados como Walt Simonson, Art Adams, Luke McDonnell, Tom Mandrake, Giordano y algunos más. Ya medio para tomarnos el pelo, en un número de Extreme Justice (el 7, a cargo de Dan Vado y Al Rio- mamadera, qué talentos- en Agosto del ‘95) Captain Atom se cruza con una versión del Monarch, que dice ser el verdadero Nathaniel Adam. Años después, Dan Didio quiso corregir esta barrabasada, y en la época de Countdown, Captain Atom pasa finalmente a ser Monarch, pero para ese momento ya era un poco tarde y a nadie le importó. La cagada ya estaba hecha, y la pila sigue creciendo, tapando las cosas buenas. ¿Tenías que arruinar una historia porque dos giles trataron de ganar unos dólares y no te dieron tu tajada, DC? Patético. Hasta la próxima.



