Fantasías Adaptadas

Nunca la había visto la peli con actores basada en la serie animada de He-Man hasta hace unos días. Y lo bien que hice.

Masters of the Universe

15/10/2015

| Por Diego Accorsi

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masters-of-the-universe-posterHoy vamos a sufrir una retro-flagelación y por primera vez vamos a analizar el traspaso de una serie de dibujos animados para TV al cine. Debo confesar que si bien miraba los dibujos de He–Man cuando los daba Canal 9 en los´80, me aburrieron rápidamente y nunca fui fan. Quizás por eso, cuando el 7 de enero de 1988 se estrenó por los cines de estos pagos Masters of the Universe (1987), no fui a verla. De hecho, NUNCA la había visto hasta hace unos días. Y lo bien que hice. No sé qué me mantuvo alejado de esta “obra” tantas décadas, si el elenco, la berretada que chorrea cada escena, las imágenes de adolescentes corriendo entre rayos en la Tierra o lo poco que se parecía a lo poco que vi en la serie animada. Porque hay que ser muy boludo para tener los derechos para He-Man y hacer semejante cagada.

masters_of_the_universe_poster_02La serie animada tiene algunos problemitas de guión, pavadas como la doble identidad Príncipe Adam y Cringer/He-Man y Battlecat, los indefinidos poderes de Sorceress, la fijación de Skeletor y la estupidez de sus secuaces, para nombrar así, algunas a vuelo rasante, pero nada es tan grave como para arruinar una película. ¿Qué pasó? ¿Por qué terminaron estrenando esta verga infumable más parecida a los New Gods de Kirby que a He-Man and the Masters of the Universe de la serie de la tele que podría haber llegado a buen puerto? Acá se combinan dos factores: el turbio origen de este Ken pasado de anabólicos y la nefasta productora que se hizo con los derechos y le salió todo torcido. Para entender mejor esto, repasemos un poquito la historia de He-Man.

Según cuenta la leyenda, a principios de la década de los ’80, Roger Sweet, un jefe de diseño de la compañía muñequera Mattel, sufrió horrores al ver cómo su empresa rechazaba la fabricación y distribución de los muñecos de Star Wars, antes de que fueran el éxito tremendo que resultó. Para tratar de zafar, Mattel encargó con cierta urgencia una nueva serie de figuras a su jefe de diseño. Entonces Sweet, de la manera más inverosímil posible, recubrió de plastilina unos muñecos viejos que habían sido apenas populares en los ‘70 llamados Big Jim. Mattel, que no estaba muy convencida con esta nueva idea, se percata que está en fase de pre-producción la película Conan, el Bárbaro (1982) inspirada en el personaje de Robert E. Howard. La empresa muñequera que no quería volver a dejar pasar un hitazo, llega a un acuerdo para poder vender y distribuir las figuras de acción de Conan y así aprovechar el primer molde perpetrado por Roger Sweet. Sin embargo, Mattel se alarmó por el tono salvaje y sexual que aparecía en la película y no le quedó más remedio que romper el contrato con Conan Properties, ya que en esos tiempos Mattel era símbolo de Barbies impolutas y vírgenes. Las dos partes decidieron que todo lo fabricado previamente sería destruído, pero Mattel con cierto disimulo siguió adelante con el muñeco bárbaro y para alejar su semejanza con Conan, no se les ocurrió nada mejor que teñirlo de rubio y llamarlo He-Man. Estaba cantado que Conan Properties denunciaría a Mattel por plagio pero, no se sabe cómo, Mattel ganó el litigio.

skeletor-frank-langella-masters-of-the-universe-1987-225x300Inmediatamente, Mattel necesita hacer conocido a su personaje, y le encarga a la compañía realizadora de dibujos animados Filmation que creara una serie de animación de los “Amos del Universo”. Y con la experiencia de series como Tarzán, y Batman y Robin, un par de guionistas y un rotoscopio, salieron con fritas sus ciento treinta episodios (dos temporadas, 1983-1985). El problema surge cuando uno descubre las diferencias entre las ideas originales de Mattel (mostradas a manera de mini-cpmics en los envases de los muñequitos) más pegadas a Conan, y lo que nos terminó mostrando Filmation con voces y musiquita (de hecho, la primera aparición de He-Man en un comic posta, es un team-up con Superman en una DC Comics Presents, mucho más cercano a los mini-comics que al dibujo animado).

