No son pocos los fans y especialistas del medio que afirman que con el nº 84 uno puede abandonar a los Titans de forma definitiva sin perderse de nada importante, y por desgracia no me queda más que coincidir con ellos. De acá en adelante, con mejores o peores momentos, es todo cuesta abajo y falta un laaargo recorrido hasta el nº 130 que marca el final de la serie. Pero bueno, trataremos de hacer de tripas corazón y que resulte lo más llevadero posible.
Los siguientes cinco episodios (hasta llegar a Total Chaos) son raros, no solo por la terrible rotación de dibujantes en un mismo número, sino porque da la sensación de que están haciendo tiempo, hasta que empiece la siguiente saga y no saben qué verga hacer en el medio. ¿Se acuerdan de esos hermosos unitarios que nos regalaba Marv Wolfman, donde solía no haber villanos y se metía de lleno en la vida diaria de los personajes, para avanzar la historia de otra manera, y sembrar puntas para desarrollar en el futuro?. Bueno acá hace algo parecido, pero horriblemente mal, y lo estira por una cantidad de números que lo hace insostenible.
Como había mencionado en la entrega anterior, el 85 funciona como epilogo de la Titans Hunt. Arranca con el funeral de Joey, rápidamente nos lleva a STAR Labs, para ver cómo siguen las cosas con Vic y Garth, que no pintan nada bien, sobre todo para Cyborg, que parece haberse convertido en un mero robot que sigue órdenes de forma irreversible,
Sigue el plot de la concejala que, para impulsar su carrera política, quiere hacer que los Titans paguen los gastos que le provocan a la ciudad; y en medio de todo eso, aparece una energía extraña en el edificio que se desintegró en el capitulo anterior. Cuando van a investigar ,se encuentran con un nuevo Phantasm, que tiene un contenedor con el experimento de los Wildebeest que para el cierre del episodio nos vamos a enterar que es el Baby Wildebeest. Todos esto en 24 páginas dibujadas por cuatro tipos distintos: lógicamente está el titular, Tom Grummet, pero también meten mano Curt Swan, Kerry Gammil y John Statema.
El siguiente número y los tres posteriores, además de hacer demasiado foco en Baby Wildebeest y la disyuntiva de Pantha entre querer matarlo y convirtirse en su madre adoptiva, van a funcionar de prólogo para la saga por venir. Acá vemos cómo Lord Chaos toma el control de una empresa en nuestro tiempo, pero parece tener alguna suerte de lazo mental con Donna y su bebé no nato, por lo cual sufre de constantes dolores y desmayos, que no le permiten estar a pleno. Pero su plan es bastante claro: garantizar su nacimiento y después de eso, eliminar a su madre.
En la misma línea, Donna no se siente nada bien, y la someten a varios estudios en STAR donde no solo descubren que está embarazada, sino que -como su metabolismo fue alterado por los dioses para que pueda soportar sus poderes- no tienen mucha idea de por qué está reaccionando como lo hace. Todo parece indicar que, a pesar de tener apenas unos meses de embarazo, el nacimiento del bebé es inminente. Lo que nos lleva a la última pata de este plot, que son los Team Titans en nuestra era, tratando de localizar a Donna para matarla. Así deciden espiar a sus compañeros de equipo hasta que alguno los conduzca hasta ella, porque desconocen su paradero, y esto genera tres situaciones dignas de ser mencionadas:
La primera y más obvia es que Terra se cansa de esperar que Changeling se encuentre con Donna y decide confrontarlo frente a frente, calculando que el impacto de verla viva lo va a shokear lo suficiente como para poder sacarle información y por supuesto no es lo que pasa. Gar desconfia de ella, que cree que es alguien que usurpó su identidad, lo que los lleva a enfrentarse. La segunda es la que rinde sus frutos, y es Red Wing vigilando a Cyborg en STAR, lo cual hace que eventualmente descubra que a Donna también es atendida ahí. Pero comete el error de intervenir ella sola y es fácilmente puesta fuera de combate y capturada por los Titans (ya vamos a volver a esto). Y me dejé para el final el más bizarro de todos, que si bien no se resuelve en estos cuatro números es bastante obvio, y va a tener consecuencias en el futuro: Mirage se hace pasar por Kory para poder estar cerca de Dick, de quien estaba enamorada en el futuro que compartían juntos, como vimos en el especial de Armageddon 2001.
Otros pequeños plots que se desarrollan en estos números y parecen relevantes, son el regreso de Harpy en busca de Steve Dayton, lo que nos hace pensar en un regreso de Hybrid. Recordemos que en este momento, el coordinador Jon Petersen todavía tenía la idea de darle a Len Wein su propio título con esos personajes. El plot de Cyborg robot y la culpa que siente Red Star, al sentirse responsable porque haya terminado así, conecta con otro plot: el de unos rusos misteriosos que secuestran al Doctor Raskov, para que aplique los conocimientos que ganó en la reconstrucción a Vic, para crear un ejército de cyborgs rusos.
El ultimo es en el que menos hincapié se hace, pero va a dar la excusa para el crossover: Slade quedó alterado tras haber tendido que mar a su propio hijo y, si bien en un inicio era un enemigo del equipo, en el último tiempo fue un aliado. Pero ahora está fuera de control y los Titans siente la obligación de tener que detenerlo… aunque esto va a pasar recién cuando arranque Total Chaos, en el nº 14 de la serie de Deathstroke.
Estos números son tan intrascendentes, que dos de las cuatro tapas están dedicadas a Baby Wildbeest y la última, la del nº 89, es la clásica portada meta, donde están bajando el logo de la portada para anunciar que se vienen importantes cambios en la serie. Es decir, no había qué poronga resaltar del contenido de los mismos que fuera importante como para vender el número.
Antes de entrar en Total Chaos, estoy obligado a hacer mención del Annual 8 que -en la misma línea que el anterior- forma parte de un mega-crossover integrado por todos los anuales de la editorial de ese año: Eclipso, The Darkness Within. Para no hacerla muy larga, el anual sigue lidiando con el tema del Cyborg 100% robotico y de la concejala Alderman, que acá se trae un robot gigante para combatir la amenza metahumana. Pero lo principal de este anual, es que Eclipso se hace del control de Changeling, Red Star, Pantha, Starfire y Deathstroke. La historia, así como viene de otro lado, va a continuar en un anual de LEGION 92 y no hay mucho más que valga la pena rescatar de este número, sin meternos en una saga que es bastante irrelevante para los personajes. Así que mejor, dejarla acá y ver qué pasa con el mega crossover que se viene.