Nos sumergimos en la antología de historieta erótica recientemente publicada por Loco Rabia.

La Calorosa

15/06/2023

| Por Jules De Menta

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En Enero pasado, la editorial Loco Rabia lanzó una nueva y disruptiva antología erótica para mayores de 18 años. El libro, realizado por un colectivo de artistas diversos -el Colectivo de Historieta Experimental- que se cuestionan la frontera entre lo erótico y lo porno, cuenta con 116 páginas que harán reflexionar sobre la sexualidad en el siglo XXI en un total de 15 relatos, algunos más extensos y otros en tan sólo un par de viñetas. ¿Quiénes hacen las historietas? Ellos y ellas son: Júlia Barata, Nicolás Castelo, Mariana Ruiz Johnson, Fiorella Malfatti, Angie Cornejo, Ailin Kirjner, Santiago Adano, Catalina De Sanctis y Nico Lassalle.

La antología arranca con una microhistoria que, de por sí es muy caliente o ‘calorosa’. En  ‘Sexting’, Júlia Barata nos presenta una situación virtual breve, pero no por eso menos sexual y erótica, en la que dos personas intercambian imágenes o bien videos, ‘selfies’ de sus genitales, muy explícitos. Desde la primera imagen de ‘Sexting’, nos será imposible dejar de notar que nos encontramos ante un libro sin tabúes, pero que, tal como advertiremos, a medida que avancemos con la lectura, las historias de la antología en ningún momento dejará de apelar al respeto de la sexualidad de sus personajes, de las situaciones  que experimentan y mucho menos de sus lectores y lectoras.

El libro claramente arranca con todo. El sexting está a la orden del día, algo que se terminó sin dudas de imponer durante la pandemia. Luego de presentarnos un tema tan actual y que se encuentra en boca de todos y todas, la siguiente historia nos lleva a un situación completamente diferente, y de hecho, antagónica, tanto en cuanto a espacio y tiempo como en la forma que en que transcurre. Ya no estamos dentro del mundo de lo virtual, sino en un concierto de Bersuit Vergarabat, lo que nos remonta más bien a los años ´90. Con su ‘Primera vez’, Nicolás Castelo nos hace viajar al pasado, a los tiempos en el que el rock estaba de ‘moda’ y estaba rodeado de un gran erotismo y sexualidad.

Las dos primeras historias, sin dudas, resultan muy correctas para dejar en claro desde el inicio que en esta antología habrá mucha diversidad. En ‘La Calorosa’ encontraremos de todo: desde situaciones sexuales más realistas a situaciones más fantasiosas y alegóricas, desde historias más duras y explícitas y otras más dulces y sutiles. Lo interesante, es que la diversidad no sólo responderá a las situaciones, sino también a sus protagonistas cuya diversidad a lo largo de las páginas resulta muy correcta en un presente en el que, el redescubrimiento por el significado del género y el reconocimiento de cada vez más sexualidades, se encuentra en boca de todos y todas. Al respecto, la antología renueva el erotismo gráfico tradicionalmente centrado prácticamente en contextos y personajes heterosexuales estereotipados, tanto en cuanto al hombre como a la mujer. ‘La Calorosa’ se atreve a todo y resulta un pertinente reflejo de la diversidad sexual que hoy nos permitimos vivir y disfrutar cada vez más como sociedad y seres únicos e irrepetibles. Cada personaje aquí es único y se atreve a explorar su sexualidad de manera auténtica sin poner límite al deseo, a la imaginación, a las fantasías y a esos aspectos de la realidad que los y las erotizan.

Si bien los relatos son bastante concisos, en general, los y las protagonistas de cada historia tienen papeles muy claros dentro de las tramas. De hecho, sus personalidades y su relación con la sexualidad queda muy explícita y, por tanto, mayor o menormente, las situaciones suscitan identificación. Al respecto, se destaca el juego de roles que se construye en cada uno de los relatos, lo que lleva a que nos encontremos con situaciones de la vida cotidiana, que aunque pueden resultar algo bizarras, como por ejemplo, ‘El Celo’ de Santiago Adano, se sienten absolutamente familiares. Probablemente la historia que más se aleja del resto, sea la propuesta de Mariana Ruiz Johnson con su viaje erótico a lo largo y ancho del cuadro de ‘El Bosco’ del Jardín de las Delicias. En este relato, una chica se erotiza al imaginar cómo el pintor diseño y pintó su cuadro, y adivina qué papel tuvo cada personaje en esa narración visual.

Aunque en cada breve historia cada artista presenta una propuesta estética diferente, el uso del blanco y del negro es una constante y, probablemente lo que logra, en última instancia, aunar a todos los relatos en una antología que recurre a múltiples recursos artísticos para retratar la diversidad de los cuerpos y su placer. A lo largo de las páginas, nos encontraremos con trazos que buscan una representación más realista de la realidad, pero también con dibujos que se vuelcan más hacia la abstracción y hacia diseños de personajes más simples, aunque no por eso, menos eróticos. Las narraciones se mueven entre gráficos más explícitos que sugieren cierta pornografía e ilustraciones más sugerentes y que, por tanto, se acercan más al terreno de lo erótico. De cualquier manera, en general, los diseños de personaje tienen mucha expresividad, al punto que por momentos no hace falta siquiera mostrar rostros, sino que con ‘la parte’ se puede advertir muy bien ‘el todo’; tal como ocurre en la propuesta de Nico Lassalle, llamada ‘En mi cabeza’, y la de Ailin Kirjner, que en su trabajo ‘Sin nombre’, los pies lo expresan todo y son definitivamente los únicos protagonistas.

La antología de Colectivo de Historieta Experimental resulta en un trabajo muy actual que logra retratar la sexualidad y su diversidad de una manera muy correcta, al mismo tiempo que pretende ‘calorosamente’ reivindicar el placer con consentimiento, algo de lo que todo el mundo hoy habla y aboga cuando se trata del sexo. Puede decirse que probablemente sea por apelar a relaciones sexuales cuya característica principal sea el respeto, que el trabajo grafico coral de ‘La Calorosa’, logra hacer que nos cuestionemos por las fronteras entre lo erótico y lo impuesto por la pornografía, para que, en definitiva, reflexionemos por lo que realmente deseamos dar y recibir cuando tenemos sexo…

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