La Cruzada de los Niños es una parte oscura de la ya oscura cuarta cruzada. Los muchos años han ocultado y modificado los hechos históricos, de manera que ya nadie sabe qué pasó, si es que algo pasó. Pero la versión más difundida dice que a principios del Siglo XIII aparecieron varios niños que afirmaban haber tenido visiones de Jesucristo ordenándoles reconquistar Jerusalén. Ellos lideraron un ejército conformado íntegramente por niños. Casi todos, claro, sin familias que los cuidaran y se negaran a dejarlos marchar en una empresa suicida. Como era previsible, el viaje ocasionó cantidades de muertes por desnutrición y enfermedades, y casi todos los sobrevivientes fueron vendidos como esclavos, muy lejos de Jerusalén.
Esa historia, de ilusiones rotas, de aprovechamiento, de abuso de los inocentes, es la que da nombre a la miniserie de la que quiero hablarles. Se trata de 7 números que constituyen el único ejemplo de algo similar a un megacrossover en la línea Vértigo, la rama de DC destinada al público maduro y las historias más fuertes.
Se publicó entre 1993 y 1994, con dos book-ends y 5 números intermedios, correspondientes a anuales de las series regulares Black Orchid, Animal Man, Swamp Thing, Doom Patrol y Arcanna (preludio a Books of Magic). El primer número luce los impresionantes nombres de Neil Gaiman y Chris Bachalo. El último, tiene partes escritas por Gaiman, Alisa Kwitney and Jamie Delano e ilustraciones de Peter Snejbjerg. Los anuales fueron escritos por los autores de cada una serie mencionada: Dick Foreman, Jamie Delano , Nancy Collins, Rachel Pollack y John Ney Rieber, Sus dibujantes: Gary Amaro, Russell Braun, Mark Buckingham, Mark Wheatley y Peter Gross, respectivamente. Quizá demasiadas manos para un mismo plato. Y uno se queda con ganas de que le hubieran dejado el texto completo a Gaiman… Quien, según se dice, quedó bastante disconforme con el producto final porque no le dieron suficiente libertad creativa, lo que ocasionó que la historia fue terminada a los apurones. Sinceramente me alegra no haber tenido idea de esto cuando le pedí que me firmara mi ejemplar (lo que hizo con toda amabilidad, por cierto).
Pese a todo, el argumento tiene lo necesario para ser maravilloso. Una historia que comienza con la inexplicable desaparición de niños en un pueblo y que se abre en un crossover maravilloso entre los más increíbles personajes infantiles: Tim Hunter, esa suerte de Harry Potter adelantado, cuyo poder mágico puede hacer temblar los rincones del universo. Maxine y la, en ese momento, dulce Tefé, hijas respectivamente de Animal Man y Swamp Thing. Suzy, la pequeña Orquídea Negra. Dorothy, la trágica integrante de la Doom Patrol. Y, como conductores de la historia, los pequeños detectives muertos de Sandman: Season of Mists, contratados para localizar a uno de los niños desaparecidos. Como se esperaría de una obra de Gaiman, tiene una prosa atractiva, con elementos mágicos entrelazados con lo cotidiano, con el adorable candor y la terrible ferocidad que conforman el mundo infantil, tanto en la realidad como en la ficción. Porque atención, como decía la publicidad, “La Cruzada de los Niños no es un cuento de hadas”. Es una historia de niños desesperados, que buscan un escape de los abusos y las injusticias del mundo real. Es una historia que podría haber sido absolutamente grandiosa, y no llegó a tanto, quizás por lo de las muchas manos.
No es mi intención revelar detalles de la trama, porque descubrirlos constituye parte del placer del lector, pero sí quisiera pedirles que le den una oportunidad a esta obra, que no se acobarden por sus altibajos o por los personajes poco conocidos. Es una historia de chicos que muestra que las historietas no son sólo para chicos y que los “dibujitos” pueden aumentar, no reducir, la calidad de una obra literaria.
Yo creo que vale la pena.
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