En 1969, la editorial francesa Lug, capitaneada por Marcel Navarro, se convertía en la primera en traducir comics de Marvel en ese país, en la revista Fantask. Por problemas con la censura (a la que no le gustaban los superhéroes), la revista duró apenas seis números, en los que aparecieron varios episodios de Amazing Spider-Man, Fantastic Four y los nºs 1, 2, 4, 5 y 6 de Silver Surfer, a quien rebautizaron "Le Surfer d´Argent". Estas historietas (las de la gloriosa etapa de Stan Lee y John Buscema) obtuvieron una excelente respuesta por parte de los lectores.

Navarro había fundado la editorial Lug en 1950 junto a Auguste Vistel, con sede en Lyon. Lug era el antiguo dios galo del comercio y originalmente la ciudad de Lyon se había llamado Lugdunum, que en latín significa "ciudad de Lug". Durante muchísimos años, Navarro fue un consumidor apasionado de comics de superhéroes de origen norteamericano, y había trabajado como traductor para editoriales de Italia que tenían los derechos para publicar material de DC, Marvel y otras editoriales en ese mercado. También participó en la creación de varios personajes con onda superheroica que aparecieron en distintos proyectos (ninguno muy exitoso) en distintos países de Europa. Evidentemente, a un fanático de esa magnitud no lo iban a frenar tan fácilmente.
En 1970, Lug reincidió con nuevos títulos de Marvel traducidos al francés, uno de los cuales (Strange) resultó un éxito rotundo que permaneció en los kioscos hasta 1998. En esa revista (una antología en la que convivían distintas series de Marvel, no muy distinta de las que publicaba Editorial Abril en Brasil) aparecieron a fines de los años ´70 los episodios restantes del Surfer de Lee y Buscema: el 3 (que había quedado afuera de Fantask) y del 7 al 17. El 18 (dibujado por Jack Kirby) también se publicó, pero bastante después, en 1980. En el medio, Marcel Navarro decidió que una serie tan buena y tan popular entre sus lectores no podía tener solo 18 episodios y pidió permiso a Marvel para encargarle a autores franceses nuevas aventuras del Surfer d´Argent que saldrían solo en ese mercado.

El resultado fue una saga llamada "La Porte Étroite" (la puerta estrecha) que empezó en el nº25 de la revista Nova (22 páginas, Febrero 1980) y terminó en el nº26 (20 páginas, Febrero 1980). Los guiones los escribió el propio Navarro, y los firmó con el pseudónimo de "J.K. Melwyn-Nash", mientras que los dibujos aparecen acreditados a Jean-Yves Mitton. Ambos autores se esforzaron para emular los estilos de Lee y Buscema, como para que el material no desentonara en una antología donde también aparecían historietas de Nova y de Spider-Man. De hecho, a Mitton se le va un poco la mano y copia descaradamente un montón de dibujos de Buscema, de los que ya habíamos visto en los episodios originados en EEUU.
El guion de "La Porte Étroite" es bastante digno. Aparecen Galactus, Mephisto, Shalla Bal, hay machaca cósmica, soliloquios grandilocuentes, políticos mezquinos (Jimmy Carter y Leonid Brezhnev tienen pequeños roles. caricaturizados por Mitton), momentos en los que el Surfer sufre como un condenado, imágenes que recuerdan a Jesucristo en la cruz, y un clima bastante similar a los que lograba Stan Lee a fines de los ´60. Todo pasa por un asteroide llamado Ceres que va a impactar contra la Tierra, y el esfuerzo de Norrin Radd por impedir el desastre. Es un pastiche muy bien logrado, al punto que tranquilamente podría haber sido una historia que Stan Lee imaginara y John Buscema llevara al papel en una revista de Marvel durante aquella etapa de fines de los ´60. La repercusión entre los fans franceses fue muy buena, nadie salió a acusar a Navarro y a Mitton de faltarle el respeto a un clásico del comic con una imitación burda o trucha.

Pero claro, producir de cero historietas que solo se publicaban en Francia, y además pagarle a Marvel por usar sus personajes, no resultaba económicamente viable para la editorial Lug. Así es como el experimento, si bien salió bastante bien, no se hizo nunca más. Esta saga casi apócrifa del Silver Surfer nunca se tradujo al inglés, ni apareció en ninguna otra publicación de ningún otro país. Por lo menos de manera legal, ya que en Francia apareció en 2020 una edición pirata, que conmemora el 40º aniversario de esta extraña anécdota y recopila la historia completa bajo una portada de Mitton coloreada por Frisano que, una vez más, imita el trazo de John Buscema.
Es una de esas bizarreadas que, hasta que no las ves con tus propios ojos, no podés creer que existen. Pero "La Porte Étroite" existe, y si sos fan del Silver Surfer y sabés francés, está digitalizada en algún lugar de la web para que puedas leerla.



