Laputa: Castle in the Sky se inicia en la ciudad de Slug Ravine, donde el joven huérfano Pazu trabaja de ayudante de ingeniero. Es un mal momento para su jefe y para los mineros, ya que las grutas subterráneas les han dado todo el mineral del que disponían para convertirse en meros pasillos vacíos que se aventuran hacia las entrañas de la tierra.
En ese marco de desolación un ángel descenderá del cielo para cambiar la vida de Pazu. Pero no es un ángel, si no una chica que cayó flotando del cielo inconsciente. Su nombre es Sheeta, quien despierta en una casa extraña y conoce a Pazu y sus palomas, y de forma inmediata ambos chicos sienten que el destino los tiene atados. Sheeta es tan sólo una campesina de Gondoa, su ciudad natal, y fue capturada por agentes del Ejército, que luego fueron atacados por piratas. La joven, en su afán de escapar, cayó de una aeroplano desde gran altura, sin poder explicar cómo sobrevivió.
Luego de eso Sheeta ve en casa de su nuevo amigo algo que le causa gran conmoción: una foto de Laputa, la mítica isla flotante. Pazu le explica a Sheeta que su padre la tomó, y que nadie jamás creyó en su historia, por eso ahora el joven está construyendo su propio aeroplano, para descubrir Laputa y reivindicar el nombre de su padre.
Repentinamente, extraños llegan al pueblo y la joven reconoce en ellos a los piratas que la persiguen. Pazu, decidido a ayudarla, la disfraza y sale en busca de la ayuda de su jefe y los demás mineros, mientras ellos escapan utilizando uno de los trenes que van por la vía interna. Los piratas del Tiger Moth liderados por Dora, se dan cuenta de esta artimaña y van en persecución de Pazu y Sheeta, pero llega una amenaza para ambos bandos: el Ejército.
Luego de una confrontación completamente balanceada hacia el lado del Ejército, Pazu y Sheeta caen al vacío desde una altura mortal pero terminan flotando y descubriendo los poderes que posee la piedra que la joven lleva colgando de su cuello y por ende la importancia de la misma para sus perseguidores.
En su descenso, los jóvenes llegan a las minas que recorren la ciudad y sus cercanías, en donde son ayudados por un antiguo minero, el Tío Pom, que les cuenta la leyenda de la Isla Flotante y les confirma la existencia del mito. Pazu ahora está decidido a llegar a Laputa en la aventura más grande de su vida, pero al salir a la superficie ambos son capturados por el Ejército.
Pazu, luego de estar prisionero en una base, vuelve a su casa descorazonado, ya que Sheeta le pidió que le dejara sola con los militares luego de que estos amenazaran con matar al joven. Pero descubre que los piratas han tomado su casa y se une a ellos para ir a rescatar a Sheeta.
En la base, Muska, el Jefe de Espionaje, le muestra a Sheeta los restos de un robot guerrero de Laputa y le revela que ella es la descendiente de la realeza, la Reina Lusheeta de Laputa. La joven resucita al robot guerrero luego de recitar un antiguo encantamiento que le enseñó su abuela cuando era apenas una niña y este empieza a destruir la base militar con un poderoso rayo. Justo en el último momento de la destrucción, Pazu y Dora logran rescatar a Sheeta.
Ahora comienza la carrera entre los dos bandos: Pazu y Sheeta junto a Dora y la tripulación del Tiger Moth y Muska y el Ejército, por llegar al mítico castillo volador de Laputa…
La Producción
El 2 de Agosto de 1986 Studio Ghibli estrenaba su primera película: Tenkuu no Shiro Rapyuta. La historia, completamente creada por Hayao Miyazaki era según el director una «novela de ciencia-ficción la cual fue escrita al final del siglo XIX».
Miyazaki ya había sido animador y diseñador de varias películas y series de TV, y lograba crear su propio estudio de animación y dirigir su tercer película. La primera había sido El Castillo de Cagliostro (Rupan Sansei: Kariosutoro no Shiro, 1979), segunda película del ladrón caballero de Monkey Punch, y la segunda, la adaptación de su propia historieta Nausicaä del Valle del Viento (Kaze No Tani No Naushika, 1984).
Miyazaki tomó el nombre de la isla voladora del clásico de la literatura «Los Viajes de Gulliver» del escritor Jonathan Swift. En la novela de Swift, Laputa era una isla voladora en la cual los hombres estaban tan interesados en hablar de filosofía y astronomía que básicamente tenían «su cabeza en las nubes».
Pero no es la única referencia a la isla voladora en la historia de nuestra humanidad, lo más lejano que se puede rastrear a Laputa es Platón y su «Geografía Perdida», en la que aparece junto a otros mitos como la ciudad sumergida de la Atlántida. En un pasaje, llamado el «Libro del Cielo», de dicho libro el filósofo habla de Laputatilis, una isla voladora creada por una civilización altamente avanzada para escapar de una guerra. Sin embargo su aislamiento fue su perdición, ya que se volvieron tan dependientes de la civilización mecánica, que eventualmente debilitó su vitalidad y una extraña enfermedad acabó con la mayoría de ellos cerca del año 500 A.C.. Finalmente los pocos sobrevivientes bajaron a tierra y Laputatilis fue abandonada a errar por los cielos por la eternidad.
