Zero Hour debería ser mucho más importante para los Titans de lo que efectivamente fue. El final de la serie de los Team Titans, con la revelación de Monarch como su líder y la promesa de que continuaba en las paginas de dicho evento, ameritaba algo más que las cuatro tristes páginas que les dedican, en las que pasan de ser esbirros de Extant (la nueva identidad de Hank Hall) a ser borrados de la línea temporal de un plumazo. Como únicas sobrevivientes de todo eso, quedan Mirage y Terra, que se van a unir a la nueva formación.

Así es como en el nº 0 de la colección (Oct.1994), se cumple el sueño húmedo de Sarge Steel, y Arsenal lidera un nuevo equipo de Titans que se encuentra a disposición del gobierno. A las antes mencionadas ex-teamers, se suman Changeling, Impulse y Damage, para cerrar la fomación a la que muy pronto se le van a unir Donna (ahora como Darkstar) y Kyle Rayner.
El dibujo corre por mano de Stephen JB Jones, pero va a ser reemplazado por William Rosado a partir del 117. Los guiones siguen a cargo de Marv Wolfman, por lo menos en los papeles, ya que se si indagamos un poquito en el asunto, el guionista no se quiere hacer mucho cargo de los mismos. Según su versión, todos los plots y demás estaban digitados por el coordinador Pat Garrahy, que a duras penas lo dejaba encargarse de los diálogos. A tal punto Wolfman denosta esta etapa de la colección, que en entrevistas recientes se niega a llamar por su nombre a Garrahy y lo hace completo responsable del desastre de la serie y de su alejamiento total de la misma, después de más de 12 años al frente. Todo el equipo fue una imposición editorial y se nota. Para colmo de males lo obligaron a sacar a Dick de la colección, porque lo necesitaban en Batman, y lo obligaron a poner a Roy a cargo del equipo, cuando es un personaje que a Marv le parecía una mierda, como mencionó en reiteradas ocasiones. Con todo esto, el escenario estaba servido para el fracaso y así fue.

Esta etapa se va a caracterizar por su fuerte vínculo con el resto del DCU, pero no de una manera copada. En mas de una oportunidad (perdón que me ponga un poco autorreferencial) manifesté mi teoría de lo que más nos gusta de los superhéroes, es lo que esta mal, y eso se llama continuidad o universo compartido. Eso que hace tan divertido a estos comics, donde los personajes interactúan entre sí porque viven en la misma ciudad, o que lo que sucede en un título tiene consecuencias en otro, es muy hermoso cuando esta bien ejecutado. Pero cuando se hace con poca onda, o por el simple hecho de que los que leemos el titulo X, nos veamos obligados a comprar también A o B, se vuelve una tremenda bosta, y en algún punto ese es el motor de esta etapa de los Titans. Además de tener dos crossovers, la serie abusa de un recurso que voy a llamar a efectos académicos “Truchover”, es decir crossovers truchos, o engaña-pichangas, donde nos referencian que tal o cual cosa “viene de” o “continúa en” y al final lo que vemos en esa otra otra revista son apenas algunas páginas, en el mejor de los casos. Ya les voy a contar en detalle las más ladris que vayan apareciendo.

El nº 0 es un enfrentamiento contra distintos villanos que laburan para el Crimelord, y sirve un poco para presentar a los personajes y ver cómo funciona el equipo. Vemos que el gobierno les proporciona un nuevo cuartel en una estación de tren en Liberty Park, y al final hay una breve aparición de Kyle, que es seguido de cerca por una entidad. Lo más relevante es que Changeling se empieza a comportar de manera extraña y parece estar perdiendo el control de sus acciones, poseído por la semilla de Trigon con la que lo infectó Raven unos números atrás. Esto va a desencadenar todo lo que sucede en el nº 115, donde Gar, ya completamente corrompido por Trigon, va a atacar a sus compañeros de equipo y sacárselos de encima. Primero se va encargar de Mirage en el satélite y después de los demás cuando vuelva a la Tierra. El episodio no es mucho más que eso y al final a modo de epílogo tenemos otra página dedicada a Kyle y la entidad que lo viene persiguiendo.
Y acá aparece el primer truchover, porque en GL nº 57 vemos que la entidad que venía siguiendo a Kyle era en realidad Psimon, que no sabemos de dónde mierda salió, ya que la última vez que lo vimos, lo habían matado en Crisis. Pero bueno, se ve que aclarar esas cosas no es muy relevante. Lo que importa es que sin mucho esfuerzo toma control de la mente de Kyle, y decide usarlo como herramienta para matar a los Titans. Así es como en las ultimas cinco páginas del número, pasa lo mismo que en un par del nº 116 de Titans, con los diálogos traspolados y todo.

Para no hacerla muy larga, los Titans continúan su pelea con Changeling, cuando aparece Green Lantern y se los saca de encima. Entonces el foco de la pelea cambia por completo sin mucho sentido. Gar aprovecha para rajarse mientras los demás pelean con Kyle. En el medio, Donna rescata en el espacio a Mirage y ambas se suman a la pelea, justo a tiempo para que Psimon se haga cargo de que era él quien controlaba las acciones de Kyle.

En el 117 sigue el tole-tole, pero algo que le hace Psimon a Mirage activa algún tipo de poder psíquico latente en la heroína, que no puede ser controlada por el villano, y siente un cambio drástico en sus poderes que hasta ese momento se limitaban a hacerla ver como otra persona. En el ínterin aparece un nuevo personaje, Jarras Minion, que ya había tenido una breve aparición un par de números atrás cuando su planeta había sido destruido por completo por… chan chan chan chan… Psimon!! Así que el muchachito entra a darle con todo lo que tiene y eso sirve para que los Titans zafen de su control y entre todos puedan reducir al villano, que va quedar al cuidado de los Darkstars en una prisión espacial de máxima seguridad.

Acá si uno está muy hecho mierda, puede ir a leerse el nº 28 de Darkstars para ver el encuentro entre Donna y Jarras, cuando este trata nuevamente de vengarse de Psimon por destruir su planeta.
El 118 es una especie de episodio puente entre lo que venia pasando y el siguiente arco argumental que va a girar en torno a las semillas de Trigon. Lo más interesante es que el nivel de machaca baja muchísimo y el guionista se toma un rato para la interaccion entre los personajes, que tratan de acomodarse a su relación como equipo. De todo esto lo más interesante es la charla de Roy y Donna, donde esta le cuenta que Terry la está demandando por la tenencia de su hijo y termina cuando ella acepta volver al grupo. En paralelo a todo esto, como dije unas líneas más arriba, vemos cómo Raven toman el control de Thunder y Lightning, que se encuentran combatiendo a los hombre de Crimelord en San Francisco, y también se lleva a un personaje nuevo que estaba STAR Labs, tratando de comprender sus poderes. Gar, por su lado, se levanta a una minita en un boliche y se la entrega a Raven para que se alimente de su alma, en algunas de las secuencias más innecesarias del capítulo.

¿Para dónde va todo esto? Lo veremos más claramente en la próxima entrega


