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NOTAS

Teen Titans (parte 41)

La impactante graphic novel de los Titans se publicó en 2011, pero en la historia de los personajes encaja más o menos por acá.
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Jueves 28 de noviembre, 2024

Vamos a pegar un salto temporal a 2011, y no porque el resto de la serie sea una bazofia y no valga la pena mencionarla (aunque en algún punto podría ser así), sino porque llegó el momento de meternos con Games.

Muy al pasar cuando hablamos del regreso de George Perez para “Who is Wonder Girl” mencioné que había sido concebida como una novela gráfica de 96 páginas, pero que al final decidieron meterla dentro de la serie regular, lo que los obligó a pensar otra idea para dicha obra. Y si bien entiendo la decisión, me parece un poco una cagada, porque un álbum a todo culo con el nuevo origen de Donna, no solo hubiera visto la luz en tiempo y forma, sino que además sería un verdadero hito en la historia de los Titans. En cambio Games, sin ser mala ni mucho menos, hubiera sido bastante más intrascendente incluso con su idea original y publicada en 1989 como estaba previsto, me parece que.

¿Pero porque hablo de 1989, del origen de Troia, y digo que nos vamos a 2011? Porque asi como lo escuchan (o mejor dicho lo leen) por vaivenes editoriales y de los autores, esta obra estuvo casi 25 años en el freezer y ahora vamos a tratar de contar los pormenores de dicha odisea. No suelo poner alertas de spoiler, porque es algo que me parece bastante ridículo cuando estamos reseñando cosas que se publicaron hace tantos años, pero como en este caso puntual no son tantos años, me permito aclararles que para hacer una buena comparación entre lo que puedo ser y lo que de hecho es, no voy a tener reparos en revelar muchas de las partes más importantes del argumento de la novela gráfica. Ahora sí, vamos a eso.

Marv Wolfman sufrió a finales de los ´80 un bloqueo creativo terrible, que según el mismo cuenta le duro alrededor de 5 años y le impidió hacer muchísimos trabajos en el nivel que pretendía, pero por una cuestión económica no podía dejar de trabajar. Sin dudas esto explica en muchos casos, cómo se desploman sus historias en la serie de los Titans en estos años y por qué tiene un repunte con el regreso de Perez más allá del dibujo. Por este motivo, el plot de esta historia fue escrito por Perez en el ´88, para presentárselo a la por entonces coordinadora de la colección Barbara Kesel, en base a las ideas que él y Marv habian discutido previamente. Cuando este plot fue aprobado por la editorial, Perez se mandó a dibujarlo sin red, con un método que le era muy habitual en aquella época y en su colaboración con Wolfman en particular. El mismo consistía en meterle cambios a la historia sobre la marcha en el dibujo, para después comentar estos cambios con el guionista, que acomodaba la historia a lo que le llegaba dibujado. El problema en este caso fueron los 20 años que pasaron en el medio.

Cuando a Wolfman le empezaron a llegar las páginas, quedó alucinado por el laburo que se estaba mandando su compañero, quien entendía y aprovechaba al máximo el formato más grande que les iba a permitir la novela gráfica, Perez fue por todo y laburó también en originales más grandes que los habituales, en los que metió más detalles, mejoró la narrativa y dejó la vida en cada página. Entonces Marv decidió ver a dónde lo llevaba el dibujante y no escribir una puta línea de dialogo hasta no tener el total de las paginas entregadas… y ahí es donde el paso del tiempo hizo estragos.

En algún momento entre el ´89 y el -90 (yo tiendo a pensar que fue a mediados de los ´90, porque Changeling ya tiene el look con las cubanas que le pone Tom Grummet en el nº 71) las páginas dejaron de llegar, porque otras obligaciones alejaron a Perez de la obra . También disminuyó el interés de la editorial por el proyecto,  y la misma tendencia se veía en los lectores con la colección, cuyas ventas bajaban mes a mes. ¡Y la historia se fue al freezer! Las impresiones de las páginas de Perez que Wolfman venía acumulando se quedaron durmiendo en un placard y por una buena cantidad de años, no se habló más del tema.