Miyazaki vuelve a demostrar su maestría en la dirección con esta película, con paisajes hermosos y sorprendentes, con personajes muy reales y perfectamente definidos, y con sus clásicos aparatos voladores, increíblemente detallados que prácticamente parecen funcionar en la realidad. Y por supuesto si hay aeroplanos de todos los tamaños, también hay increíbles escenas de vuelo a alta velocidad, e incluso se diría que son solamente apenas superadas por las que hay en Porco Rosso (Kurenai No Buta, 1992).
Pero además de los aparatos voladores también esta el Robot Guerrero de Laputa, que basado (de hecho, su apariencia física es exactamente igual) al Robot Lambdo, creado por Miyazaki para el capitulo 155 de la segunda serie de TV de Lupin III (Shin Rupan Sansei, 1977-1980) de Tokyo Movie Shinsha.
Para dirigir esta nueva obra, en la cual el director vuelve a realizar la historia, el guión, el diseño de personajes y el diseño de escena, Miyazaki se volvió a rodear de la gente con la que colaboro para llevar Nausicaä a la pantalla grande. Así es como Isao Takahata vuelve al rol de productor, mientras que Yasuyoshi Tokuma y Joe Hisaishi vuelven a sus lugares en los papeles de Productor Ejecutivo y Compositor de la Banda de Sonido respectivamente.
La música de Hisaishi se muestra muy distinta a la que compuso para Nausicaä. La de Castillo en el Cielo es mucho más orquestal, sin tantos teclados electrónicos. Además es la primera vez que se arriesgaba a introducir en sus orquestaciones a un coro vocal, en este caso el Suginami Children’s Choir. Hay que destacar que para la versión lanzada recientemente en EEUU por Disney/Buena Vista, Joe Hisaishi volvió a grabar la banda de sonido de la película. Básicamente la rehizo completa desde el principio. El compositor re-compuso varias piezas musicales y agregó cerca de 30 minutos de nueva música a la ya existente banda de sonido de una hora de duración.
En cuanto a la parte visual, el logro es para Michiyo Yasuda, Diseñadora de Color de Studio Ghibli, y que ha colaborado con Miyazaki Y Takahata desde el comienzo de sus carreras. Básicamente ella decide qué colores y tonos se usarán a los largo de toda la película, y a ella se debe que Castillo en el Cielo sea visualmente atractiva y sorprendente en escenas como el amanecer en Slug Ravine, la destrucción creada por el Robot Guerrero en la Base militar, el propio color de los distintos tipos de nubes que envuelven a Laputa, y los impresionantes verdes de los jardines del Castillo en la isla flotante.
En las voces principales estuvieron Mayumi Tanaka y Keiko Yokozawa, en los roles de Pazu y Sheeta, mientras que Dora fue interpretada por Kotoe Hatsui. Cabe destacar a Nou Terada interpretando a Muska, que logra al mejor villano, junto a Cagliostro, de una película de Hayao Miyazaki. Tambien hay que resaltar que entre las voces de relleno se encuentra la ahora famosa actriz Megumi Hayashibara que desde los ´90 ha interpretado a más de 50 personajes de animación, entre los que se destacan a Rei Ayanami en Neon Genesis Evangelion (Shinseiki Evangerion) y la gatita Hello Kitty.
El doblaje para EEUU fue dirigido por Jack Fletcher, que también hizo esa función en la versión para ese mismo país de La Princesa Mononoke (Mononoke Hime, 1997), y selecciona un excelente grupo de actores para las voces, como James Van Der Beek como Pazu, y Cloris Leachman como Dora. Quizás a aquellos que ya hayan visto este clasico de Miyazaki en su japonés original les moleste un poco el clásico acento «yanki». Pero el doblaje para EEUU no se queda atrás en figuras de gran nivel, ya que interpretando a Sheeta se encuentra la precoz ganadora del Oscar Anna Paquin (X-Men), mientras que en el rol de Muska se encuentra Mark Hamill (Luke Skywalker y la voz del Joker en Batman: The Animated Series). Otro hecho destacable es que el doblaje de Tenkuu no Shiro Rapyuta para ese país se realizó en 1996, junto al de Kiki’s Delivery Service (Majo no Takkyuubin, 1996) y al de Mononoke.
Ya sea en su versión original de 1986, o en su actual versión con nueva banda de sonido y visualmente restaurada, en japonés o en inglés, Castillo en Cielo demuestra por qué Hayao Miyazaki ha prevalecido durante tantos años y se ha convertido en uno de los directores favoritos del público a escala mundial.