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NOTAS

X-Men Orígenes: Wolverine

Cada tres años exactos, la 20th Century Fox nos regala una nueva película del universo X-Men. Ya ocurrió en el año 2000 con la magnífica X-Men, en el 2003 con X2: X-Men United y en el 2006 con X-Men The Last Stand.
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Domingo 17 de mayo, 2009

X-Men Orígenes: Wolverine

INTERPRETES: Hugh Jackman, Lieb Schreiber, Danny Huston, Lynn Collins, Ryan Reynolds, Will i Am, Kevin Durand, Tim Pocock, Taylor Kitsch y elenco.

DIRECCION: Gavin Hood

GUION: David Benniof y Skip Woods

ORIGEN: Estados Unidos (2009)

DURACION: 107´

CALIFICACIÓN: Sólo apta para mayores de 16 años

IDIOMAS: Inglés con subtítulos.

Uniendo cabos


Cada tres años exactos, la 20th Century Fox nos regala una nueva película del universo X-Men. Ya ocurrió en el año 2000 con la magnífica X-Men, en el 2003 con X2: X-Men United y en el 2006 con X-Men The Last Stand.

En todas y cada una de ellas, el protagonismo fue devorado por el cada día mas influyente australiano Hugh Jackman que interpretaba a Wolverine, personaje que heredó a su vez del malogrado Dougray Scott que a esta altura se debe querer matar por haber elegido su papel de villano en Mission: Impossible 2.
Jackman no sólo se ganó la continuidad en el papel tras una devastadora perfomance, también se metió al público en el bolsillo, en especial al comiquero que no escatimó en elogios para con su trabajo.
De esta manera pasaron otras dos películas en las que Wolverine mostró todo lo que tenía con excepción de su pasado. Sí se supieron algunas cosas cuando se enfrentó al chifladísimo general William Stryker en la segunda entrega pero no eran más que imágenes inconexas y alguna que otra pista.
Por eso, ahora que la trilogía de X-Men está completa, y con el 2009 a pleno, le toca a los miembros del grupo mostrar sus dotes en forma independiente. Desde que la tercera entrega estaba siendo filmada se hablaba sobre filmes “solistas” contando los orígenes de Magneto y Wolverine y es por eso que, tras la obligada espera, podemos hoy ver uno de ellos en la pantalla grande.

X-Men Origenes: Wolverine recuenta en forma abreviada cómo Logan se convirtió en el duro personaje que Rogue se encuentra en Laughlin City y explora ciertos aspectos que sirven para rellenar los baches de información que hay en las anteriores películas. Como hacer el Hobbit después de El Señor de los Anillos, algo que por cierto ya se está llevando a cabo.

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La película comienza en Canadá en 1845 y respeta en cierta manera el origen del personaje presentado en la miniserie Origins aunque le da una importante vuelta de tuerca al cambiar a “Dog” por Víctor Creed transformando al archienemigo de Wolvie en su hermano.
Tras esta “pequeña” licencia, la presentación de la película narra, al estilo de Watchmen pero sin tanta maestría, cómo los hermanos se metieron a pelear en cuanta guerra se desató en el mundo en los siguientes 120 años hasta llegar a Vietnam.
En la jungla, Victor enloquece y ambos hermanos son detenidos y entregados al coronel Stryker quien los une a su grupo de mutantes de Elite con el que cumple misiones especiales alrededor del mundo.

Claro que, con todas las historias del pasado que tiene para contar, Wolverine se apresura y no dice mucho. La etapa con el grupo se acorta a una sola misión que además es la última para Wolverine por lo que tampoco se puede ver mucho sobre los integrantes del equipo, en especial Deadpool (un muy bien parado Ryan Reynolds) de quien se rumorea podría tener su propia película.
Luego, el canadiense se va a vivir solo, o mejor dicho en pareja, junto a Kayla Silverfox, una muchacha que consigue mantener la atención en la pantalla a fuerza de una belleza descomunal.
Pero la tranquilidad no le va a durar mucho a Wolvie y muy pronto se someterá otra vez a las órdenes de Stryker para vencer a un enemigo inesperado.

Alrededor del mundo

La producción cuenta, como suele ser habitual en los filmes de Marvel, con un director nominado (y ganador) del Oscar como Gavin Hood al que su Tsotsie le consiguió la estatuilla a mejor película extrajera en el 2006.

Los productores de la película son Lauren Shuler Donner y el propio Hugh Jackman que no sólo se puso a tono (muscular) sino también se
actúa todo para hacer más creíble a su criatura.

Lamentablemente, el guión no es todo los claro o consistente que se podría esperar, con muchas idas y venidas innecesarias que no terminan de cerrar luego de que la película ha finalizado.

Pero muchas veces eso no importa en una película de Marvel si la acción está a la orden del día y de Wolverine no se podía esperar otra cosa.

La película no se detiene, no cae en licencias poéticas o en bellos retratos de paisajes (al menos no por mucho tiempo porque es de seguro que serán volados por los aires en menos de treinta segundos), sino que a medida que pasa el tiempo los desafíos a los que se enfrenta el héroe se hacen cada vez más complejos de enfrentar.

Pero además de las secuencias de acción, guionistas y director han preparado pequeñas sorpresas que contribuyen a agregarle algo de misterio a la trama y, de paso cambiaso, emular a la vuelta de tuerca presentada hace algunos años en Batman Begins cuando Bruce Wayne descubría la verdadera identidad de Ra´s Al Ghul.

De aquí y de allá

Wolverine es una película para varios públicos: el que va a ver blockbusters y el fanático que concurre a ver qué hicieron los guionistas con sus personajes favoritos. Para este último grupo, Hugh Jackman hizo que los escribas metieran tantos cameos como pudiesen. Y vaya que lo logró.

El grupo de elite de Stryker incluye a John Wraith, Fred Dukes (The Blob), Chris Bradley (Bolt), el Agent Zero y el ya mencionado Wade Wilson (Deadpool).
Además, por el camino Wolverine se va encontrado con otros muties como Remy Le Beau (Gambit) y Scott Smmers (Cyclops) que no aportan mucho a la historia pero su presencia da una sensación de círculo completo.
Después de todo, miles de fanáticos siempre preguntaron cuándo iba a aparecer Gambit. Pues bien, aparece y en el pasado de Logan, algo que explica porqué figuraba en la base de datos que Mystique le roba a Stryker en el segundo filme de X-Men.
La película recaudó en su fin de semana de estreno 85 millones de dólares y, al momento de escribir esto, ya va por los 200, y en tiempos de “crisis” como estos eso es algo que asegura la realización de las aventuras iniciales de Magneto y también la de todos los otros proyectos X que andan dando vueltas por ahí; entre ellos posiblemente una secuela del canadiense de las garras.
En definitiva, Wolverine no va a pasar a la historia como el mejor filme sobre el personaje pero es un buen punto de partida para una serie fílmica sobre este personaje, algo que a Hugh Jackman seguramente le parecería una maravillosa idea.
¡Ah! Atentos al cameo final, que no aparece acreditado por ningún lado pero está y es una grata sorpresa, algo que nunca se deja de agradecer al igual que esos finales alternativos que aparecen durante los títulos y también al final de ellos.