Y ahora entra otro buitre a escena. Culpables de la peli del Capitán América y Superman IV entre otras inmundicias ochentosas sacadas con fritas y de bajo presupuesto, los amigos de Cannon Films se alzan con los derechos cinematográficos de He-Man y se embarcan en otra peli rapidita para engrosar las arcas. Golan-Globus Productions, Edward R. Pressman Film y Cannon Films contrataron al casi ignoto director Gary Goddard y al guionista David Odell (que entre su corto currículum se encuentra el guión de la reivindicable película con marionetas El Cristal Encantado de 1982) para que delinearan una historia en base a Masters of the Universe. Pero ellos nunca habían visto el dibujito y se engancharon más con los mini-comics de los muñecos. Escribieron un guión para el que se necesitaba un presupuesto mínimo de 40 millones de dólares, pero la productora Cannon dijo que con 15,5 millones era suficiente.

moebiusyeaEl director del film y el diseñador de producción, Bill Stout, inventaron las mil y una para realizar los efectos sin pasarse del presupuesto pactado y para ello se contactaron con el gran Richard Edlund, ganador de un Oscar por los efectos visuales de la primera Star Wars, que aceptó colaborar más como un favor que por motivos económicos. Como ya se preveía, el presupuesto se infló de 15,5 a 22 millones y el diseñador Bill Stout dijo que la pre-producción de un film de estas características se realizaba en un año y que ellos la tuvieron que crear en dos meses. El director Goddard cuenta que por culpa del presupuesto la Cannon no le dejó grabar un final lógico para la película y tuvo que financiar con dinero de su bolsillo el combate final entre He-Man y Skeletor. El pobre Gary que hizo lo que pudo, también contó que le cortaron por la mitad la escena final donde Courtney Cox (sí, Mónica de Friends en su primera aparición en la pantalla grande) se despide de cada uno de los personajes de Eternia provocando lágrimas entre los asistentes de dos de los pre-estrenos que tuvo el film. Tampoco pudo rodar una escena donde se libraba una gran batalla contra los Hombre Serpiente en las cuevas situadas debajo de Grayskull, ni mostrar los vínculos a la madre terrestre de He-Man (como en la serie) que explicaría de mejor forma la aparición de nuestro planeta.

latestEn fin, el famoso ajuste presupuestario se comió al film y en varias ocasiones tuvieron que parar el rodaje. En uno de estos altos, nuestro gran hallazgo de casting, He-Man, el sueco Dolph Lundgren (que venía de hacer de ruso malo en Rocky IV y Punisher), no pudo evitar descuidarse un poco y en algunas escenas muestra al espectador una buzarda cervecera poco superheroica. El director Goddard declara que si hubiera tenido más dinero hubiera realizado la trama en Eternia y no en la Tierra. También hubiera incluido personajes muy conocidos de la serie de dibujos animados como Orko y Battlecat. Todos se acuerdan de Orko, esa especie de brujito sin piernas y sin cara, que se desplazaba por Eternia flotando por el aire. El director y la Cannon vieron que se les iba su ínfimo presupuesto solamente en hacer volar a este personaje, y por tal motivo el dibujante italiano Claudio Mazzoli creó al inventor Gwildor, que era un personaje que caminaba y por ende, más barato.

Para complicarla más, también metió mano Mattel, que rechazó el boceto inicial de He-Man realizado por el jefe de diseño Bill Stout y trató de imponer su propia versión del He-Man que deseaba para la película. Stout cuando vio eso, afirmó que ese He-Man era poco convincente y que tenía un aspecto anticuado; harto de la situación contrató al ídolo Moebius para realizar una nueva versión del héroe. El diseñó final es una mezcla del He-Man de Moebius y el de Mattel, que no termina de parecerse del todo a ninguno.

DiseñosEn el elenco de ilustradores también participó el fallecido Ralph McQuarrie, con un Oscar en su haber por Cocoon (1985) y célebre por ser el máximo responsable del diseño de Darth Vader. Lo que no hay duda, es la influencia «darthvaderiana» en los bocetos de McQuarrie, ya que el diseño que creó para los esbirros de Skeletor, se asemejaban en demasía a una horda de pequeños Darth Vaders. El mismo Bill Stout dijo odiaba a muerte ese diseño que después se reflejó en el film.

Respecto al guión… bueno, es una película pensada para un público infantil de los años ‘80, pero podría haberse trabajado mucho mejor. Pésima es poco. No les cuento los pormenores del guión para que la vean y sufran –y si ya la vieron, ya saben que me quedo corto diciendo que es muy chota.

