Cuando creíamos que la serie no nos podía someter a peor castigo que Bill Jaaska, aparece de la nada Nick Napolitano, a revolvernos el estómago de maneras impensadas. Este señor desconoce por completo la anatomía y dibuja un Arsenal y un Changeling completamente deformes. Supongo que lo llamaron por su facilidad para dibujar tecnología, ya que son unos numeritos centrados en Cyborg y el planeta Technis, donde el artista se la pasa dibujando chirimbolos y aparatitos por todos lados, a pesar de teclear mal a la hora de hacer a los personajes.

Lo más triste es que el guion de Marv Wolfman no es mucho mejor: con este arco podemos decir que arranca oficialmente el principio del fin. Si bien, es algo que se venía cocinando hace tiempo y después del número 100 se puso en completo funcionamiento, es acá donde el plan de Wolfman se vuelve manifiesto e irreversible. La serie necesita un cambio total, y para eso hace falta limpiar a todo el equipo original. Sí, aquel que nos dio tantas alegrías desde 1980, debe desaparecer por completo y de esta manera el proceso que arrancó con Donna tras Total Chaos, se va a extender rápidamente a partir de este arco a Cybrog, Starfire, Changeling, Nightwing e incluso Raven (que llevaba ya mucho tiempo fuera del título) de manera más o menos definitiva para que -con la llegada del número 0- la serie tome otro rumbo, tenga otra formación, etc, etc.
Pero me estoy adelantando mucho. Estamos en el nº 104 (Diciembre de 1993) y arranca “Terminus” este arquito de cuatro partes que va definir el destino de Cyborg y que -como decía- es realmente horrible, mayoritariamente por culpa de Wolfman, que trata de hacerse el vanguardista, se va completamente de su registro y hace agua por todos lados. ¿Por qué? Todo culpa de Alan More!! Por segunda vez, el guionista de los Titans retoma un plot descolgado de la etapa de Swamp Thing del Mago de Northampton (la primera había sido la del casco de Mento), esta vez centrado en el icónico nº60. ¿Se acuerdan? Ese en el que, durante un viaje por el espacio, Swampy se encontraba con una entidad de vida tecnológica con la que tenía una especie de relación simbiótica y es mas como un cuento ilustrado por John Totleben, donde son todas splash pages con cartuchos de texto. Al final de ese número, la entidad quedaba “embarazado” de Swampy, que continuaba su viaje espacial.

Bueno, Wolfman se agarra de esa historia para contar la suya, y según parece el fruto de esa unión quiere destruir la Tierra, mientras que el resto de los habitantes de su planeta necesitan acceder al alma de Cyborg para salvarse, ya que es la combinación perfecta entre máquina y humanidad. La cosa se torna por momentos super-confusa, e incluso el guionista trata de emular en algún punto la prosa de Moore sin éxito, lo que sumado al dibujo horrible solo termina en desastre. Obviamente este tipo de enfoque es insostenible por tantos números, y enseguida hay un montón de peleas innecesarias, hasta que finalmente Vic recupera la conciencia. Pero nos vamos a enterar que no está realmente vivo, sino que puede mantenerse en este estado dentro de Technis, por lo cual su destino está sellado, y al final de la historia va a abandonar todo y quedarse en el planeta. Uno menos!
La verdad que no hacían falta cuatro números para contar solamente esto. El ataque de Technis a la Tierra es patético, las infinitas secuencias con Arsenal encerrado en una caja en el espacio persiguiendo al planeta también están al pedo, y asi podría seguir enumerando todo lo que está mal, pero no vale la pena. Una cosa que me olvidé: hice tanto hincapié en el dibujo de Napolitano, que no mencioné que solo ilustra dos de los episodios, mientras que los otros están en manos de Mark Tenney... que no es mucho mejor para ser sincero. Olvidemos todo esto, y demos vuelta la página.

En el nº 108 vuelve Jaaska, para alegría de nadie, y se centra principalmente en el destino de Kory, que tras ser tocada por Raven en el nº 100, no da pie con bola, tiene alucinaciones y perdió completamente el rumbo de su vida y su relación con Dick. En este número va a flashear con un ritual tamaraniano: el Kynasf’rr, lo que la va a hacer abandonar todo para irse a completarlo a la cordillera de los Andes. El resto del número muestra al equipo lidiando con las consecuencias de la “muerte” de Vic, y cómo Arsenal trata de zafar de que el gobierno tome el control del equipo. Sin demasiada suerte y bastante falto de alternativas para zafar, la opción va a ser rosquear con Luthor Jr. (sí, acá estamos en la época, esa es la que Luthor era un muchachito pelilargo que decía ser su propio hijo).

El 109 va a ser un episodio dedicado íntegramente a Starfire y el rito este por el que va a pasar en los Andes, lo que es básicamente un mal viaje de Kory. Acá pintó de nuevo la frula y el guionista divaga, llevando a la princesa de Tamaran por un viaje lisérgico, para aceptar su pasado, y renegar de su presente, hasta que se da cuenta de que -ante todo- es una guerrera y que su relación con Dick la estaba conteniendo y convirtiéndola en algo que no era. El pasaje por todo este rito la va transformar para siempre: acá cambia por completo a la Kory que todos conocemos.

El 110 es un número que sirve de puente entre lo que le pasa a Kory y el próximo arco por venir, que va a llevar al equipo al espacio. Dick se entera de que Kory está con una tribu del amazonas que la adoptó como chaman, y decide viajar hasta allá para hablar con ella, pero al encontrarla ella no solo lo ignora, sino que parece que no lo reconoce. En ese momento (mirá qué casualidad) toda la selva es atacada y la princesa tiene que poner a su tribu a salvo.

Esto conecta con el otro plot del episodio: un grupo terrorista llamado Teraizer le manda un ultimátum a todos los líderes mundiales, ya que tomaron posesión de un satélite con armas, y si no detienen de inmediato la contaminación el planeta, ellos van a acelerar el proceso y destruirlo en cuestión de horas. Por eso es que incendiaron el Amazonas, o destruyeron una planta que echaba desechos tóxicos en un rio, lo que lo contaminó mil veces más. Obviamente, el gobierno americano le pide ayuda a Arsenal, porque no puede intervenir de manera oficial, y asi es como los Titans terminan por viajar al espacio, al mismo tiempo que Kory, que se dirige al satélite en busca de venganza. Pero todo esto queda para la próxima entrega.


