-Bueno- arrancó el felino mientras cerraba la puerta de su oficina,- ustedes se preguntarán qué hacen acá con estas otras personas- McCurro deambulaba por los mínimos espacios que quedaban libres de su oficina. Con tres clientes juntos, había tenido que ceder su sillón, pero nunca había tenido tres clientes juntos.- Los tres vinieron a mí porque sienten que su obra –o la de sus familiares- está siendo vejada por este gigante millonario. Cada uno vino por su cuenta y yo me tomo el atrevimiento de juntarlos, porque los tres tienen el mismo enemigo. Por supuesto resolví los tres casos- dijo el gato canchero, tirando carpetas sobre el escritorio.
-Señor Raymond, vamos a empezar por usted. Por si no lo conocen- siguió el inspector señalando mínimamente con la cabeza al joven pelirrojo- él es Raimundo Pérez Raymond, hijo de Alexandra Raymond, nieto oculto de Alex Raymond, ese magnífico artista, creador de Flash Gordon, Jungle Jim, el Secret Agent X-9 y Rip Kirby. Bueno, estimado Raimundo, ¿quiere contarles usted a nuestros amigos por qué vino a verme hace unos meses?
-Mi caso es simple. Star Wars está robado de Flash Gordon.- Ante esta contundente declaración, los otros dos clientes alzaron sus voces entre indignados, sorprendidos e interrogadores.
-Calma. Vamos a escucharnos todos, por favor. Acá el amigo Raimundo vino preocupado porque él ve muchas… similitudes –digámosle- entre partes de las tres películas de Star Wars y los comics de su abuelo… Cabe aclarar que Flash Gordon tomó mucho de Buck Rogers y de John Carter of Mars, pero bueno, ese no es el punto que estamos viendo hoy, ¿verdad, señor Raymond?

Así empezaban los episodios del serial de Flash Gordon.
-Claramente, no. El delito que cometió Lucas es tan evidente que hasta lo tuvo que blanquear. Tanto en sus propuestas iniciales a las productoras como en los reportajes que cita influencias, siempre figura Flash Gordon. George Lucas era fanático de la ciencia-ficción y los seriales de la obra de mi abuelo – ¡los títulos de apertura que suben y se pierden en el espacio los robó directamente de los seriales de Flash Gordon!- saltó de su asiento y exclamó el joven.
-Calma, Raymundo, mantengamos la coherencia, vamos tranquilos. Apoyando lo que viene diciendo, el propio Francis Ford Coppola, amigo íntimo de Lucas, que leyó los primeros borradores, comentó que a principio de los ‘70s, el joven director en cuestión quería hacer una película de Flash Gordon y se reunió con los dueños de la King Features Syndicate para comprar los derechos, pero no lo tomaron en serio, Lucas no existía, era un pendejo hippie, y los derechos ya los había comprado Dino de Laurentis que quería que Federico Fellini dirigiera su adaptación cinematográfica de este hito de la ciencia-ficción.
-Sí –agregó el nieto del famoso artista,- el director de ‘8 y ½’ lo rechazó y el proyecto pasó por las manos de directores como Nicholas Roeg y Sergio Leone, hasta que finalmente Mike Hodges la llevó a la pantalla en 1980. No tuvo el resultado esperado… o al menos no después de ser comparada contra Star Wars que ya le había sacado todo el jugo.

Bienvenidos a Frigia, el mundo
helado que no es Hoth.
-Cuando Lucas tenía once años, en los ’50 – retomó el gato,- vivía en la ciudad de Modesto, California, y tenía un sólo canal para ver en la tele que daba todas las noches ese serial de los ’30 y se volvió loco. Negada su película homenaje al ídolo de su infancia, realizó ‘American Grafitti’ y gastando muy poco recaudó fortunas. Entonces sí, consiguió luz verde para su saga espacial y ahí sí, Lucas hizo su propio Flash Gordon, con aspectos visuales tomados de la obra que tanto quería. El crítico del New York Times Vincent Canby dijo de la obra de Lucas que era una apoteosis de los seriales de Flash Gordon…
-¡Un afano! ¡Eso es lo que es, Mc Curro! Digámoslo con todas las letras- volvió a la carga Raimundo.- Toda la idea de los rebeldes contra el imperio está robada de Flash Gordon, las regiones del planeta Mongo que creara mi abuelo están plasmadas como diferentes planetas en esta galaxia lejana. El mundo helado de Frigia es Hoth- usted encontró el episodio de Flash Gordon de 1939 donde viajan con los pájaros de nieve igual que Luke Skywalker con su tauntaun. Arborea es Endor y en el planeta Bespin, al final de ‘El imperio contraataca’, esa ciudad de las nubes, es igual a la ciudad de los hombres halcones de Flash Gordon, de 1934. Tanto en Star Wars como en Flash Gordon, ambas ciudades son gobernadas por un tipo de dudosa moralidad que termina uniéndose a los héroes, Lando Carlisian y Vultan, respectivamente. No es una casualidad, ¿sigo?

El rey de los hombre leones,
¿pariente de Chewbacca?
-Por favor, Raimundo- y el gato le hizo señas a sus otros dos clientes para que se quedaran tranquilos.
-Bueno, ya les dije que tanto los seriales de Flash Gordon como los de Buck Rogers empezaban con las letras que suben contando lo que pasó en los capítulos anteriores, el estilo de edición entre escenas, esos barridos tan característicos, son choreados directamente de los seriales, el emperador Palpatine es claramente el Emperador Ming, el rey de los hombres leones es Chewbacca, incluso en esa historia de Flash llamada ‘The Lion Men of Mongo’ aparece un hombre metálico de color cobrizo que está entrenado como sirviente y habla en frases educadas. ¿Hola? ¿Con C3-PO? ¡Vamos!
-Tranquilo, Raymond. No sé si sabían, pero en el segundo borrador de la primer película -de 1975- se llamaba “The Adventures of the StarKiller (Episode One): The Star Wars”, sí, el protagonista se llamaba Mata Estrellas y estaba pensado como un serial de varias partes, ya de entrada.
-Inspector, falta uno de los achacos más importantes de las películas. La princesa Leia. Visualmente la princesa es la Reina Frigia de Flash Gordon, esos rodetes…

La reina de Frigia puso de moda
los rodetes de Leia.
-Raimundo, por favor. Si algo más nos falta agregar, es una pieza fundamental de la trilogía de Star Wars que Lucas aprendió de la obra de su abuelo: hacer un cuento de fantasía pero usar la tecnología en lugar de la magia, como ya nos vino enseñando H.G. Wells desde fines del siglo XIX con los inicios de la ciencia-ficción.
-Exacto. Lucas quería hacer Flash Gordon y como no pudo conseguir los derechos, la plagió. Más claro echale el agua pesada de Jay Garrick- y el joven se cruzó de brazos en su silla, terminante.
-Bueno, damas y caballeros- dijo el inspector con una sonrisa,- hemos escuchado al nieto de Alex Raymond explayarse sobre la evidencia que demuestra fehacientemente que sin la influencia de Flash Gordon, Star Wars no existiría.
-Señorita ¿quiere contarnos usted por qué cree que Star Wars depende de la obra de su padre?
CONTINUARÁ