Los personajes son bastante básicos pero algunos respetan la idea original. Demos un repaso a los más importantes:

Dolph Lundgren nos presenta a un personaje cercano al He-Man de las mini-historias de los exitosos muñequitos, es decir más bárbaro y sin ninguna vinculación a Adam, sin reparos a la hora de matar a quien se le ponga enfrente. El sueco tuvo que rodar sin dobles ya que fue imposible encontrar personal con 1,96 cm, como posee este increíble He-Man.

Duncan (Man-At-Arms) personificado por Jon Cypher, y su hija Teela (Chelsea Field), son buenas adaptaciones de los personajes, menos coloridos que los originales pero fácilmente reconocibles. Junto a estos encontramos a Gwildor, un personaje con claras reminiscencias al Orco de los dibus aunque mucho menos imbécil, interpretado por un enano que actuó en Willow. Aparece también Sorceress, personificada por Christina Pickles, aunque en un rol bastante más modesto, casi patético.

3-2Por el lado de los enemigos de Eternia encontramos un pequeño pero significativo grupo compuesto por la hechicera Evil-Lyn, interpretada por Meg Foster, en un importante cambio étnico que, personalmente, no le veo mucho sentido; Beast-Man (Tony Carroll), modificado luego de veinticinco diseños de traje, junto a unos villanos creados ad-hoc, que se asemejan a otros clásicos, pero lo suficientemente diferentes como para que Mattel les hiciera muñequitos: Blade, Saurod y Karg.

Como la película transcurre mayoritariamente en la Tierra, se suman algunos personajes humanos como Julia (Cox) y Kevin (un muy joven Robert Duncan McNeill, famoso por ser el teniente Paris en la serie Star Trek Voyager), y el Detective Lubic (para que haya algún negro).

El premio mayor se lo lleva Frank “Drácula” Langella que le pone onda a su rol de Skeletor, quien en una entrevista cuenta que aceptó el papel porque su hijo de cuatro años era un auténtico fan de las aventuras de He-Man y aún hoy es su papel favorito.

Si bien la banda sonora fue criticada por su influencia y similitud a las fanfarrias de Superman y de Star Wars de John Williams, en la versión latina re-garpa que se mantienen las voces de los dibujos animados.

La película tuvo su comic editado por Marvel pero la historia es la del guión original de la película y no la del film que se conoció, donde muchas tramas se eliminaron por el presupuesto. Por ejemplo, en el guión original (y en el comic) después de la “supuesta” derrota de Skeletor, Duncan descubre un emblema de la NASA y una bandera americana dando a entender que los americanos llegaron a Eternia en una incursión espacial.

marvel_movie_adaptationSin duda Masters of the Universe tenía todo para ser un super-éxito, menos el presupuesto, y al final, sólo recaudó poco más de 17 millones de dólares en EEUU.

La peli que dura 106 minutos (hay una primera versión de 139 que nunca salió de los estudios) es una adaptación de la línea de juguetes de MOTU y no de la serie de animación. Tenía asegurada una secuela, por eso, después de los créditos finales –y adelantándose a Marvel varias décadas- el derrotado Skeletor resurge del abismo diciendo: «Volveré», al estilo Terminator. «Masters of the Universe Part 2» tenía elenco y guión terminado, pero nunca se filmó. Cannon, Menahem Golan y Yoram Globus arriesgaron guita para la segunda parte que sería dirigida por Albert Pyun. Este ladri (“La Espada y el hechicero”, “Kickboxer 2”, “Capitán América”, entre otras) prometió que podía hacer esta secuela y filmar Spider-Man juntas, en los estudios De Laurentiis en Carolina del Norte. Se construyeron los decorados, los trajes y se destinaron a Amos del Universo 2, $4.5 millones. Incluso Mattel aprobó los personajes que aparecerían en la secuela que contaba con un ignoto actor como protagonista: el surfista Laird John Hamilton (y sí, hasta Dolph tenía un poco de dignidad). El guión mostraría a He-Man de vuelta en la Tierra y los mismos escenarios se usarían para Spider-Man, pero afortunadamente, Cannon quebró y ninguna de esas películas llegó a concretarse. Con los escenarios y vestuarios sobrantes llegó a filmarse ‘Cyborg’ con Jean Claude Van Damme y se la considera una suerte de spin-off de la película. ¡Por el poder de Greyskull! ¡Cuánta berretada junta!

Ah, está en preparación una nueva película de He-Man and the Masters of the Universe, pero parece que esta vez va a ser espectacular. No sé. Quizá tarde tres décadas en verla.

Hasta la próxima.

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