Tras el éxito de JLA/Avengers, se empezó a hablar nuevamente del proyecto y todo parecía indicar que iba a ver la luz, pero de nuevo la ajustada agenda de Perez lo obligó a no poder retomarlo. Hasta que en 2010, Marv Wolfman se juntó con Dan DiDio y le dijo «el año que viene se cumplen 30 años de la salida de los New Titans: sacamos Games para celebrar eso o no sale nunca más». Por suerte parece que el por entonces capo de DC se lo tomó en serio, y se pusieron manos a la obra para lograr que viera la luz en 2011.

Obviamente con el tiempo transcurrido, la historia sufrió algunos cambios mayores, porque no solo los autores eran personas distintas, sino que el contexto mundial también había cambiado, y lo que podía funcionar en 1988 no tenía porque hacerlo en 2011. Pero a pesar de todo esto, al ya haber dibujadas unas 50 páginas, los cambios no podían ser tantos, ni tan radicales porque la idea era no tocarlas. La mayoría de los cambios se centran en el final de la novela, y por supuesto los diálogos -como ya dijimos- se escribieron por completo para esta edición, porque Wolfman jamás los había escrito.

La trama enfrenta a los Titans con el Gamemaster, un ex agente del CBI que en una especie de desafío mental con King Faraday, trata de destruir New York para demostrarle al gobierno que las amenazas pueden venir de adentro y de pequeñas células terroristas, sin la necesidad de tener a las grandes naciones detrás de ellas (algo que post 2001 cobro otra magnitud, pero que estaba más o menos planteado en los mismos términos en el plot original). Asi contrata a siete villanos que van a enfrentar cada a un miembro del equipo en su propio terreno, para desviar la atención de su verdadero plan y poder destruir la gan manzana.

La historia sufrió tres cambios drásticos con respecto a su versión original, pero antes de meterme con eso, quiero destacar un evento que sucede que hubiera sido fundamental de darse en su época y que me sorprende que Wolfman no lo usara de todas maneras. Me refiero a la muerte de Sarah Simms, la profesora de niños discapacitados amiga de Cyborg y que fue una suerte de interés romántico del personaje. En esta historia se la cargan y -si bien hoy está fuera de continuidad- si en su momento hibiera sucedido, sin dudas habría significado un profundo cambio para Vic. Sin embargo, lo que terminó pasando es que el personaje fue perdiendo peso hasta que se olvidaron de ella por completo. Quizás esta era una salida mas digna.

Ahora si, en cuanto a los cambios concretos en la historia, el ms importante para el argumento fue el cambio de villano y demás, pero es el que menos incidencia tiene para los Titanes, así que vamos a obviarlo. Centrémonos en los otros dos: el sacrificio de Danny Chase y la explosión de la Titan Tower. Como ya dije, ninguna de estas dos cosas estaban puestas en el plot original y dudo mucho que hubieran terminado ahí en aquel momento, pero con el diario del lunes, Wolfman vio la chance de hacerlo y la jugó.

Danny Chase era un personaje detestable, que nunca pegó entre los lectores y duró bastante poco en el equipo, ya que el guionista se vio obligado a barrerlo debajo de la alfombra. Pero como pasa con toda creación, Wolfman le tenía cariño y siempre sintió que no pudo explotar el potencial del personaje, por lo cual acá trata de reescribirle una suerte de redención. Así, Danny sacrifica sus manos para detener una explosión y salvar a un montón de gente en una conferencia de la ONU. Lo que lleva incluso a que Garfield lo termine por considerar su amigo, tras aceptar que desde la muerte de Tara iba a dudar de quien fuera que le pusieran delante. La destrucción de la Torre por su parte, sirve para cerrar el arco de Cyborg, quien decide detonarla para salvar a la ciudad y a todos sus habitantes, aunque quede un inmenso agujero en la isla.

Obviamente ninguno de estos eventos llegó a la serie regular, lo cual hace que esta historia sea una especie de «Elseworlds light» si se quiere. Pero todo es tan similar y estos cambios son tan producto del retraso que tuvo la publicación de la obra, que en algún punto podemos considerarla parte de la historia canónica de los Titans. De haberse publicado en tiempo y forma, encajaría mas o menos a esta altura en la colección, por eso la cubrimos a esta altura del informe y no más adelante.

(Muy pronto, una nueva entrega)