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NOTAS

Popeye (parte 8)

Última entrega del mega-informe que repasa toda la historia del querido marinero tuerto en los comics.
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Lunes 02 de enero, 2023

SOY LO QUE SOY

Vamos cerrando el informe, que por supuesto no recorre ni las infinitas reimpresiones de material clásico que ha habido en EEUU y todo el mundo, ni ha hablado de las muchas versiones animadas de Popeye, ni de el infinito merchandising que este ha tenido en todo el mundo (por ejemplo, el jabón para lavar la ropa en Chile es conocido también como “jabón Popeye”, ya que esa es la marca que se ha popularizado en el consumo popular). Hablar de esto excede nuestra nota, pero merecería que alguien la escriba. Sobre todo si tenemos en cuenta que para la mayor parte del público, Popeye es un dibujo animado antes que un comic.

En gran parte del mundo, debido a las leyes de copyright el Popeye de Segar ya se encuentra en dominio público, mientras que en EEUU debería entrar en ese estado el 1º de Enero del 2025. ¿Qué ocurrirá con nuestro querido marinero tuerto? ¿Habrá una nueva explosión de material protagonizado por él (como ocurre con Sherlock Holmes), el King Features saldrá a presionar con la marca registrada (que es muy diferente al copyright) para impedir esto, o simplemente irá gradualmente hacia el olvido como muchas otras creaciones del comic? No lo sabemos. Entretanto solo podemos seguir disfrutando la locura que en sus viñetas nos han dado tantos creadores con este personaje.

POPEYE Y LAS ESPINACAS

Uno de los mitos más extendidos sobre Popeye es que su fuerza e invulnerabilidad derivan directamente del consumo de espinacas. Esto por supuesto es un error inculcado por los dibujos animados. Segar nunca establece directamente esta relación. Si hará a Popeye un consumidor de espinacas y dirá que esa dieta (que NO es exclusiva) contribuye a su fuerza y rudeza. También se dice que fue acariciar la gallina whiffle en su primer aventura lo que le da ese poder. Tampoco es verdad: Popeye aguanta quince tiros antes de caerse y la gallina lo que hace es darle suerte para que sobreviva. En realidad, Popeye aguanta lo que aguanta y pega lo que pega porque es, básicamente, un tipo extremadamente duro.

Se supone que esa afición a las espinacas en la historieta habría sido una concesión de Segar al dibujo animado y/o a los productores de espinacas (no se tiene la certeza) para favorecer el consumo del vegetal (económico en esos años de Gran Depresión) entre los niños.

POPEYES FORANEOS

Creer que Popeye no ha tenido versiones extranjeras hechas por autores locales es algo ilusorio. En la extensa carrera del personaje hubo seguramente versiones locales del personaje, la mayoría hecha probablemente sin consentimiento oficial. Sabemos poco de ellas, pero hay que destacar la extensa publicación que en Italia se ha hecho de Popeye o como ellos lo llaman “Braccio di Ferro” (Brazo de Hierro)

Popeye comenzó a salir en Italia desde la década del ´30 y se publicó de manera frecuente. Para 1963, la editorial Branconi decidió que no alcanzaba el material americano y se lanzaron a publicar (con permiso del King Features) sus propias historias de Braccio di Ferro con autores italianos y con material de tono más infantil que el original. Los dibujos correrían por cuenta de Alberico Motta (también guionista), Sandro Dossi , Tiberio Colantuoni , Pierluigi Sangalli , Maurizio Amendola (que también guionizaba) y Roberto Viesi (otro guionista además de dibujante). La serie duró hasta 1994 con la friolera de 817 números, sin contar otras series también publicadas por la editorial sobre el universo de Popeye. Algunos personajes apenas usados en EEUU, como el gigante Georgie y los Misermites (que habían aparecido en una historieta en 1949) se convirtieron en regulares de la serie italiana, mientras que otros personajes tuvieron algunos retoques (el padre de Popeye se lo conoce como Trinchetto por su afición al vino). No puedo asegurarlo, pero tengo la sensación que algunas de las historietas de Popeye editadas por Novaro en la serie Águila y por las editoriales Vid y Cinco pueden ser traducciones de material italiano. Hay que investigar eso…

Para el 2009 las leyes de copyright que rigen en el mundo (excepto en EEUU que tiene un régimen diferente) hicieron que el Popeye de Elzie Segar quedara en dominio público en el mundo. Eso hizo que en Francia hayan aparecido varios álbumes con Popeye como protagonista. En el 2011 Éditions Lapin sacaría un álbum apaisado llamado simplemente Popeye, escrito por Phillip y dibujado por Puyo, con un estilo muy underground. Al año siguiente la editorial Onapratut se jugaría con Revoila Popeye, donde un elenco de creadores de todo el mundo reinterpretaba a su gusto a Popeye, incluyendo a un amigo de la casa: Lucas Varela. Finalmente, en el 2019, la editorial Michel Lafon sacará una novela gráfica llamada Popeye: Un homme a la mer, hecha por Antoine Ozanam y Marcelo Lelis, que aparentemente tendrá pronta edición en Brasil.

POPEYE EN ARGENTINA

En Argentina Popeye ha tenido una presencia relativamente frecuente en las historietas, no solo por su publicación local sino porque las ediciones en español hechas fuera del país e importadas desde México, España y hasta Chile y Colombia se han conseguido de manera relativamente frecuente en todos estos años. Centrémonos en lo publicado en este país, en un recorrido que seguramente será incompleto.

La primera vez que Popeye se publicó en Argentina fue dentro de las páginas de historietas del diario Crítica, el diario más popular que tenía Argentina en la década de 1930. Las tiras del Popeye de Segar (al que habían traducido como Espagueti) era una de las atracciones de esa sección, muy importante en el diario de esos años. Gracias a su aparición allí, Popeye se hizo popular entre el público argento.

En 1939, la editorial Tor produce Pif Paf, de cadencia semanal y con preponderancia de la historieta de los “syndicates”. Popeye (publicado aquí como Espagueti) sale en sus páginas, así como en algunos de sus suplementos. La revista duraría hasta 1954, aunque no sabemos hasta cuándo publicó a Popeye.

Para el año 1941, la editorial Láinez sacaría Espinaca, una revista de formato apaisado de periodicidad semanal que traía como serie principal a Popeye (probablemente con las tiras de Zaboly de esos años), entre otras muchas tiras. Los contenidos eran mayoritariamente de procedencia norteamericana, aunque de a poco serían reemplazados con material hecho en Argentina. La revista cerraría aproximadamente hacia 1946.

Sabemos que, aproximadamente para fines de los´50, la editorial Tiempos Modernos publicó una olvidada revista de historietas llamada Furia Blanca donde salió publicado algo de Popeye. Y si no nos falla la memoria, dentro de las revistas de Columba de finales de la década del ´60 y comienzos de los ´70, se publicaban como relleno algunas de las páginas de Bud Sagendorf.

Lo que sí podemos asegurar es que en los ´80 apareció el Popeye de Sagendorf en algún suplemento infantil (¿La Nación? ¿Crónica? ¿Diario Popular?). Tambien en 1982, Columba publicará Sandokán, revista que ofrecía material de prensa, incluyendo a Popeye. La revista duraría 27 números, y daría origen luego a Super Sandokán, de la que salieron catorce números más.

La última aparición de Popeye en Argentina sería en uno de los volúmenes de la Biblioteca Clarín de la Historieta del 2004, específicamente el 14, donde Popeye comparte libro con Olaf el vikingo, el personaje de Dik Browne. Allí se reimprimía -por primera vez en muchas décadas- material de Segar.